La ofensiva del gobierno de Javier Milei contra la ciencia y la tecnología en la Argentina movilizó al sector en autodefensa. Una de las formas de resistir el embate de la extrema derecha fue el de las intervenciones en espacios públicos: por ejemplo, en el subte. Cuando sucedió la primera gran marcha de los universitarios, en abril pasado, se buscó concientizar. Y también cuando el debate por el presupuesto, que derivó en el veto presidencial.