La tenista polaca Iga Swiatek, número dos del mundo y ganadora de cinco títulos de Grand Slam, recibió una sanción de un mes impuesta por la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA) tras dar positivo en un control antidoping por trimetazidina (TMZ) en un control fuera de competición realizado el pasado 12 de agosto.

De acuerdo a lo que informó el organismo, la sustancia prohibida ingresó al cuerpo de la exnúmero uno del mundo de manera no intencional debido a la contaminación de un medicamento utilizado para tratar el jet lag y los problemas de sueño. Más allá del positivo que motivó la sanción, la ITIA consideró que el nivel de culpa de Swiatek estaba en el rango más bajo de "ausencia de culpa o negligencia significativa" tras realizar entrevistas con la jugadora, su entorno y análisis en laboratorios acreditados por la Agencia Mundial Antidoping (AMA).

La investigación concluyó que la trimetazidina, un fármaco utilizado en tratamientos cardíacos y prohibido por su capacidad para mejorar el rendimiento metabólico, estaba presente en un producto manufacturado en Polonia, sin receta regulada. Por ese motivo, la sanción resultó muy benévola para la jugadora. 

Swiatek fue suspendida provisionalmente entre el 22 de septiembre y el 4 de octubre, por lo que se perdió parte de la gira asiática, incluidos los torneos WTA 1.000 de China y Wuhan. En aquel momento, la tenista polaca había informado que estaba llevando a cabo cambios en su equipo, razón por la que desistía de competir en esos torneos. Por la sanción también fue despojada de los premios obtenidos en el WTA 1.000 de Cincinnati, donde alcanzó las semifinales y había ganado cerca de 150.000 euros. Sin embargo, su suspensión oficial de un mes, que entró en vigor el 27 de noviembre, finalizará el 4 de diciembre, lo que le permitirá competir en el Abierto de Australia en enero de 2025 sin inconvenientes.

Pese a la controversia, la ITIA subrayó que Swiatek actuó con transparencia durante la investigación y su caso marca un nuevo episodio en el debate sobre la presencia de sustancias prohibidas en medicamentos regulados y la necesidad de controles más estrictos en su producción y etiquetado.