El gobierno de la Libertad Avanza se propuso privatizar a las empresas públicas desde el inicio de su gestión. Primero lo intentó con el mega DNU 70/23 donde, entre sus más de 600 artículos, incluyó a 41 empresas como YPF, ARSAT, el Banco Nación, Nucleoeléctrica Argentina S.A. que tiene a cargo las centrales nucleares, Energía Argentina SA (ex IEASA), Aguas Argentinas, Innovaciones Tecnológicas Agropecuarias S.A., el Correo Argentino, Aerolíneas Argentinas, Fabricaciones Militares, la Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martin”, Empresas ferroviarias, un astillero, Vehículo Espacial Nueva Generación S.A (VENG), EDUCAR, S.A. y las empresas del Sistema de Medios Públicos, por solo nombrar algunas de ellas.

El DNU fue rechazado en el Senado y nunca tratado en Diputados, con lo que está vigente. Pero para atemperar el rechazo a la privatización de las empresas públicas, el gobierno volvió a insistir presentando en el Congreso una primera versión de la “Ley Bases”. Allí incluyó nuevamente a las 41 empresas públicas que quería privatizar, pero luego de sucesivas negociaciones debió retirar a YPF, el Banco Nación, ARSAT y Aerolíneas Argentinas, entre otras, y dejar sólo 9 de aquellas para lograr la aprobación de la misma. Además, por fuera de la “Ley Bases”, el gobierno está concretando la privatización y extranjerización de IMPSA, esta empresa fabrica turbinas y generadores para toda la región, fue estatizada en 2021.

Los motivos de la avanzada privatizadora son varios: van desde el deprecio por lo público puesto de manifiesto por el presidente al definirse como “el topo que destruye al Estado desde adentro”, hasta obtener divisas por la venta de las mismas para engrosar las reservas negativas del Banco Central, pasando por reducir el gasto público, ceder cuotas de mercado y habilitar negocios para los fondos de inversión y el capital transnacional.

Aunque el gobierno aceptó excluir de la “Ley Bases” a la mayoría de las empresas públicas que originalmente quería privatizar, también afirmó a través del vocero presidencial que volvería a intentarlo utilizando todos los medios a su alcance. Esto quedó de manifiesto con la campaña de desprestigio realizada sobre las empresas públicas desde el inicio de la gestión, el dictamen favorable obtenido en la comisión de Diputados para la privatización de Aerolíneas Argentina o las ventas de activos de YPF como son los campos maduros de petróleo convencional, el desfinanciamiento de Y-TEC y el anuncio de la venta o el cierre de YPF Litio.

El litio

Desde diversas tradiciones se reconoce la contribución de las empresas públicas al desarrollo nacional y el rol destacado que tiene el Estado para promoverlas. En una investigación reciente sobre empresas públicas de base tecnológica señalamos que realizan un aporte significativo al desarrollo porque: 1) aseguran la soberanía sobre los recursos naturales y promueven el desarrollo tecnológico; 2) sustituyen importaciones y generan divisas; 3) contribuyen a la planificación del desarrollo; 4) promueven articulaciones virtuosas con los actores de la cadena de valor y desarrollan proveedores; 5) contribuyen al desarrollo regional de forma social y ambientalmente más sostenible; y 6) promueven transformaciones regulatorias e institucionales.

Argentina, junto a Bolivia y Chile, forma parte del Triángulo del Litio, una región que posee más del 56% de las reservas globales del mineral. Según datos recientes, en la Argentina existen más de 50 proyectos en diferentes etapas de desarrollo, de los cuales cuatro están en producción. En 2023, estos proyectos produjeron aproximadamente 44.000 toneladas de carbonato de litio, y se estima, según datos del sector, que esta cifra podría quintuplicarse para 2028, alcanzando las 202.000 toneladas. Las exportaciones de litio en 2023 alcanzaron los 846 millones de dólares, según el Indec, especialmente destinadas a China, EEUU, Corea y Japón.

El impacto económico de la explotación del litio en las economías provinciales es significativo. En 2023, el 21% de las exportaciones mineras correspondieron al litio, y el 62,4% de las exportaciones mineras de la región del NOA provinieron de este sector.

Para Jujuy, Catamarca y Salta la exportación de litio representa el 57%, 74% y 4% de sus respectivas exportaciones totales; no obstante, en el caso de Salta se incrementará con la entrada en producción del proyecto Centenario-Ratones desde mediados de 2024. En cuanto al empleo, la minería de litio generó más de 1.400 empleos en Jujuy, 1.000 en Catamarca y 1.380 en Salta en 2023, con remuneraciones que superan en un 150% el promedio provincial.

YPF Litio es una empresa subsidiaria de YPF con un rol relevante en cuanto a la soberanía tecnológica y el agregado de valor. Fue creada en 2022 con el objetivo de posicionar a la Argentina en la cadena de valor del litio, para industrializarlo e intervenir de forma estratégica en el proceso de transición energética y en la disputa geopolítica y tecnológica que ocurre a nivel mundial en torno al mismo.

La empresa se ha enfocado en proyectos de exploración y explotación en las provincias del noroeste argentino, particularmente en Catamarca, donde se asoció con la empresa pública provincial CAMYEN (Catamarca Minera y Energética Sociedad del Estado) para la exploración y explotación de litio en algunos salares en que se revirtió la concesión aplicando técnicas extractivas más sostenibles y con licencia social.

A mediano y largo plazo la empresa se propone proveer de carbonato de litio y de otros derivados a Y-TEC, a otras empresas que fabriquen derivados, compuestos, celdas y baterías de ion-litio, y a exportar el excedente de la producción. Y-TEC es un desarrollo tecnológico realizado por YPF en conjunto con el Conicet y la UNLP, que tiene entre otros objetivos abastecer a la planta industrial de UNILIB que tiene Y-TEC, el CONICET y la Universidad Nacional de La Plata, dedicada a la fabricación de celdas y baterías de litio-hierro-fosfato (LFP) para el almacenamiento de energía y para el transporte público.

A diferencia de lo que ocurre actualmente con las empresas transnacionales, que exportan la totalidad del litio que extraen en Argentina, la presencia de YPF Litio permitiría abastecer localmente de carbonato de litio y de otros derivados a las empresas públicas antes mencionadas y propiciar la creación o radicación de empresas en Argentina para fabricar celdas o baterías.

En esa dirección iba el acuerdo firmado el 4 de diciembre de 2023 entre Y-TEC y el director de la Unión Europea para América Latina, en el cual se proponían avanzar en un proyecto de producción conjunta de LFP en Argentina con socios europeos. De haberse concretado este proyecto, se hubiera fortalecido la capacidad tecnológica del país.

Resistencias

Como señala Roberto Salvarezza, ex presidente de Y-TEC e YPF Litio, la irrupción de YPF en la producción del litio permitía una mirada integral: desde el salar a las baterías y de éstas a los puntos de recarga de los vehículos eléctricos y al almacenamiento de energía en los parques solares y eólicos. Sin embargo, la presencia de YPF Litio generó resistencias en las empresas transnacionales y de las cámaras empresarias vinculadas a la actividad extractiva y en una parte del sector científico y político que veían en la estrategia de la empresa cambios en el marco regulatorio que afectarían el status quo del ecosistema del litio en Argentina, por ende, una afectación de los intereses geopolíticos y los planes de negocios de las empresas.

Si de un modo se puede definir el desarrollo con inclusión social, eso es, vinculando tecnología y productividad, exportaciones con empleos de calidad, y un ejercicio real de la soberanía, una apuesta como la de YPF Litio e Y-TEC no pasa inadvertida en las miradas geopolíticas de los países desarrollados.

Así lo evidencian las declaraciones realizadas por los altos mandos militares de Estados Unidos frente a la presencia de empresas de China en la región y la necesidad de asegurarse la provisión de un insumo que consideran crítico porque hace a su seguridad nacional.

Desregulación

La actual administración de la Libertad Avanza está abocada a quitar regulaciones para dotar de un mayor poder de negociación a los grandes jugadores mundiales alejados de los intereses nacionales. La creación del Régimen de Inversiones (RIGI) es justamente una muestra de ello, porque disminuye el poder político del país para negociar.

Bajo la administración del nuevo presidente de YPF, y en consonancia con la política gubernamental, la empresa ha anunciado que va vender YPF Litio o la va a relegar a un segundo plano. Esta decisión forma parte de un plan más amplio de desinversión que incluye la venta de otros activos en Chile y Brasil, con el fin de optimizar los recursos de la compañía y maximizar el retorno sobre la inversión, pero de espaldas a un análisis sobre la conveniencia a futuro que tendría para la empresa diversificarse y aprovechar la capacidad estratégica que la misma tiene para traccionar el desarrollo científico, tecnológico y productivo hacia el conjunto del ecosistema del litio, tal como lo hacen Chile o Indonesia, por ejemplo, quienes obligan a industrializar la totalidad o una porción del producto puertas adentro del país.

En este sentido es que la Diputada Nacional Julia Strada presentó en 2024 un Proyecto de ley sobre la industrialización del litio y el desarrollo de baterías que debería tenerse en cuenta junto con otras iniciativas promovidas por el Foro Interuniversitario de Especialistas en Litio del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), por mencionar algunas.

Este cambio de dirección en YPF tiene implicaciones significativas para el sector del litio en Argentina. La venta o cierre de YPF Litio y el desfinanciamiento de Y-TEC es un error estratégico. También genera incertidumbre sobre el futuro de los proyectos en curso y las colaboraciones establecidas con otras empresas, como por ejemplo: la relacionada con la fabricación de baterías de litio en asociación con Y-TEC; la creación de una planta para la fabricación de batería en Santiago del Estero; la conversión del coque, un residuo de la industria petrolera, en grafito que tenía previsto realizar YPF y el proyecto en tratativas con ALUAR para generar láminas delgadas de aluminio, en ambos casos insumos necesarios para la fabricación de celdas cuya producción nacional evitaría importarlos de China; y el convenio con la empresa pública provincial REFSA (Recursos y Energía de Formosa S.A.) para desarrollar técnicas que permitan aprovechar el litio que queda en el agua cuando se la separa del petróleo, por mencionar sólo alguna de ellas.

YPF Litio ha resultado ser una iniciativa clave en el intento de la Argentina de posicionarse en la cadena global del litio. La venta de YPF Litio implicaría el abandono de un proyecto integral de litio, el retroceso en la posibilidad de la industrialización del mismo, consolidaría un modelo neocolonial de provisión de materias primas y profundizaría la dependencia económica y tecnológica y la pérdida de soberanía sobre los recursos naturales.

* Director de la Maestría Políticas Públicas para el Desarrollo con Inclusión Social, Área Estado y Políticas Públicas, FLACSO Argentina. Investigador del IICSAL/FLACSO-CONICET.

** Docente e investigador en el Área Estado y Políticas Públicas, FLACSO Argentina.