La desregulación llegó al mercado del arte a través de un decreto que elimina las trabas a la importación y exportación de obras artísticas, aumenta el tiempo de los permisos temporales a cinco años (un reclamo histórico del sector) para que galeristas y artistas puedan presentar sus obras en diferentes exposiciones internacionales, y le quita al Estado el derecho a frenar la salida del país de obras o os artistas miran en general con buenos ojos la simplificación de la “nefasta burocracia" que “le cortaba las alas” al arte argentino.