La organización del partido que mañana Central jugará en el Gigante con Racing mostró, una vez más, la relación de desconfianza que impera entre dirigentes y funcionarios a cargo del ministerio de Seguridad de la provincia. El crimen de Andrés “Pillín” Bracamonte ocurrió hace 20 días y ni siquiera el tiempo transcurrido logró construir acuerdos entre las partes. Para no poner en juego el poder vacante en el paraavalancha canaya, es decir el espacio físico propiamente dicho, las tribunas populares que dan espaldas al club Regatas no serán habilitadas por decisión de la Asociación del Fútbol Argentino, la que salió finalmente al auxilio por el miedo que reina en autoridades de la institución auriazul.
Como adelantó este diario en su edición del pasado lunes 18, mañana todo el estadio no será habilitado. Las populares norte, donde se ubica la barrabrava estará cerrada para evitar poner en puja el espacio que lideró hasta el partido con San Lorenzo, Andrés “Pillín” Bracamonte. Esta decisión la tomó la AFA al advertir la preocupación que reina en los dirigentes de Central. La casa rectora del fútbol argentino argumentó la utilización de pirotécnia en los últimos partidos para la sanción pero solo como formalidad para no exponer aún más a los directivos canayas.
Es que antes del anuncio de la AFA, el Ministerio de Seguridad de la provincia dio a conocer detalles del operativo de seguridad a desplegar mañana que no satisfizo en nada a los dirigentes. Jugar en horario diurno y prohibición de uso de banderas e instrumentos musicales eran las principales medidas, entre otras. Una decisión que no canalizó ni interpretó la preocupación de las autioridades de Arroyito y que ignora lo que se puso en juego y se dirimirá con violencia tras el asesinato de Bracamonte. Así planteado el abordaje de la situación, la problemática no tiene salida. Es que los funcionarios del área de Seguridad históricamente ven a los dirigentes como cómplices de los barras, no como víctimas. Y si bien la ciudad tuvo claros ejemplos de directivos con estrechas relaciones con los violentos, los funcionarios se muestran incapaces de identificar a quienes no forman parte de la estructura delictiva que caracteriza a una barra de fútbol.
El conflicto abierto en la organización del partido de mañana quedó explícito ayer en voz del director provincial de Seguridad en Eventos Masivos de la provincia, Fernando Peverengo: “Queremos expresar nuestro descontento por el poco acompañamiento de los dirigentes del fútbol. Después vienen las críticas cuando no salen bien las cosas. Los operativos de cancha nunca son perfectos y siempre hay cosas por corregir. Pero a los dirigentes les importa poco cuidar a la gente que acude a los estadios”.
Para avivar más las diferencias con los dirigentes, Peverengo expresó: “Quisiera saber si en caso de que estuviera Bracamonte conduciendo la barra hubiese salido esa resolución de AFA. A mí me quedan ciertas dudas y tengo que decirlo. Tampoco entiendo por qué el único que podía apelar esa sanción, es decir Central, no lo hizo. Al menos para que quede en suspenso y se pueda armar el operativo como estaba pensado en un primer momento”.
La directiva canaya hizo saber del miedo que reina en el club pero las autoridades, evidentenemente no le creen o no le quieren creer. “Siempre estuvimos a disposición del club para cumplir con el operativo con cancha llena y estamos poniendo el esfuerzo de hacerlo de la mejor manera. Es importante que el hincha comprenda el momento que se está viviendo. Aquel que no tenga cargada la entrada en el carné, por favor evite acercarse al estadio. Está todo armado para que ingresen solo los que estén habilitados”, agregó el funcionario.
Las medidas dispuestas por la AFA se extenderán al partido de la última fecha con Belgrano. La dirigencia tendrá el receso de verano para evaluar otras medidas de prevención que ayuden a mitigar la pelea por el liderazgo de la barra dado que el Gigante no podrá seguir con la popular norte sin utilizar. Por lo pronto, hasta el momento no hay ninguna idea aportada por dirigentes o funcionarios.