El embajador de China en Argentina, Wang Wei, señaló que la potencia asiática "valora la amistad histórica con la Argentina y que apoya al país en su camino de desarrollo". Detalló el interés chino en temas bilaterales como energía, minería, infraestructura, agricultura, ciencia y tecnología, innovación, economía digital y en mantener el apoyo financiero al país. Una semana atrás, en el G20, el presidente Milei mantuvo una reunión con su par de China, Xi Jinping en una clara muestra de que la enemistad inicial de los libertarios, pragmatismo mediante, se moderó.
El embajador Wang Wei participó este martes por la mañana de un seminario conjunto organizado por la Embajada y el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales. Al margen de las referencias acerca de la distensión en la relación diplomática entre Argentina y China, buena parte del encuentro estuvo dedicado al debate acerca de la fuerte postura de China en favor del multilateralismo, expresada por Xi Jinping en el G20 de Río de Janeiro, en la visita a Lula en Brasilia y a Perú para inaugurar el mega puerto de Chancay. El gigante asiático está reforzando su narrativa en favor del libre comercio y la cooperación internacional, de cara al triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, quien promete más proteccionismo.
Pragmatismo
"El Presidente Milei, en su encuentro con Xi, ha subrayado que Argentina y China tienen una amistad histórica y que Argentina siempre ha sido un socio confiable y estable. Recordó que Argentina apoya a China en la cuestión de Taiwán --en relación al reclamo de una sola China--, le agradece el apoyo financiero y valora la posición de Xi acerca de la mejora de la gobernanza global", dijo el embajador Wang Wei. Atrás quedaron las declaraciones del propio Milei acerca de que no haría negocios con comunistas y cosas incluso peor que le dedicaron personajes libertarios al gigante asiático.
Lo cierto es que en su primer año de gestión, el mayor apoyo internacional que tuvo la gestión libertaria, paradójicamente, fue de China. "Hoy China es el abanderado del multilateralismo y ofreció un gran respaldo al gobierno de Milei al no exigir la devolución de los 5500 millones de dólares del swap de monedas, lo cual hubiera significado un inmediato default meses atrás y el consiguiente caos económico. Y ese apoyo China lo dio, como dijo Milei, 'sin pedir nada a cambio', lo cual rompe muchos prejuicios que existen acerca del modo de proceder del país asiático", señaló en su presentación el ex embajador argentino en Beijing, Diego Guelar.
Jorge Malena, Director del Comité de Asuntos Asiáticos del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), consideró que "la relación bilateral se está recuperando de a poco, pero Argentina tiene que hacer más para impulsar la cooperación entre ambos países". Sin embargo, la Secretaria General del CARI, Lila Roldan Vazquez, advirtió que mientras China tiene una estrategia clara de posicionamiento para la región y frente a la Argentina, ni la región ni la Argentina la tienen. La toma de posición es clave para poder aprovechar, en favor del interés nacional, el vínculo comercial y de inversiones con China.
Además de la participación en el G20, uno de los objetivos de la visita de Xi a la región fue inaugurar el megapuerto de Chancay, al norte de Lima, mediante el cual China profundiza su rol estratégico para América latina. Chancay es el puerto más importante en el Cono Sur Pacífico.
Las definiciones de Xi
La paciencia de China con la Argentina y el fuerte interés del país asiático respecto de América latina, región que Xi Jinping ya visitó seis veces en calidad de Presidente de China, se encuadra en un creciente interés de la potencia asiática en presentarse ante la comunidad internacional como un actor que propende a la cooperación, que apoya a los países del Sur Global y que promueve una "globalización económica inclusiva".
Jorge Malena destacó que en esta gira latinoamericana, Xi presentó nuevas definiciones en pos de la mejora del orden global, que apuntan a una mayor cooperación, estabilidad, apertura comercial, innovación digital y respeto del medio ambiente. Además, hay un énfasis especial en el apoyo a los países del sur global a superar las brechas de pobreza y en particular a los países de África.
Wang Wei interpretó la posición de Xi como una "defensa del multilateralismo, de la globalización y las cadenas globales de suministro, en un contexto en el cual la economía global se está fragmentando".
Claramente, esto se encuadra en un momento de fuerte incertidumbre en torno a cómo se reorganizarán los flujos de comercio, capital e inversión si Donald Trump cumple con su promesa de aplicar fuertes aranceles a las importaciones, en particular, aquellas provenientes desde la potencia asiática. Ante esto, China quiere tener alternativas para colocar su producción en otros mercados y así proteger a sus industrias.
Con Trump y otros personajes del nacionalismo de derecha en Europa, actualmente China es uno de los actores más comprometidos con el libre flujo de bienes y servicios, mientras que "el país de la libertad" quiere protegerse para recomponer sus empleos. Teléfono para Milei y las fuerzas del cielo.