Cualquier archivo es un misterio. Ante todo, un espacio de guardado donde todo está, en igual medida, atesorado, pero de tan guardado, también olvidado, pasado por alto, perdido. Entre el polvo y los papeles, quedan inevitablemente enterrados pequeños pedazos de historia. Eso fue lo que pasó con "De acá", una revista cultural de Zárate publicada en 1963 cuyo único ejemplar se conserva en la Biblioteca Popular José Ingenieros. A pesar de su efímera distribución, la revista retiene una importancia como documento de la emergencia de prácticas culturales organizadas de una franja juvenil y contestataria de la cultura argentina en el período 1955-1966. Los nombres pesan: Raúl Sierreta, Raúl de la Torre, Leonardo Favio, entre otros, muchos de los cuales eran socios o dirigentes de la biblioteca, otros en absoluto tenían otra relación que no fuera la del pensamiento. El cine, la filosofía, las redes de sociabilidad intelectual y la juventud como categoría política son solo algunos de los temas que recorren las páginas de la flamante revista, que funciona como huella de una cultura local perdida. O recobrada.
Juventud y periferia
"De acá es Argentina sin obelisco" dice sin miedos su editorial. Si la intención de un editorial es que su firma esté tan escondida como identificable, es posible reconocer en De acá la presencia de la juventud y la periferia. Pero sobre todo, de una estrecha relación con dos presentes: el suyo y el nuestro. "Cuando el acceso a las casas de estudio está vedado, cuando se burlan de la reforma universitaria, cuando el libro es inalcanzable, cuando las cárceles se llenan de intelectuales, de obreros, de profesionales, de políticos; cuando se niega sistemáticamente la libertad de pensamiento, cuando se secuestran libros (y autores), cuando lo mediocreo o malo es lo normal y lo digno es envilecido, cuando se trastoca todo orden y hay un deliberado movimiento para analfabetizar, no podemos dejar callado todo el horroro que esta situación nos causa, y no podemos quedarnos inmóviles", afirma esos jóvenes de la década del 60. Y ante eso, oponen "una cultura sin mordaza", pero una cultura "auténticamente ARGENTINA", en mayúsculas.
"Hay un programa y hay un espíritu en la revista que está muy a tono con su época y con las generaciones que siguieron a la Revolución Libertadora, el de poder ofrecer claves de lectura del arte y de la cultura en relación a la transformación social", sostiene Pablo Gallardo, que coordina el Archivo Institucional Alberto Rubén Calvo, donde descansa la revista y todos aquellos documentos relevantes para la historia de la cultura local. La revista que se recuperó es una expresión de lo que Guillermo David llamó "Zárate rojo": un sitio de efervecencia de ideas comunistas o de izquierda que se tradujeron en instituciones, asociaciones o proyectos culturales de difusión, debate y discusión.
"Si bien es una revista pueblerina y provinciana, trató con todas sus fuerzas, por medio de quienes escribían, de ocupar un lugar central dentro de su posición periférica. No es sólo una revista más de la época, sino que es un artefacto singular en el modo en que se articularon contribuciones que hoy nos sorprenden", afirma Pablo acerca de la sobrevida de la revista y su posibilidad de renovación hoy.
Un índice destacado
La pretensión central de los artículos es fácilmente demostrable. Dentro de la publicación se encuentra un artículo de Raúl Sierreta, un intelectual destacado en la teoría marxista y responsable junto con Oscar Massotta de la introducción de autores como Lacan y Althusser en Argentina. Pero, de una intervención escrita limitada. La presencia del artículo reconstruye o recompone sus aportes.
También la presencia de un artículo de Fuad Quintar, docente y realizador cinematográfico bastante poco conocido, que fue parte de lo que se denomina la generación cortometrajista del principio de la década del 60. Influido por Fernando Birri, realizador de un cine realista, popular y crítico, y que encontró en el cortometraje la difusión ideal de la práctica cinematográfica. "Hacia un cine testimonial" es el título del artículo, que se suma a su tesis de grado sobre Robert Flier y el documental poético a las pocas escrituras disponibles online del cineasta. "Pinta de cuerpo entero lo que son las premisas y las preocupaciones estéticas de la época y de esa generación", acota Gallardo.
Otra joya de la revista es un fragmento de una novela de quien fuera luego director cinematográfico, Raúl de la Torre, que a partir ya de mitad de los 60 participó en lo que se llamó "El grupo de los 5": Alberto Fischerman, Ricardo Becher, Juan José Stagnaro y Néstor Paternostro, directores que provenían del mundo de la publicidad y confluyeron en una etapa de no más de tres o cuatro años de colectivisimo, con casi una decena de films de muy poca circulación donde reinaba el happening, la performance, la improvisación, las influencias del Instituto Di Tella y una lectura subliminal del contexto político y social.
"Según lo cuenta en una entrevista en algún medio de heteroconocimiento, esa novela se llama "1962, Brasil y Buenos Aires". La única manera de acceder a esa novela es a través de este fragmento. A la lectura salta a la vista que hay algunos elementos que van a ser parte del universo estético de Raúl de la Torre. Por un lado, la presencia de la musa Graciela Borges, y cierto estilo convencionalista del pueblo, pero con marcas de crítica social y existencial que se van a ver muy bien plasmadas en su ópera prima, Juan Lamaglia y señora (1970), que tal vez haya sido de las películas más reconocidas y exitosas que tuvo en su primera película", afirma Gallardo.
Por último, la gran joya: Leonardo Favio. Pero no el Favio de Crónica de un niño solo (1965), ni el Favio actor (solo había hecho un cortometraje) ni mucho menos el cantante. Un Favio aficionado a la belleza de la poesía. De acá contiene dos poemas inéditos del mutifacético mendocino. "No hay casi poesía editada de Favio. En este insólito páramo de la revista es donde encontramos no solo uno sino dos. ¿Cómo llegaron los poemas de Favio a una publicación efímera y marginal? Estos poemas permiten abrir el corpus de Favio, y dialogan muy bien con la revista, con las coordenadas culturales y existenciales que plantea, y además es un placer estético poder estar en contacto nuevamente con esa delicada poesía que es la de Favio", afirma.
El territorio como primer lector
Se asoman otros nombres como Víctor Conn o Osvaldo Dragún, referentes del teatro independiente. La lista sigue. Se trata de un acontecimiento porque la posibilidad de investigar el campo intelectual lejos de los grandes centros urbanos es reducida. La acción se inscribe en un contexto más amplio de revalorización académica de estudios sobre la importancia de las publicaciones culturales en contextos periféricos. "La acción cultural pasa por redes de sociabilidad más que por instituciones más consagradas o encargadas de eso. Y en el que tienen un rol muy importante las bibliotecas populares, que son prédica cultural, de difusión de ideas, de proponer sistemas de lectura. y a nosotros nos tocó hacer nuestra propia genealogía", afirma su experto.
La relevancia no es solo de grandes nombres, sino por tratarse de un documento de historia cultural para la comunidad de Zárate, y para socios, socias y los usuarios de la biblioteca. Incluso, para abrir la puerta a testimonios, como el de Juan Carlos Catanio, secretario de redacción de la revista, el único de sus realizadores que continúa vivo. "La edición de la publicación tiene que ver con ser también una herramienta de socialidad e intercambio", sostiene Gallardo.
"El primer pensamiento que tenemos nosotros es cómo damos cuenta de nuestra región, cómo damos cuenta de nuestro espacio social, de la densidad con la que lo vivimos, de las redes de socialidad que se dan por fuera de los ámbitos de consagración centrales. Zárate no es una ciudad universitaria, no es una ciudad donde sus lectores, o sus intelectuales, tengan un capital específico, sino inespecífico. Quien está haciendo una traducción también tiene que ir a un centro cultural a chupar un cable, ¿me explico? Nadie es puramente traductor, nadie es puramente escritor, nadie es puramente músico, sino que está en intersección con otras actividades tanto de prédica como de organización cultural. Y eso está profundamente anclado al territorio", dice.
El territorio es el puntapié inicial, el primer sentido, y el primer lector posible. Pero además, es de apertura y no de regionalismo: no por estar en una situación periférica De acá pregona un pensamiento "pueblerino", provinciano, cerrado sobre sí mismo, sino un pensamiento que busca estar en diálogo con las principales tendencias culturales del momento.
La versión digital del único ejemplar de De acá está disponible para su descarga gratuita de la web del Archivo Rubén Calvo. Habrá una publicación impresa de distribución entre instituciones, escuelas y bibliotecas populares de la zona. Y pronto, una presentación del hallazgo, para seguir tejiendo aquellas redes de sociabilidad intelectual con la que soñaron los de los 60.