La denuncia de un asalto en la vía pública ocurrido el 21 de mayo de 2019, derivó en la intervención de una dupla policial, uno de cuyos efectivos ejecutó a corta distancia y sin mediar ya peligro para los agentes, a dos personas, que sospechaban habían cometido aquel delito inicial. Un fiscal analizó todo el episodio por una cámara de seguridad del lugar, y logró la condena del policía Luciano Nocelli en primera y segunda instancia a 25 años de prisión, por los homicidios. Pero el martes ultimo la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, con el voto de cinco de sus seis miembros -Daniel Erbetta no votó-, anuló la sentencia y ordenó a un tribunal revisar el fallo. La decisión del máximo tribunal de la provincia abrió las puertas a un recurso de queja, algo que solamente procede en contadas ocasiones, y derribó una condena a 25 años de prisión por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego en dos hechos, en concurso real”.
Las pericias dijeron que la mujer madre de tres hijos fue baleada a una distancia máxima de 70 centímetros, mientras que el hombre fue ultimado a poco más de un metro de distancia. Ambos fallecieron horas después en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. "Esto es una locura, eso fue un fusilamiento, ni siquiera se puede hablar de exceso en la legítima defensa del policía, porque la legitima defensa termina cuando el hombre cae al piso y sin disparos por hacer, mientras la chica estaba de espaldas subida a la moto y no representaba peligro alguno, y el policía le tiró a quemarropa y sin piedad. Este fallo es una locura " repitió ante la consulta de este diario un fiscal con acceso a la causa. Se trata de un caso de gran resonancia, sobre el cual el gobernador Maximiliano Pullaro opinó varias veces, pronunciándose en contra de la sentencia recibida por Nocelli e, incluso, llegó a hablar de indulto o conmutación de pena. En ese sentido también se había pronunciado el procurador de la Corte, Jorge Barraguirre, cuando admitió el pedido de inconstitucionalidad que hizo ante el máximo tribunal la defensa del policía.
En ese momento expresó que la sentencia podía ser considerada "arbitraria", y abrió aun mas la puerta al reclamo. Ayer por la tarde el policía Nocelli fue liberado , mientras un numeroso grupo de patrulleros policiales estacionados en toda la zona del Centro de Justicia Penal, hacían sonar sus sirenas en señal de respaldo a la medida judicial, que según el ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni no será la última, ya que hay otro caso similar por el que irán hasta las últimas consecuencias.“No podemos ser timoratos como Estado, primero está la vida del policía y la vida del ciudadano a proteger" había dicho el ministro. Curiosamente en el fallo judicial condenatorio tres jueces habían coincidido que “nunca debe perderse de vista que el Estado de Derecho sólo puede concebirse con un actuar reglamentado y medido de la fuerza policial”, dijo el Tribunal. Y agregó que “imaginarlo de otro modo implicaría exponer a cualquier ciudadano a ser víctima de un exceso- potencialmente letal-, por desconocer los límites inherentes a la utilización de la fuerza y armas de fuego que portan los agentes públicos”.
Según la versión que dio el propio Estado santafesino, esa noche Jimena Gramajo (25) y Maximiliano Rosasco (35) habían intentado robarle a una mujer en la zona de Parque Irigoyen. El oficial Nocelli y su compañero Hugo Leone iban en patrullero y habrían visto la escena, por lo que habrían decidido dar la voz de alto y habría comenzado un “intercambio de disparos” que terminó minutos después con la pareja de supuesto ladrones desangrándose en el asfalto del cruce de la calle Buenos Aires y el Boulevard 27 de Febrero. Tras un proceso en el que ambos efectivos fueron juzgados a partir de las evidencias registradas en diversos videos de cámaras de seguridad de la zona, los jueces Román Lanzón, Carlos Leiva y Mariano Aliau dictaron sentencia condenatoria para Nocelli y absolutoria para Leone. En su veredicto, consideraron que el primero cometió un “abuso de sus funciones como miembro integrante de una fuerza de seguridad”. La investigación del caso había estado a cargo del fiscal Gaston Ävila y de Adrián Spelta, quien logró determinar que Nocelli con su arma reglamentaria efectuó dos disparos contra Gramajo y, al menos, otros dos contra Rosasco “cuando éste yacía desarmado en el piso”.
Las cámaras de seguridad resultaron determinantes para mostrar la conducta criminal de los policías, ya que allí se pudo ver que a las 22:10 de aquel 21 de mayo un patrullero giró en el Boulevard 27 de Febrero con dirección a Buenos Aires, donde se ve a Gramajo esperando sobre una moto. Enseguida se ve cómo la mujer cae desplomada, cómo su compañero intenta resguardarse detrás del vehículo caído y cómo Nocelli lo remata estando el supuesto ladrón herido y desarmado. “En el momento final en que Nocelli efectúa los disparos ya no había peligro para terceros ni tampoco para los agentes que autorizara las detonaciones a quemarropa”, sintetizaron los tres magistrados.
El caso Nocelli había adquirido una fuerte carga política y social. Durante la campaña electoral, el actual gobernador Maximiliano Pullaro, quien previamente había escrito una carta en defensa de Nocelli mientras era diputado, mencionó el tema como una prioridad. Tras asumir el 10 de diciembre, impulsó una ley para implementar jurados populares en los juicios a policías, una medida que buscaba abordar este tipo de casos con mayor legitimidad. Mientras tanto, en el entorno del gobierno se especulaba con un posible indulto para Nocelli, aunque finalmente el fallo judicial evitó que esta alternativa se materializara.
Por su parte el ministro de Seguridad santafesino Pablo Cococcioni, consideró que la revisión de la sentencia es el “primer paso”, adelantó que el Ejecutivo evalúa del mismo modo “al menos un caso más” de características similares y se refirió al uso de la fuerza pública en situaciones extremas. “No podemos ser timoratos como Estado, primero está la vida del policía y la vida del ciudadano a proteger. Es antipático, pero en algunas situaciones es la vida del delincuente o la tuya”, dijo en Radio 2.
“Cuando del otro lado hay un atacante armado, casi que estamos en una situación extrema, nosotros no podemos hacer que el policía dude. Sé que es antipático decirle, en algunas situaciones extremas es la vida del delincuente o la tuya. No podemos ser timoratos como Estado, primero está la vida del policía y la vida del ciudadano a proteger. Si usted sale con un arma a la calle, usted tiene que considerar que tal vez el otro tenga la misma ocurrencia y lo mate a usted”, manifestó el funcionario provincial.
Por otro lado, con el foco puesto en jueces y fiscales, quienes deben juzgar, investigar y acusar en hechos delictivos, Cococcioni detalló que desde el Ejecutivo se pensó en efectuar “cursos de táctica operacional” con magistrados y funcionarios judiciales para que “el que juzga sepa lo que es, porque una cosa es ver la película y otra estar en una situación operacional con la adrenalina, los pocos segundos de margen de decisión, los pocos elementos que uno dispone, realmente la evaluación cambia porque uno se pone en el lugar del otro y ve que no hubo una conducta dolosa, es una situación de crisis que se resuelve en márgenes muy acotados de decisión”.