Se podría decir que todo empezó con un tambor. En el Gran Buenos Aires, incluida la Capital, algo de la salsa se lo deben a un membranófono. Una piel de animal, por lo general de vaca, búfalo o potro, tensada en la madera o el metal. Cueros que soportan el golpe de las palmas, el ritmo, la velocidad y a la familia de Neshe, en el partido de Ezeiza en zona Sur, desde los setenta y hasta ahora.

Neshe