Desde Roma
Resistenza, un documental que fue presentado el jueves 21 en Roma, cuenta la experiencia en Italia y la dolorosa historia de los argentinos que lograron escapar de la dictadura que comenzó en 1976 . En Italia fueron muy bien acogidos por la gente común, pero no por el gobierno -entonces dirigido por el democristiano Giulio Andreotti- que no les reconoció el estatus de refugiados políticos.
Muchos de ellos pudieron salir de la Argentina gracias a la ayuda del entonces vicecónsul y luego cónsul italiano en el país, Enrico Calamai, llamado también el “Schindler de Buenos Aires” por las muchas personas que salvó. No había muchas opciones para hacerlas salir: en varios casos los mandaba a Uruguay donde se podía llegar con un simple documento de identidad y había menos controles policiales. Y ahí les hacía entregar un pasaporte italiano firmado por él y el pasaje de avión a Roma.
Dirigida por los argentinos Omar Neri y Mónica Simoncini, la película nació de una idea de Proyecto Sur y Mascaró Cine en 2015, contó Neri a Página/12. Proyecto Sur fue fundada en 2003 en Roma por argentinos e italianos que, a través de distintas acciones, se focalizaron en la defensa de los derechos humanos, pero también sociales y ambientales. Colaboran con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Mascaró Cine, en tanto, es un grupo de cine independiente que nació en la Argentina en 2002, formado por periodistas de investigación que decidieron hacer audiovisuales para intervenir en los debates sobre qué tipo de sociedad se quería construir.
Desde hace más de 20 años con sus colegas elaboran películas de este tipo. Una de ellas, Seré millones, sobre el asalto a un banco por parte de militantes del PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) y el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), fue uno de los más vistos en 2014. Uso mis manos, uso mis ideas, en tanto, ganó varios premios y se presentó en varios países europeos. En la lista también aparecen Gaviotas blindadas, El viaje de Alba y Soy tambor.
Resistenza, que contó con el apoyo del Incaa, incluye numerosas entrevistas a los refugiados que llegaron a Roma y a otras personas que los ayudaron. “En 2016 concretamos las primeras entrevistas. La segunda etapa la hicimos en 2023 -explicó Neri-. Es un film que nos llena de satisfacción porque es una historia de esperanza, de lucha, de resistencia y que nos viene muy bien en este momento particular que está viviendo la Argentina. Estamos contentos de poderlo estrenar en Roma después de haberlo presentado el sábado pasado en el Festival de Derechos Humanos de Nápoles”.
Entre los testimonios incluidos en el film está el del excónsul Calamai, siempre humilde, que subrayó una vez más que no se considera un “héroe” por todo lo que hizo por los exiliados. Contó asimismo que después de toda esa experiencia, el gobierno italiano lo sacó de su cargo. Por lo visto, los gobernantes de entonces no estaban de acuerdo con lo que Calamai había hecho. Se habla de más de 400 argentinos salvados por el excónsul.
También aparece en el documental el director de cine argentino Fernando Birri (que falleció en Roma en 2017) con cuya frase comienza la película: “Subimos a los altillos de la memoria para recuperar, de aquellos años, toda la parte hermosa, toda la parte luminosa”. Otros de los entrevistados, el psicoanalista argentino Giorgio Corrente, contó que apenas llegado a Roma no tenía suficiente dinero como para alquilar un estudio. Por eso, para ayudar a sus compañeros de exilio que necesitaban su asistencia, los citaba en un café famoso de Roma que tenía dos salas, una de ellas vacía a una cierta hora, y ahí les daba su sesión de psicoanálisis frente a un café, que pagaba el asistido, aunque no siempre.
Es que, cuando llegaron a Roma, no todos tenían donde dormir ni dinero. Una de las mujeres, que era una chica joven entonces, contó que varias noches durmió en un parque o en una plaza. Otra, que era abogada, se ganaba un poco de dinero haciendo limpieza en varias casas de familia o se encargaba de los niños como babysitter. Otros hacían artesanías, entre ellas un patito marioneta que se hizo famoso.
Entre los muchos otros entrevistados incluidos en el film, están León Gieco (que también aportó su música al documental), Lita Boitano (que falleció en junio de este año, una de las más combativas madres de desaparecidos que vivió en Roma), Julio Frondizi (hijo del profesor universitario Silvio Frondizi, asesinado por la dictadura), Julio y Florencia Santucho (padre y hermana del nieto 133, recientemente recuperado). La esposa de Santucho, Cristina Navajas, que estaba embarazada, fue arrestada en 1976 y luego del parto, tirada en un río desde un “vuelo de la muerte”).
Jorge Rafael Videla viajó a Roma a conocer al Papa Juan Pablo I en 1978, poco después de que hubiera sido elegido Pontífice y poco antes de que se muriera el 28 de setiembre de ese año. El documental incluye algunas filmaciones de esa visita, así como una conferencia de prensa del dictador en la que niega la existencia de los desaparecidos.
El Vaticano no se había ocupado mucho del tema desaparecidos en la Argentina hasta que un grupo de argentinos residentes en Roma comenzaron a hacer distintos tipos de presiones, como una huelga de hambre en una iglesia romana. De esa huelga participó Lita Boitano. Entonces, Juan Pablo II hizo alguna referencia en sus mensajes a la existencia de los desaparecidos.