El Gobierno nacional trasformó la línea 144, que históricamente brindó asesoramiento a personas que enfrentaban situaciones de violencia de género, en una línea que brinda "atención, contención y asesoramiento a personas en situación de violencia y riesgo". Es decir, ignora las desigualdades estructurales de la sociedad que perjudican especialmente a mujeres y diversidades. Ahora, las operadoras que mantuvieron su trabajo después de los despidos masivos de mitad de año atienden también consultas por situaciones de abandono de ancianos, violencia familiar o cuestiones de niñez.
"Para este Gobierno la violencia de género no existe, por eso se modifica la línea de intervención como nos plantean de violencia en general, porque ellos plantean que son todos los tipos de violencia, no hay solamente violencia de género y estamos recepcionando todo tipo de llamadas", aseguró a Página 12 una trabajadora del área que prefirió mantener su identidad reservada.
En julio 2024, el Ministerio de Justicia de la Nación --responsable del área desde el cambio de gestión-- encaró un brutal desguace en la línea 144. Más de la mitad de las trabajadoras que atendían los llamados de personas expuestas a situaciones de violencia de género fueron despedidas. Actualmente, trabajan casi 70 operadoras divididas en ocho turnos. Como consecuencia de los despidos, bajó significativamente la capacidad de dar respuesta a la demanda de asesoramiento.
A pesar de la amplitud de consultas que se pueden hacer en la línea 144 desde mitad de año, las trabajadoras aseguran que "las llamadas bajaron significativamente" y apuntan contra la falta de difusión de los programas que buscaban eliminar la violencia contra las mujeres, además del desmantelamiento de muchas áreas de género y dispositivos territoriales.
La línea 144 "está habilitada las 24 horas y eso comprende la denuncia de cualquier violencia, no solo de mujeres sino contra cualquier persona, más allá de su sexo y edad", indicaron desde el Ministerio de Justicia de la Nación ante un pedio de acceso a la información solicitado por Amnistía Internacional. Esta línea de pensamiento, es reflejada por varios funcionarios de gobierno, como el vocero presidencial, Manuel Adorni, que llegó a decir en conferencia de prensa que "la política de género no ha servido para nada".
Con el cambio de paradigma, Argentina perdió su línea nacional de atención y contención a personas que atraviesan situaciones de violencia de género. El retroceso respecto a la eliminación de violencias contra las mujeres también se ve reflejado en otras áreas, como la paralización en la distribución de insumos a las provincias para garantizar el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo o el desmantelamiento del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA), que en cuatro años de implementación logró bajar la tasa de embarazo adolescente en un 49%.
