Quien conozca Los Toldos recordará un terreno que se usaba para hacer festivales, de balneario y para fiestas, usos que arrancaron en dictadura. Pero esa localidad bonaerense es hogar de la mayor comunidad mapuche de la provincia, y todos recordaban que era el cementerio ancestral. Este insulto de décadas acaba de ser reparado esta semana, cuando el Concejo Deliberante votó por unanimidad que ese espacio sea protegido como patrimonio histórico.
La votación que unió a los bloques de Unión por la Patria y UCD/PRO protege el cementerio de la tribu de Coliqueo. El largo camino para cuidar el terreno arrancó hace años, cuando una excavadora dejó al descubierto restos humanos y las comunidades originarias locales hicieron la denuncia ante el fiscal Sergio Terrón, en Junín. Las Primeras Naciones buscaron y lograron que el tema pasara al legislativo local, en una ordenanza que incluye crear un consejo de lonkos que administre ese legado ancestral.
En la sesión estuvieron presentes Amalia Coñequir, de Olascuaga, Partido de Bragado; y Oscar Farías, integrante del Consejo Indígena de Buenos Aires lonko de la comunidad mapuche Nahuel Payún de Junín, que trabaja junto a la Cátedra de Pueblos originarios de la UNNOBA. Ambos destacaron a los que ya no podían estar e impulsaron el proyecto, como Haroldo Coliqueo, Martín Antimán, Marcelino Cayuqueo, Dionisia Carranza y Lilian Antimán.
Farías destacó que "esto es un hecho de reparación histórica en un contexto de muchas luchas, como en la Patagonia con el tema de los hidrocarburos, la contaminación ambiental, con las industrias extractiva que realizan fracking, con las legislaciones que no reconocen al pueblo mapuche como originario, desconociendo la preexistencia reafirmada en la Constitución Nacional, en un claro acervamiento de desprecio, racismo y xenofobia".