El frente de partidos que compone Unidos para Cambiar Santa Fe, todos alineados detrás del liderazgo del gobernador Maximiliano Pullaro, se apresta hoy a sacar otra ley en trámite exprés entre Senado y Diputados, la ley de necesidad de reforma constitucional y llamado a elecciones de convencionales constituyentes junto con el comicio de medio término. Lo hará con la ayuda de los votos de un sector del peronismo –el referenciado en Omar Perotti– que le permitirá llegar a los dos tercios como para tratar el proyecto sobre tablas, sin haber pasado por comisiones ni por consultas previas.

Sin embargo, en las últimas horas cobró forma una variable que opaca un poco el plan del oficialismo y obliga a sus operadores a redoblar esfuerzos en el consenso mano a mano, por fuera de lo institucional: la reconciliación de la diputada Amalia Granata con las filas libertarias, algo que podría servirle a La Libertad Avanza para hacer buen pie en Santa Fe el año próximo e incluso moverle el piso a Unidos por imperio del viento de cola que hasta hoy al menos detenta el presidente Javier Milei, un viento más poderoso sin dudas que el del gobernador radical.

“Si en 3 años me siento preparada, puedo ser candidata para la gobernación. Me encantaría, incluso Javier (Milei) ya me lo ofreció”, declaró la diputada de Somos Vida a radio La Red, y ella misma lo publicó en su cuenta de la red social X. Fue la confirmación del alerta que se enciende en el pullarismo.

No fue lo único que posteó la mediática legisladora. También denunció que el oficialismo salió a comprar voluntades, que le ofreció "estímulos" a los otros legisladores de su bloque a cambio de su voto positivo para la mayoría especial que requiere. "El único contacto del oficialismo con mi bloque fue para intentar comprar el voto de mis diputados, con cargos o dinero. Lo que sucede es insólito. Sólo les importa es la reelección de Pullaro: están desesperados. La reforma es una necesidad de la casta, nada más", afirmó. Y agregó: "El gobernador pretende que su escribanía legislativa sancione una ley de reforma de la Constitución en apenas dos días y a libro cerrado (…) con el apuro del calendario electoral", denunció.

Por esta oposición flamígera que demuestra Granata, realineada con el boom libertario, una posibilidad es que el proyecto posponga la elección de constituyentes para 2026, y no para 2025, cosa de despegar la campaña del envión mileísta actual.

El Senado no es un problema para la coalición oficialista. Ahí tiene garantizados los dos tercios. La rosca contrarreloj se acentuó ayer en la reunión de Asuntos Constitucionales, presidida por el socialista Pablo Farías, donde Unidos bajó el peso de su mayoría y de sus acuerdos en ciernes. Lo que faltaba era definir el texto preciso del proyecto, y eso es lo que reclama la mayoría del Partido Justicialista.

En la agenda ya esperan varios proyectos alternativos, presentados por el senador Joaquín Gramajo, y los de Diputados, José Corral, Astrid Hummel, Joaquín Blanco, Walter Ghione, Lucila De Ponti y Claudia Balagué. De este último espacio, Frente Amplio por la Soberanía, Balagué y Fabián Palo Oliver anticiparon que también votarán a favor de la reforma. No así Carlos Del Frade.

Ayer Palo Oliver expresó "repudio total" a la presunta compra de votos que denunció Granat. "Si ella plantea eso tendrá que demostrarlo y denunciarlo en Fiscalía; si no, es poco serio. En nuestro caso, que nadie ponga en duda nuestra real vocación de reformar la Constitución", aseveró por Sí 98.9.

El oficialismo, entonces, contaría con sus 27 diputados propios, más los 5 perottistas de Hacemos Santa Fe, y 2 del FAS, acaso otro más, el de Walter Ghione por el bloque Uno. Ese es el poroteo que quedó luego de la reunión de comisión de ayer a la tarde, única instancia en la que Unidos abrió el diálogo al resto del arco político.

Pero así como en el peronismo dividido hay acuerdistas, hay posiciones intransigentes. Como la de Miguel Rabbia, referenciado en el senador nacional Marcelo Lewandowski. "La gente está con otros problemas que dan más trascendencia que embarcarnos en una lógica cuyo objetivo unico es de quienes están pensando en continuar en el poder, en la reelección del gobernador. Nosotros estamos enfocados en las preocupaciones diarias de la gente", rechazó. "Somos reformistas, pero no así, el eje no debe ser la reelección del gobernador, y es por lo que van, y lo dicen. No es el tiempo, ni el momento ni hay necesidad". En la vereda de enfrente piensan lo contrario, y hoy lo harán notar.