Hermosa mañana, ¿verdad? Qué gran Díaz para los hinchas de Racing. Ganamos la Copetti Sudamericana con el equipo de Costas y lo festejé con todo, como todos los Domínguez que juega la Academia. Me puse mi Corbatta celeste y Blanco, unas Botasso Rojas que, aunque me hagan un poco Chueco García, me gustan. Unas Gottardi de Perfumo entre las Cejas y salí a buscar a mi novia Teté para ir a festejar al Obelisco:

-¿Qué te parece si nos vamos en mi moto Zanetti? Ahora que les puse unas llantas Michelini re potentes, llegamos en un Perinetti.

-¿Otra vez hablando con nombres de jugadores de Racing? ¿Cuántos años hace que nos conocemos?

-¿Quattrocchi?

-Ocho años.

-¿Ochoa ya? Hace Banda.

-Desde que te conozco Sosa así, te la pasás hablando de Racing.

-Mi Teté Quiróz. Si yo te quiero Maschio que a nadie. Te lo juro por el Chango Cárdenas. Sé que no soy un Angelillo, que fui un poco Pillud, lo reconozco, y que a veces me voy por las nubes de Úbeda. Mirá, me pegué un Zavagno, me hice los Rulli y me afeité la Barbas. ¿No me hace más Delgado, no estoy más Medina Bello?

-¿Y por qué te producís tanto? ¿No estarás viendo a esa tal Belén Almendra, no?

-No seas Navas. Bastía con eso. Soy Solari para vos. Tu Caballero, tu Galanternik. Zaccanti esa idea. Arias lo que sea por vos. ¿Dónde voy a encontrar a una Mena tan Fuertes, más Balbuena que vos? No me Basile, mi Negri, ni me ponga Barrera, usted Sigali siendo mi único amor… fuera de Racing, claro.

Igual, yo me hago el Pavón, pero sé que ayer te llamó el Facciutto De Vicente y se te tiró un Lanzidei. No, no me respondas. Me importa un Soto. ¿Te parece que hagamos un Asad de Cordero con Mostaza Merlo? O metemos unos huevos Boyé en el Calderón ¡O mejor pedimos unas Pizzuti y tomamos un rico vino López!

-¡Dale! Yo vino con soda. ¿Traigo las copas?

-Sí, traé las Scopelli. Tengo soda Simes y también Drago.

-Eso sí, no llames a tu amigo Salomón.

-No, pobre, ese Chabay sigue en el Hospital de la calle Carranza, en Martínez, frente a la Iglesias, estuvo Malbernat, con un síntoma Bravo, Lucchetti por su Vidal. Por suerte le dieron unas Cvitanich y ahora está Stábile, hecho un Toranzo, pero sigue con un poco de Tossoni.

-Vení, Lito…

-¿Qué pasa? ¿Ya no me llamás Milito? Dale, dame un Bezombe y vamos a Brindisi por este nuevo campeonato, por nuestro amor, por la Paz y viva la Capria.

-¿La Patria?

-Sí, eso. ¡Y viva la Academia campeón!