El líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, apuntó contra el Poder Judicial luego de que se confirmara su procesamiento junto al de otros dirigentes sociales en una causa que impulsa el Gobierno de Javier Milei por presuntas extorsiones y amenazas.
Entrevistado por la 750, Belliboni adelantó que si bien van a apelar esta decisión ya saben cómo va a terminar toda la secuencia. “Nosotros vamos a apelar, pero creemos que esto termina con una profundización”, se indignó el dirigente social.
En otras palabras, para el dirigente social, el Gobierno quiere hacer “una campaña fuerte y buscan el encarcelamiento”. “Bullrich y Pettovello son impulsoras de la causa”, afirmó sobre las ministras de Seguridad y Desarrollo Humano.
A lo que añadió sobre la exdirigenta del PRO: “Bullrich dice que hay que terminar con el flagelo de los gerentes de la pobreza desde hace 25 años, buscan que desaparezca un movimiento que surgió hace mucho tiempo como respuesta a las políticas de los Gobiernos y los desastres que hicieron”.
Belliboni recordó que incluso él llegó al movimiento social cuando en el Gobierno de Carlos Menem lo echaron del ferrocarril con las privatizaciones. “Algo parecido ocurre hoy”, sintetizó.
Luego, explicó: “Ese movimiento fue atacado de muchas maneras; los casos más emblemáticos fueron los de Kosteki y Santillán. Quieren destruir el movimiento porque organiza a los desocupados. Y si no estamos, el salario cae aún más”.
En esto, aseguró, la Justicia no tiene un rol pasivo: “Ahora tenemos una resolución de la Cámara Federal, de la que no esperábamos otra cosa. Es como decir Drácula y Frankenstein: son los tipos que puso Macri para defender a los funcionarios de su Gobierno”.
“Fueron quienes dejaron en libertad a Dujovne, Dietrich e Iguacel, algo que todos sabemos que fue escandaloso. Ellos debían ir a juicio, pero dijeron que había un problema de procedimiento. Y, en nuestra causa, todo se convierte en un problema de procedimiento”, denunció.
Y ejemplificó: “Nos dijeron que no podemos presentar testigos que desmientan que nosotros extorsionamos a alguien. Hay una enorme maquinaria que dice que no compramos, y yo me saqué una foto al lado de la máquina que pesa siete toneladas, y aun así dicen que no está. Estas irregularidades no tienen explicación, salvo si uno lo ve como un problema de persecución política”.