El conductor de una camioneta se incrustó con su vehículo en la guardia del Hospital Municipal Ciudad de Boulogne, en el partido bonaerense de San Isidro, y de milagro no resultó herido al igual que las personas que estaban esperando para ser atendidas. Tras el impactante episodio, que quedó registrado por las cámaras de seguridad del lugar, el hombre fue detenido.
El hecho ocurrió alrededor de las 6 de la mañana del lunes pasado en el nosocomio situado en la avenida Avelino Rolón al 1200, de esa ciudad del norte del conurbano, y el conductor de la Volkswagen Amarok fue identificado como Rubén Darío Mangoni.
De acuerdo a lo informado por los medios locales, el automovilista, de 39 años, impactó su camioneta contra el frente del hospital en el sector de la guardia y, si bien no se registraron heridos, se reportaron daños materiales, particularmente en la zona de espera.
Según se puede ver en las imágenes captadas por las filmaciones del propio centro asistencial, el hombre estrella su vehículo contra el sector de guardia, donde había tres personas que aguardaban ser atendidas, quienes se salvaron de ser alcanzadas por el impacto de la camioneta.
Una vez que la Amarok choca, el sujeto detiene su marcha e inmediatamente baja del vehículo con una botella de agua en la mano, visiblemente shockeado por la situación. "Descendió por sus propios medios y recibió atención inmediata del personal médico", expresaron desde el Municipio de San Isidro, y destacaron que se encuentra en buen estado general, pero "sedado a raíz de un cuadro de excitación psicomotriz".
Según trascendió, el hombre había ingresado previamente al nosocomio pidiendo atención de manera desesperada. En tanto, los investigadores al revisar sus antecedentes descubrieron que Mangoni es un barrabrava de Boca, sobre quien pesan fallos condenatorios por robo agravado por arma de fuego, estafas y robos.
Una vecina manifestó que el hombre "se bajó de la camioneta aferrado a un bidón de 5 litros de agua del que no se separaba y gritaba que se estaba muriendo por exceso de alguna droga".
El caso quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Boulogne.