La relación de Javier Milei con el mundo industrial reconoce estas hipótesis:

  1. No conoce cómo funciona su entramado productivo y laboral.
  2. Ignora los componentes básicos que lo hacen estratégico en el desarrollo económico y en la innovación tecnológica.
  3. Tiene rechazo a empresarios y trabajadores del sector por dogmatismo ideológico.
  4. Está convencido de los estereotipos colgados sobre industriales, alimentados durante décadas por el discurso económico conservador.