A 13 años de la desaparición de María Cash, la detención de Héctor Romero, el primer sospechoso directo del caso, conmociona al país. Este avance despertó en muchos un halo de esperanza, así como también indignación, debido a que la demorada investigación judicial estuvo atravesada por mútiples hipótesis, denuncias falsas y la falta de elementos probatorios. Cómo ocurrió la desaparición de la joven y por qué se tarda tanto en resolver el misterio de su paradero, es una de las incógnitas que más se repiten a lo largo del tiempo.
María Cash tenía 29 años al momento de su desaparición, el 8 de julio de 2011. Había viajado cuatro días antes desde la terminal porteña de Retiro hacia la capital de Jujuy. Según declaró la familia de la joven diseñadora de indumentaria, tenía pensado poner a la venta ropa diseñada por ella y también visitar a un amigo, Juan Pablo Dumon. Sin embargo, por motivos que nunca se pudieron esclarecer, se bajó antes en la provincia de Salta.
El hermano de María, Máximo Cash, había indicado a la prensa en aquel entonces que la diseñadora de indumentaria se había contactado con la familia tres días antes de desaparecer para anunciarles que "necesitaba ayuda" porque "se había quedado sin dinero".
En tanto, de acuerdo con lo informado por la agencia Noticias Argentinas al comienzo de la investigación, hace más de 10 años, la mujer había bajado del ómnibus en Rosario de la Frontera, en la provincia de Salta, y tomó por motivos desconocidos un micro a Santiago del Estero. En tanto, desde la capital santiagueña, siempre según el itinerario que pudo establecerse, retomó el rumbo a Jujuy, y a pesar de llegar a esa provincia norteña, regresó a Salta, trayecto en el cual perdió un bolso con documentación.
El último lugar donde quedó registro de la mujer, denominado "zona cero", es el ex peaje de Aunor, de la capital salteña. Allí fue filmada por las cámaras de seguridad. Según las últimas investigaciones, una familia de apellido Causarano la recogió y la trasladó hasta la Rotonda Güemes en la caja de su camioneta. En ese último lugar fue donde el camionero Héctor Romero la habría levantado porque ella hizo dedo. Lo que sucedió luego es lo que intenta esclarecer hoy la Justicia.
Desde hace tiempo, el Ministerio de Seguridad de la Nación autorizó a que la recompensa para quien aporte datos fehacientes sobre Cash sea de 5 millones de pesos. En 2017, Federico Cash, padre de la desaparecida, murió durante un choque en la Ruta Nacional 152, en La Pampa, mientras buscaba a su hija.
Qué declaró Romero y por qué la Justicia lo detuvo 13 años después
Durante los primeros años de la investigación, numerosos testimonios falsos entorpecieron la reconstrucción de los hechos —hay quienes apuntan contra la importante suma monetaria que se ofreció desde el Gobierno como recompensa por datos—.
Según el Ministerio de Seguridad, en aquel entonces se recibieron más de 4.000 alertas sobre el paradero de María Cash. Muchos de estos testimonios fueron descartados por ser apócrifos.
En varias etapas de la investigación, Romero -quien habría sido la última persona que vio con vida a María- declaró como testigo. Nunca fue detenido como posible sospechoso de la desaparición de la joven, hasta ahora. En sus declaraciones brindó versiones muy distintas, lo que 13 años después encendió una alarma entre los investigadores.
En principio, según relata el diario salteño El Tribuno, el implicado aseguró que el día de la desaparición, la diseñadora hacía dedo al costado de la Ruta Nacional N°34, en la rotonda del cruce de Torzalito, General Güemes. Apuntó que la recogió a bordo de un camión Mercedes Benz blanco con acoplado y la inscripción “Catita”. Finalmente, contó, la llevó hasta un sector conocido como la Difunta Correa, en el paraje Palomitas, y luego continuó hacia Joaquín V. González. A partir de entonces, nadie más pudo responder dónde estaba.
No obstante, uno de los principales elementos que complica al camionero de 71 años es el análisis de la ubicación de su celular, realizado por los investigadores. Las coordenadas y los horarios registrados no coinciden con los tiempos de viaje que el hombre declaró, especialmente en el tramo entre General Güemes y Joaquín V. González. Estos desajustes generan dudas sobre su relato de los movimientos que realizó el día en que supuestamente llevó a María Cash desde la rotonda de Torzalito hasta el santuario de la Difunta Correa.
Además, las pruebas de velocidad realizadas por los investigadores demostraron que las maniobras descritas por Romero, como frenar en la Difunta Correa para que Cash bajara, son técnicamente imposibles en los tiempos que él proporcionó.
Por otro lado, según El Tribuno, las versiones que proporcionó Romero sobre el lugar en el que dejó a Cash siempre fueron vagas e imprecisas: una vez declaró que la dejó en Finca El Estanque, luego en Palomitas, y en tercer lugar, en el paraje Difunta Correa, cerca de la casa de la familia Crespín.
El medio salteño recorrió la ruta nacional 9/34 y confirmó que el punto indicado por Romero es cercano a la casa de la familai Crespín, la cual es dueña de una gomería muy frecuentada por camiones de gran porte. El sitio es además un parate predilecto para los camioneros y automovilistas que pasan por la zona y frenan para dejar una vela en el santuario de la Difunta Correa, que está a pocos metros. Sin embargo, la familia negó haber visto a María Cash y al camionero en la fecha indicada, lo que generó una importante contradicción que es investigada y está en el foco de la Justicia federal.
Por otro lado, se hallaron incongruencias en los horarios en que Romero normalmente desarrollaba su rutina para la entrega de la carga de mercadería que trasladaba. El día de la desaparición de María Cash, se registró una importante demora, que el implicado no pudo explicar.
Actualmente, la investigación depende de la Justicia Federal porque, como sucede en el caso de Loan Danilo Peña, el niño desaparecido en Corrientes a mediados de este año, presumen que podría tratarse de un delito de trata de personas.