Con catarsis, la puesta en marcha de acuerdos y la exploración de un posible camino de  unidad, la mesa política de la Unión Cívica Radical (UCR) bonaerense puso en marcha la maquinaria que tiene al exintendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, como flamante presidente del Comité Provincia.

A lo largo de más de dos horas se sentaron en la mesa redonda del moderno espacio radical en pleno corazón de La Plata el propio Fernández, su vice Elsa Llenderrozas; los titulares de los bloques de Diputados y el Senado, Diego Garciarena y Agustín Máspoli, respectivamente; y el secretario General, Walter Crusso.

A ellos se sumaron el titular del Foro de Intendentes de la UCR, Maximiliano Suescun (Rauch), Franco Flexas (General Viamonte), Lisandro Hourcade (Magdalena), Esteban Reino (Balcarce), Érica Revilla (General Arenales) y Sofía Gambier (Pellegrini), que también es tesorera del partido.

La cita sirvió para poner orden sobre las demandas que el partido centenario llevaría ante el Gobierno de Axel Kicillof en el marco de la discusión de los proyectos de Presupuesto y la Ley Impositiva de 2025, que tiene a los intendentes en alerta. Pero también hubo lugar para la política, y si bien el encuentro representó el reconocimiento formal del Foro de Intendentes a la presidencia de Fernández, hubo tiempo para algunos reproches.

Como señaló Buenos Aires/12, el pasado 8 de noviembre, la Justicia Electoral rechazó los planteos del diputado Pablo Domenichini, del sector Evolución que comanda Martín Lousteau, y validó la postura de la Junta Electoral Partidaria, que dio por ganador de la elección interna del Comité Provincia a Fernández. Una semana después, la oposición apeló ese fallo, pero los intendentes decidieron dar vuelta la página.

“Me parece que va a venir muy bien su presidencia en el partido para abordar diversas cuestiones, pero no en la coyuntura, sino desde el primer día y llegar a fines de 2025 con un camino recorrido”, valoró el intendente de Rauch en diálogo con Buenos Aires/12.

En esa línea, el jefe de los intendentes radicales dijo que Fernández “es un interlocutor más que válido para hablar de los temas que no son de los intendentes, sino de la gente; es un presidente con un sesgo muy ejecutivo, muy anclado en lo territorial y eso nos va a servir”.

Fernández tiende puentes con el sector de Manes para ganarle en bancas al PRO

El encuentro entre los dirigentes de la mesa política del radicalismo bonaerense dejó tiempo para algunos pases de factura, aunque no pasó más allá de gestos y algún que otro reproche entre jefes y jefas comunales.

Según contaron a Buenos Aires/12, fueron intercambios que tuvieron que ver con el modo en que se dio el proceso electoral en la interna, cuando un grupo de cinco intendentes, entre ellos Suescun, no definió postura por ninguno de los dos candidatos, abogando por una unidad que nunca llegó.

Desde el Comité lo minimizaron y, fiel al estilo radical, aseveraron que las discrepancias se dieron “por falta de asados”. Con la interna en el pasado, Fernández indicó que ya  comenzó a tender puentes con el titular del bloque radical “díscolo” en la Cámara de Diputados, Acuerdo Cívico UCR+GEN, que tiene como presidente al platense Claudio Frangul, legislador de línea directa con el diputado nacional Facundo Manes. “Este es un primer paso. He tenido una conversación telefónica con el presidente del otro bloque. Vamos a tomar un café, vamos a empezar a conversar”, sentenció.

La idea del nuevo jefe boina blanca es poder contribuir en la unificación de los bloques de la UCR en la Cámara baja, dado que le daría más poderío al espacio. De lograrlo, los radicales pasarían a ser la primera minoría juntando 15 escaños, lo que los ubicaría por encima de La Libertad Avanza y del PRO.

“Creo que es imperioso tratar de unir el bloque del radicalismo en un solo bloque y tener esto que hoy parece una excepcionalidad, como una regla: trabajo conjunto entre intendentes, las autoridades del partido y los legisladores. Eso da una visión 360 grados con perspectiva de la política, del territorio, de quienes tienen que legislar y votar. Hay un trabajo que tiene que fluir articuladamente”, planteó Fernández ante este medio.

La unidad parece (muy) difícil, especialmente con el acercamiento al sector de Martín Lousteau, tras una interna que fue feroz y que todavía tiene un capítulo abierto en la Justicia.