Como quien tira la piedra y esconde la mano, el gobernador Maximiliano Pullaro mandó a su círculo rojo a pisar el acelerador en las últimas horas para imponer a como dé lugar la ley que consagre la necesidad de una vez por todas de reformar la Constitución provincial y llamar a elecciones de convencionales constituyentes en los comicios legislativos del año que viene. Y el mosaico oficialista contenido en el frente Unidos para Cambiar Santa Fe crepitó un poco y enseguida se alineó con la misión. Tanto, que impusieron como meta esta misma sesión de jueves, cuestión que el asunto no pase del período de Ordinarias. Hacen falta aliados, y ahí parece que tallará la fisura que el oficialismo logró abrir en el peronismo. El diputado y ex gobernador Omar Perotti con su bloque facilitarían los votos como para que el proyecto se trate mañana sobre tablas, cuando venga desde el Senado, donde el oficialismo sí tiene asegurada la victoria con dos tercios de la cámara.
De la reunión convocada por la coalición gobernante salió un documento que sorprendió por la letra urgente para poner como prioridad parlamentaria la reforma de la Carta Magna antes de que concluya el período ordinario, ergo, este jueves en otro trámite exprés que conducirán la vice PRO Gisela Scaglia como titular del Senado, y la socialista Clara García como presidenta de Diputados. El mandato de Unidos abundó en los argumentos ya consabidos para aggiornar la Constitución de 1962, pero sin aludir a la reelección de Pullaro. Eso lo dijo por su cuenta la propia Scaglia. “Cuando empieza un proyecto de gobierno, y sobre todo cuando hace un buen gobierno, a esa persona hay que darle una oportunidad de un mandato más”, blanqueó.
Muy lejos quedó aquella vocación dialoguista declamada por los Unidos cuando empezó la gestión y las roscas parlamentarias. Con crédito político aún, cimentado sobre todo en la disminución del número de homicidios en Rosario, Pullaro terminó empujando objetivos a lo pirro que en la Legislatura resultaron casi un simple trámite. Ejemplos: reforma del régimen previsional y de la composición de la Corte Suprema de Justicia.
En el peronismo se activaron alarmas. "Aquello no fueron reformas sino ajustes. En este caso, no podemos estar ni a favor ni en contra de algo que desconocemos. Nadie nos invitó institucionalmente como partido a enterarnos de qué se trata el proyecto", reprochó ayer el presidente del justicialismo santafesino, Guillermo Cornaglia.
El PJ tuvo también su cónclave con todos los sectores y coincidieron en exigir diálogo previo. “Los procesos de reforma constitucional exigen un diálogo democrático con los partidos políticos, abierto y de cara a la sociedad. Hoy estamos frente a una avanzada autoritaria y de perpetuación en el poder que solo busca la auto reelección del actual Gobernador”, repudiaron en plenario. Y no, el Ejecutivo no llamará formalmente a nadie para explicar el proyecto y ablandar remisos.
El perottismo firmó ese documento. Estuvo presente a través de Marcos Corach, Celia Arena, Walter Agosto y Juan Manuel Pusineri. Sin embargo es casi una certeza de que el jueves ese bloque, Hacemos Santa Fe, pondrá sus 5 votos para que Unidos pueda tratar sobre tablas la ley de necesidad de reforma constitucional. Con eso y con dos votos (sobre 3) del Frente Amplio por la Soberanía alcanzaría los dos tercios necesarios (34 votos). De lo contrario, no. El perottismo Ya mostró esa empatía con la modificación del número de cortesanos. El resto del arco peronista se plantaría con voto en contra del proyecto oficial, como la diputada Lucila De Ponti (Santa Fe Sin Miedo), y Miguel Rabbia
Otro bloque que anticipó su oposición es Somos Vida. Su mascarón de proa, Amalia Granata, puso en la red social X lo que todos comentan en Legislatura. "La casta santafesina reunida para sacar la reforma constitucional con el único fin de modificar la reelección del gobernador y perpetuarse en el poder. La casta en su máximo esplendor", escribió y remató con el tag #GildoPullaro.