En marzo del año 2000 el periodista David Frost de la BBC preguntó a Vladimir Putin si le gustaría entrar a la OTAN, esa fuerza de choque multinacional creada contra la URSS que se divide el trabajo con el FMI y el Banco Mundial para defender intereses geoestratégicos y mega corporaciones. El ruso respondió “¿Por qué no? No lo descarto”. Solo exigía ser tratado en pie de igualdad. En 2001 bajó sus