El periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, analizó por la 750 el resultado de las elecciones en Uruguay, celebró el triunfo del Frente Amplio (FA) con Yamandú Orsi a la cabeza, y destacó que “cuando el poder político es del pueblo, el mundo es más amable”, al tiempo que añadió: “El país fue al Frente. Fue al Frente con todo, con los mejores sueños, y despertó la ilusión como un faro formidable desde ese rincón de América”.

El editorial de Víctor Hugo Morales

Un país que va al Frente... eso ha sido Uruguay. El Uruguay de los Pepes: Artigas, Batlle, Mujica. Una línea media para la historia que impuso la ilusión de la militancia, de la lucha persistente, porque la lucha no es de un solo día; empieza el mismo día de las ocasionales derrotas. Cuando hay tristeza, como la hubo hace unos años, más que nunca vale despedirse con un "hasta la victoria siempre". El poder político siempre es recuperable.

Es aliviador, como sucede ahora en Uruguay, que el pueblo reciba una caricia. Ese pueblo que conmovió en la noche de ayer, con las banderas agitadas como si las franjas de los colores salieran de las propias manos de los militantes. Parecía que las manos emitían colores entre la multitud. Cuando el poder político es del pueblo, el mundo es más amable.

"¡Qué sería del mundo si no fuera por las izquierdas!", me dijo una vez el Pepe Mujica, ahora vencedor en la penúltima batalla de su vida. Y pienso: ¿qué sería de los argentinos que sufren el espanto de hoy, si no pudieran pensar que la política cambiará el curso de esta historia de violencia, hambre y depredación de todos los valores?

Orsi y Cosse, los líderes vencedores, dan un ejemplo de cómo se hace para que sea posible. Cuando estuvieron en Caras y Caretas en Buenos Aires, las diferencias de la interna estaban sepultadas. Estaban caminando del brazo por la vida. Era evidente que la idea fundamental era mantener una izquierda fuerte y al servicio del pueblo.

Una contestación al poder real, al neoliberalismo, a la desigualdad que había crecido en el Uruguay de estos años. Los dos son extraordinariamente ejecutivos en su acción. Ambos cumplieron gestiones de lujo. La expectativa es formidable.

Las canciones poblaron la noche oriental. De lejos venían los tambores, iban poblando las calles. La militancia bailaba alrededor. Hay gente que recién ahora, a las nueve de la mañana, está volviendo a sus casas. Se animaron a ser profundamente lo que son. Y el pueblo volverá a tener más Plan Ceibal, más salud, y menos desigualdad, menos injusticia social.

El país fue al Frente. Fue al Frente con todo, con los mejores sueños, y despertó la ilusión como un faro formidable desde ese rincón de América.