Minutos después de la eliminación en la Copa Argentina a manos de Vélez, el presidente de Boca, Juan Román Riquelme, dio la cara e intentó bajar un mensaje de calma a los hinchas, en medio de la frustración por una nueva chance dilapidada. Y si bien el ídolo xeneize esbozó una autocrítica al destacar que Boca no jugó bien a lo largo de la Liga Profesional, también expresó su descontento porque a su club se le exige más que a otros equipos del fútbol argentino.

Con un semblante distendido pese a la eliminación y el dramatismo que tuvo la semifinal que Vélez ganó por 4-3 luego de ir perdiendo 3-2 hasta diez minutos antes del final del encuentro, Riquelme dejó en claro su postura: que a Boca lo miden con distinta vara que al resto. "Yo no escucho que hablen de todos los equipos que tienen la obligación de ir a la Libertadores. Nosotros soñamos con jugarla todos los años y es nuestra obligación, pero no escucho lo mismo de todos los equipos", expresó el ahora dirigente en diálogo con TyC Sports luego del encuentro.

Riquelme aseguró que tiene "autocrítica" y en ese sentido cuestionó los resultados del equipo en la Liga Profesional. "Hay que hacerse cargo de que en el torneo largo Boca no lo ha hecho bien", remarcó el presidente xeneize, aunque luego destacó conquistas muy menores como que el equipo haya sido semifinalista el semestre pasado en la Copa de la Liga o en la actual Copa Argentina, con lo que dio a entender que desde afuera no se valora que haya llegado a esa instancia. "En el semestre pasado hemos sido semifinalistas, ahora semifinalistas de nuevo, pero si Boca llega a semifinalista, el título no es bueno. Como el año pasado, que llegamos a la final de la Copa Libertadores y fue un fracaso porque perdimos la final", reflexionó Riquelme. "Tenemos mucho que mejorar, tenemos que estar todos juntos. Esperemos que podamos ganar", aseveró.

En cuanto al análisis del encuentro, consideró que Vélez tuvo "suerte" en quedarse con la victoria, a la vez que valoró el esfuerzo que hizo Boca de revertir un desarrollo inicial muy desfavorable. "Tuvimos un partido con situaciones complicadas. Ir 2 a 0, un gol en contra, una expulsión... Se estaba poniendo todo difícil. El equipo compitió. Así como tuvo muchos errores, tuvo cosas muy buenas. No es fácil ir 2 a 0 con un jugador menos, pasar a ganar. Al final, con dos centros nos terminan dando vuelta el partido", expresó el dirigente, que destacó que el equipo debe recuperarse rápido para poder garantizarse un lugar en la próxima Copa Libertadores.

"Teníamos ilusión de llegar a la final y no pudimos. Ahora tenemos que pensar en los partidos que nos quedan, tratar de hacerlo bien, pedirle a la gente que nos acompañe. Sabemos que en el año tuvimos cosas buenas y otras no tanto. No vivo de la manera que quieren instalarle a la gente. Hemos sido semifinalistas de la Copa Argentina, que no es fácil. Hemos sido semifinalistas del torneo pasado, cuando nos tocó jugar con Estudiantes, que el equipo compitió bien. Nos quedan tres partidos, tenemos que intentar hacerlo de la mejor manera, ganar, terminar lo más alto posible", señaló.

En tanto, Riquelme evitó cuestionar al peruano Luis Advíncula, que se fue expulsado en el comienzo del segundo tiempo por una falta evitable a 60 metros de su propio arco. "Es fútbol. Nadie se hace expulsar porque quiere. Advíncula nos dio muchas alegrías. Hoy le tocó ser expulsado por doble amarilla. ¿Qué va a ser? Son cosas que pasan", minimizó el ídolo xeneize, pese a que el futbolista recibió muchos silbidos por la acción y que había sido protagonista de otra expulsión clave este año en Boca, cuando recibió una roja a los 10 segundos del partido ante Cruzeiro en la Copa Sudamericana, cuando el entonces equipo de Diego Martínez quedó eliminado por penales en los octavos de final.