Casi dos tercios de los países miembros de las Naciones Unidas, un total de 116, firmaron este martes un llamado promovido por Suiza para reclamar la protección de los trabajadores humanitarios y de los civiles en las guerras y conflictos de todo el mundo, particularmente en Gaza y Sudán.
Entre los firmantes no estuvieron Israel ni Rusia --tampoco Argentina ni Venezuela--, pero sí Estados Unidos, China y la Unión Europea en su conjunto.
El llamado, leído por la embajadora de Suiza ante la ONU, Pascale Baeriswyl, estuvo precedido por un escenario de varias sillas vacías donde se habían instalado unas grandes letras que decían "La guerra tiene límites", y que según la diplomática significa que hay unas obligaciones colectivas recogidas en la Convención de Ginebra que deben respetarse en su totalidad, ya que sacar una sola silla equivale a vaciar su contenido.
Recordó que hay en el mundo 120 conflictos armados activos, y que solo en 2023 ha habido 500 trabajadores humanitarios muertos, heridos o secuestrados en el mundo, y las cifras que se esperan para 2024 son aún más graves, sobre todo debido a la guerra de Gaza, donde 150 han sido asesinados a manos de Israel (aunque la embajadora no mencionó a ese país).
El llamado contiene tres ideas principales: que debe respetarse la labor del personal de la ONU y otras organizaciones humanitarias; que debe facilitarse el acceso a la ayuda humanitaria que requieren los civiles atrapados en conflictos; y que los responsables de poner en peligro al personal humanitario "deben rendir cuentas".
El año en curso coincide además --recordó la diplomática-- con el 75 aniversario de la Convención de Ginebra y el 25 aniversario de una resolución del Consejo de Seguridad en la que reconoce la protección de civiles como parte explícita de su agenda y obligaciones como garante de la paz y la seguridad del mundo.
Por esa razón se eligió como marco para leer el llamado la puerta del Consejo de Seguridad, donde está desplegado un tapiz copia del Guernica, de Pablo Picasso, símbolo mundial del horror de las guerras y el sufrimiento de los civiles.