Este viernes, la ciudad amaneció empapelada con una serie de carteles que rápidamente captaron la atención de todos. En ellos, se destacaban dos sectores clave del oficialismo: la vicepresidenta Victoria Villarruel por un lado, y la fórmula Karina Milei - Manuel Adorni por otro. Sin embargo, lo que realmente generó suspicacia fue la curiosa coincidencia. Además, los carteles de Villarruel estaban firmados por el Movimiento Nacional Justicialista, en un claro intento de vincularla con el peronismo. Esto desató revuelo en medio de la creciente tensión dentro de La Libertad Avanza, un oficialismo que ya arrastra disputas internas.
Los carteles de Villarruel resaltaban su figura con el lema “Victoria Conducción” y una fuerte carga simbólica peronista, que incluía imágenes de José de San Martín, Manuel Belgrano, Juan Domingo Perón y José Ignacio Rucci, junto a valores tradicionales como “Dios, Patria y Familia”. Esta asociación con el peronismo ultraconservador no pasó desapercibida, sobre todo porque Villarruel fue señalada como parte de una ala más conservadora dentro de La Libertad Avanza.
Lo que generó desconfianza respecto al carácter espontáneo de la acción, fue la aparición simultánea de otros carteles, esta vez con la candidatura de Manuel Adorni, vocero presidencial, junto a Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia. Este cartel, que también se colocó en zonas estratégicas, parecía una jugada calculada para marcar la diferencia dentro de la interna oficialista. La coincidencia de estas pegatinas, con figuras tan disímiles, no hace más que abrir un nuevo frente de disputa dentro de la coalición, ya fragmentada por otros conflictos previos.
Desde el entorno de Villarruel, rápidamente se desmarcaron de esta campaña, asegurando que no tenían nada que ver con la colocación de los afiches. “No tenemos tan mal gusto”, se defendieron, tratando de despejar cualquier sospecha de estar detrás de la movida. Sin embargo, el daño ya estaba hecho: la relación entre la vicepresidenta y la Casa Rosada se tensó aún más, y los carteles parecieron más una maniobra encubierta que una simple casualidad.
La tensión abierta entre Villarruel y Milei
La relación entre Villarruel y el presidente Javier Milei atraviesa meses de tensiones, alimentadas por diferencias sobre temas clave como la elección de jueces o la postura ante homenajes a figuras del pasado. Aunque Villarruel intentó mantenerse alineada con el presidente, sus movimientos políticos incrementaron la ira del ultraderechista quien no perdió oportunidad de contar que no tienen relación y que piensan un proyecto de país "muy distinto".
Con las legislativas de 2025 a la vista, la guerra de carteles parece ser solo el principio de una lucha más profunda por el control del espacio político. La estrategia detrás de estos carteles, sin importar quién la haya orquestado, está claramente orientada a generar fricciones dentro del oficialismo y a marcar el comienzo de una campaña anticipada, en la que cada movimiento contará.