En un contexto de múltiples desafíos -disminución de público, aumentos en servicios y alquileres, un fuerte ataque al sector cultural desde el gobierno nacional- se realizará en la ciudad de Buenos Aires una nueva edición del "Día del Teatro Independiente", efeméride que se conmemora cada 30 de noviembre. A diferencia de otros años, esta vez será sin apoyo oficial. En 40 espacios alternativos se ofrecerán descuentos, promociones o funciones a la gorra y gratuitas, según lo que cada uno pueda ofrecer, entre el viernes y el domingo. 

El 30 de noviembre se celebra el "Día del Teatro Independiente" porque en esa fecha, en 1930, fue fundado el Teatro del Pueblo. También se conmemora el "Día Nacional del Teatro" por la inauguración del Teatro de la Ranchería, primer espacio en que se representaron piezas dramáticas en el Buenos Aires colonial. En 2019, la Asociación Argentina del Teatro Indendiente (ARTEI) acercó una propuesta al Ministerio de Cultura porteño para organizar un festejo en las salas de la Ciudad. La cartera financiaba una obra que se realizaba con entrada gratuita en cada espacio participante. Posteriormente, en 2021, 2022 y 2023 noviembre se convirtió en el "Mes de la Cultura Independiente", con la integración de centros culturales y clubes de música a la propuesta. En todos esos años y en ese marco ARTEI continuó conmemorando el "Día del Teatro Independiente".

En esta oportunidad, la celebración no contará con apoyo oficial, por eso hay modificaciones en su modalidad. "Con el cambio de gestión llevamos la propuesta a la ministra de Cultura (Gabriela Ricardes), quien nos dio una reunión en agosto, después de bastante tiempo de haber asumido. Le contamos de esta relación que teníamos, de esto que se hacía. En ese momento la gestión estaba abocada al FIBA, y no mostró interés o no pudo apoyar. Llegamos a la fecha sin renovar la gestión", cuenta Gonzalo Pérez, presidente de ARTEI, a Página/12. Los miembros de la asociación optaron por hacer la movida igual, con lo que cada lugar pueda ofrecer en condiciones muy difíciles para el sector. Participan 40 salas -han llegado a ser 100- y no todas las funciones son gratuitas, sino que las hay a la gorra, o con distintos niveles de descuentos y promociones.

Se sumarán, entre otras, el Camarín de las Musas, Moscú, el Payró, el Anfitrión, La Máscara, Chacarerean, Patio de Actores, Belisario, El Popular, Abasto Social Club y  El Portón de Sánchez. Hay un link en Alternativa Teatral mediante el cual se puede consultar la programación de todas las fechas. El sábado, en cada teatro, será leído un comunicado cocinado en asamblea.

En el texto, los referentes de ARTEI subrayan su "histórica defensa del derecho a la cultura y al acceso democrático a las expresiones artísticas". "Garantizar ese derecho es una forma de contribuir a la construcción de una sociedad que potencie el desarrollo humano, la inclusión social, la identidad, la diversidad y la creación de redes y lazos comunitarios. Quienes hacemos teatro independiente contribuimos día tras día con esos objetivos. En nuestros espacios trabajamos miles de personas y se realizan cientos de funciones semanales llegando a miles de espectadores. Sin embargo es el Estado, en todos sus niveles, el que debe garantizar un derecho que está promovido y fomentado en nuestras leyes, en nuestra Constitución Nacional y en Tratados Internacionales que el país debe cumplir", expresan.

El documento plantea, en este sentido, una defensa de los institutos de fomento "ante cualquier ataque y desfinanciamiento". "La rentabilidad no es ni debe ser una medida para nuestro arte. Los presupuestos para la Cultura no son un gasto, son una inversión estratégica que aportan al desarrollo sostenible de cualquier país", define el comunicado.

Por su parte, Pérez habla de un "momento complicado" para el sector, por "varios factores". La crisis económica hizo que el promedio de público disminuyera, con una concentración en determinadas producciones y salas. Las entradas continúan a un costo accesible, no acorde a la inflación que hubo durante el año; en tanto que las tarifas de los servicios asfixian a los espacios. "No hemos tenido cierres masivos por el momento en ARTEI, sí algunos casos que no podían pagar el alquiler o los servicios. Lo que sí pasa en la absoluta mayoría es sentir la incertidumbre de no saber hasta cuándo. Mes a mes vamos viendo hasta cuándo podemos funcionar", explica Pérez.

"Para muchos de nosotros esto es una militancia cultural. Sostenemos que el teatro independiente es una actividad sin fines de lucro, pero eso no quiere decir que sea sin ingresos. Vamos a seguir defendiendo el derecho del acceso a la cultura en cada barrio de la Ciudad, con nuestras salas como canal accesible al derecho al teatro", concluye.