La Justicia intervino los teléfonos del camionero Héctor Romero de 71 años, el cual fue acusado y detenido este martes por el homicidio de María Cash, la diseñadora desaparecida el 8 de julio de 2011.
Romero fue detenido el martes después de que el fiscal Eduardo Villalba emitiera un dictamen recopilando las evidencias recolectadas hasta el momento, y que terminaron en la imputación por homicidio agravado con prisión preventiva.
Este viernes peritaron el teléfono celular del acusado y, tras haberse filtrado las conversaciones, la defensa pidió la prisión domiciliaria por su edad y por su estado de salud.
La apertura del teléfono de Romero está en manos de la Gendarmería Nacional, que este viernes a las 11.30 accedió al celular y deberá analizarlo.
Las ubicaciones de las antenas el día de la desaparición de María Cash y los horarios incongruentes con las declaraciones del camionero son algunos de los puntos que cuestionó el fiscal Villalba para sostener la acusación.
Las declaraciones del entorno de Romero, que se contradicen con la ubicación de las antenas, y el testimonio del camionero fueron fundamentales en esta etapa de la investigación. Romero trabajaba manejando un camión de la empresa Miguelito, y su tarea era trasladar mercadería entre las sucursales de Güemes y Joaquín V. González.
Según fuentes locales, el fiscal Villalba en las pruebas que le exhibió a Romero en la indagatoria mencionó: “Se determina con el análisis telefónico que Romero se contradice en relación a la hora de llegada y retorno de J. V. González el 8 de julio de 2011, ya que, como se observa en análisis, él arribó a esa localidad a 18.42, y emprendió regreso a las 21.07, demorando 02.47 horas de viaje desde Güemes a González, y un tiempo de demora de regreso de 03.23 desde González a Güemes, abriéndose dos ventanas de tiempo que rompe su patrón de conducta”.
Esa incongruencia motivó que citaran a Gustavo Lemos, el encargado del supermercado Miguelito, a declarar. El 5 de noviembre, cuando el empleado recibió la citación de la Justicia, llamó a Romero, y tuvieron el siguiente diálogo:
- Gustavo Lemos: Pero que raro que salte lo mío ahí.
- Héctor Romero: Porque vos me decís que te habían preguntado a vos de qué había ido el camión, cómo era ese día, algo así creo que me has dicho, no me acuerdo yo tampoco de eso.
- GL: Y si, el camión ha llegado, ¿Qué no?
- HR: Claro. Y si ha llegado más o menos en el horario, en el horario normal que siempre llego.
- HR: Y nada más, por eso vos acordarte más o menos qué ha dicho, qué le ha dicho al policía y eso, no tenés que inventar nada.
- GL: No, no, no.
- HR: Responder lo que ellos te pregunten. No, no inventes nada, vos, porque te vas a perjudicar después solo.
- GL: Claro, no, más vale. Así que bueno, voy a tener que ir che.
- HR: Pero por eso te digo, seguro que te lo preguntas a mí si yo te he dicho algo... y eso, pero no... yo no me acuerdo que te haya dicho nada raro, ¿ha visto?
Esta conversación tan extraña sobre lo que debía declarar Lemos ante la Justicia para no complicarlo despertó las sospechas de los investigadores.
En tanto, Damián Romero, el hermano del camionero, y Federico Segura Giménez, el hijo de Miguel Segura, el dueño del supermercado Miguelito y el jefe de Lemos y Romero, mantuvieron otra charla telefónica que llamó la atención de la Justicia. De las escuchas, a las que accedió un medio nacional, se desprende:
--Federico Segura: ¿Qué dice el Romerito?
--David Romero: No, ni le pregunto, mira.
--FS: ¿Ah?
--DR: Ni le pregunto.
--FS: Ah, bueno.
--DR: Esta mañana lo he visto que ha ido a ver unas cosas a la cámara de uno, pero ni le pregunto. Pero que la tiene complicada, la tiene complicada.
--FS: Y sí pue, ya lo enriedan de nuevo en el quilombo.
--DR: Sí, si lo enriedan bien en el quilombo. Por eso yo no, yo he hablado con él antes de ayer nada más, y después no le pregunto más del tema.
--FS: Claro.
--DR: No sé cómo zafará. Ahora lo único que queda es apechugar, porque ya no queda otra. El quilombo está hecho hace 13 años.
En otra de las escuchas que obtuvo la Justicia, Segura se comunicó con Mario López, el encargado de la flota de camiones de la empresa.
--Mario López: Hay otro punto ahí don Miguel.
--Miguel Segura: Si.
--ML: Tema de levantar gente, no pueden levantar a nadie.
--MS: Ah no, no, eso sí que no, después eso explicale vos el quilombo que tengo yo hoy en día por culpa de un chofer pelotudo que ha hecho una cagada… he la verdad que se ha mandado un moco de la mierda y… y hoy me tienen a mi como bola sin manija.