El feriado en la plaza financiera de Estados Unidos --por el Día de Acción de Gracias-- no impidió que los movimientos en los mercados mundiales tuvieran repercusión en Argentina. Sobre todo, porque nada menos que en el principal socio comercial, Brasil, se profundizó la devaluación de su moneda, el real, mostrando un patrón de comportamiento que añade presión a la ya complicada economía argentina, marcada por la pérdida de competitividad internacional del peso.
Este jueves, desde las primeras operaciones, la cotización del dólar en Brasil fue trepando hasta superar los 6 reales por unidad. De este modo, el real acumula una caída en torno al 3 por ciento en lo que va de noviembre. Este comportamiento prolonga un proceso que se ha mantenido constante desde principios de 2024.
Si se compara con el valor de R$ 4,9 registrado en enero, el real ha sufrido una depreciación acumulada del 19%. O, lo que es lo mismo, la cotización del dólar aumentó en un 23 por ciento. Fenómeno que impacta directamente en las exportaciones argentinas hacia Brasil, su principal socio comercial, ya que la dinámica inversa del peso argentino frente al dólar agudiza la pérdida de competitividad de los productos nacionales en el mercado brasileño.
En medio de la estabilidad cambiaria local, las reservas del Banco Central se encaminan a alcanzar los US$ 32.000 millones antes de cerrar el 2024.
Este jueves, el BCRA compró US$ 11 millones en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). De esta manera, se dirige a cerrar la semana con una fuerte adquisición de casi US$ 320 millones.
Las reservas brutas internacionales crecieron US$ 156 millones, a US$ 31.636 millones.
El dólar blue cerró a $1.130 para la venta En cuanto al dólar futuro, el contrato de noviembre subió 0,1% a $1.012, mientras el de diciembre se mantuvo estable a $1.038,50, lo cual deja una tasa nominal anualizada del 33,1%.
El dólar MEP cotiza a $1.075,73 por lo que la brecha con el oficial se ubica en el 6,6%. En tanto, el Contado con Liquidación (CCL) opera a $1.105,85 y el spread con el oficial se posiciona en el 9,5%.
El panorama económico brasileño también enfrenta desafíos internos. El gobierno de Luiz Inacio “Lula” Da Silva ha implementado un ambicioso plan de ajuste fiscal que incluye un recorte de US$ 11.800 millones para los próximos dos años.
Este paquete busca restaurar la confianza de los inversores al mostrar un compromiso con la estabilidad de las cuentas públicas. Paralelamente, se ha anunciado una reducción de impuestos para trabajadores con ingresos inferiores a US$ 800 mensuales, medida que apunta a aliviar la carga tributaria sobre los sectores más vulnerables.
Sin embargo, estos anuncios han generado incertidumbre en los mercados financieros. La Bolsa de San Pablo registró una caída del 1,8% el miércoles, reflejando las dudas de los inversores sobre el alcance y la efectividad del paquete fiscal.
En este contexto, el real continúa debilitándose frente al dólar, lo que prolonga un ciclo que repercute negativamente en la relación comercial entre Argentina y Brasil, profundizando los desafíos económicos de ambos países.