“Estrellas, nunca había visto tantas”. Los púberes de Skeleton Crew (Disney+ estrena este lunes dos episodios) han cruzado “la gran barrera” que los trasladará por diferentes confines de una galaxia “muy, pero muy lejana”. Están maravillados por lo que les muestra la proa de la Onyx Cinder. Y no es para menos. Los preadolescentes están a punto de concretar su ansiada gran aventura fuera del hogar. Como si se tratara de la panorámica que observan los protagonistas, esta franquicia es abundante en iteraciones narrativas. Especialmente en la última década, y con la plataforma de streaming como gran plataforma de despegue, “Star Wars” ha ido y venido por todos los subterfugios posibles. Pero algo estaba faltando en este carnaval de “la fuerza” carcomido por su propio énfasis. Gran acierto de sus showrunners Jon Watts y Chris Ford, es el de volver a lo básico. Contar una fábula fantástica (sin tanto fandom) bajo las coordenadas de una de piratas.
Antes de ser “la tripulación esqueleto”, los protagonistas pasaban sus días yendo al colegio en un planeta que no desentonaría de los relatos de Steven Spielberg ochentoso. El suburbio donde vive Wim (Ravi Cabot-Conyers) tiene ese encanto retro de paisajes color caqui, solo falta trocar las bicicletas por motojets y los walkie talkies por algún aparato un poco más sofisticado. Para el disgusto de papá, su hijo prefiere unos dioramas high tech sobre guerreros con sables luminosos a estudiar. Junto a él aparecen el elefantiásico Neel (Robert Timothy Smith) y las chicas ultra cool de Fern (Ryan Kiera Armstrong) y KB (Kyrianna Katter). El mismo día en el que deben rendir un test que definirá su futuro en At Attin (“el planeta más aburrido del universo”) se topan con un tesoro. ¿Un templo Jedi en el medio de un bosque? Algo mejor. De ahí a batallar contra criminales interestelares, desenfundar una pistola bláster, tener como mentor a un bandido o dispararle a un caza X-Wing, solo hará falta apretar un botón. “No toques nada”, le suelen decir a Wim que, como buen sub 13, hace exactamente lo opuesto.
Skeleton Crew sucede en tiempos pacíficos para la Nueva República, cuando el Imperio ya no asusta tanto como los bandoleros que transitan las rutas siderales. En pos de volver a casa, la cuadrilla requiere de Jod Na Nawood (Jude Law), un misterioso sujeto que sabe como usar la fuerza pero está lejos de ser admitido en el club de Skywalker & cía. Se trata más bien de un truhán simpático que anda “sólo y perdido” desde hace mucho tiempo. A saber, el relato se ubica un lustro después de El regreso del Jedi, y orbita próximo a The Mandalorian, The Book of Boba Fett y Ahsoka, aunque en espíritu también abreven Stranger Things, It y –la nunca bien ponderada- Súper 8. Es decir, la lente se posa sobre preadolescentes que necesitan de su propio viaje de iniciación. Hay padres abandónicos, adultos de los que mejor desconfiar, una troupe diversa y un periplo sin mapa. No por nada, en su entrevista con Página/12, sus hacedores confiaron que el elenco tuvo que “hacer la tarea” empezando por E.T. ¿Habrán estado Los exploradores (Joe Dante; 1985) y Los Goonies (Richard Donner; 1985) en esa lista? Muy posible.
De los ocho episodios que abarca la serie, la mitad se los repartieron entre Jon Watts (responsable de la última trilogía de Spiderman) y David Lowery (El Caballero Verde, Peter Pan & Wendy). Este último, cabe decir, un auténtico artesano de las películas ATP. Skeleton Crew, tal como han dicho sus hacedores, puede ser descrita como una “versión galáctica del Amblin Entertainment y sus películas de coming of age”. A todo esto, ¿cómo es que nunca habíamos oído hablar del hogar de Wim, Neel, Fern y KB? At Attin, ese confín de la vieja República "deliberadamente oculto para la astronavegación", un mito de canciones infantiles y origen de esas leyendas propias de piratas, tiene todo para ser –al igual que la propia serie- el botín que más anhelan los viajeros espaciales.
Programados
* ¿Adictos a la conspiparanoia? A no desesperar. Apple TV+ anunció el arribo a su plataforma de Prime Target para fines de enero de 2025. Un joven y brillante graduado en Matemáticas (Leo Woodall) está a punto de hacer un gran descubrimiento: si consigue encontrar un patrón en los números primos, tendrá la clave de todas las computadoras del mundo. Y sí, Edward Brooks se meterá adentro de la matrix y en problemas.
* Flixxo y Luzu TV anunciaron el estreno de Somos, una serie de seis capítulos escritos y dirigidos por distintos creadores centennials. Dentro del elenco aparecen Rafael Ferro, Mey Scápola, Martín Slipak y Cande Vetrano, entre otros. La premisa del unitario es hablar sobre “las charlas que estás pateando” para darle espacio a distintas relaciones. “Familiares, amorosas, de amigos, con compañeros de trabajo, parejas y exparejas”, dicen sus hacedores. A partir del miércoles, Luzu irá estrenando semanalmente y en vivo, cada uno de los capítulos. “Este proyecto realmente representa lo que desde Flixxo venimos proponiendo. Agrupa creadoras y creadores independientes con el fin de brindarles un espacio en donde desarrollar sus proyectos de una manera libre, sin sesgar sus ideas. Además, propone un modelo de producción más dinámico y colaborativo”, dijo Pedro Levati, Showrunner de Somos y líder de desarrollo y contenidos en Flixxo.
* Ho, ho, ho. La continuación de El juego del calamar (Netflix) fue confirmada para estas navidades. La segunda temporada de la creación de Hwang Dong-Hyuk, y gran bombazo de 2021, llegará el 26 de diciembre próximo. Ahora Seong Gi-hun busca enfrentar y revelar a los organizadores de la competencia más despiadada de Corea del Sur. Hay caras conocidas y otras que siguen bajo una máscara temible.
El personaje
Ruth Landry de Dulce estafa (Margo Martindale). Una ruda agricultora que vuelve al crimen cuando las autoridades amenazan con quitarle todo lo que ama. ¿Oro? ¿Joyas? ¿Dinero? Nada de eso. Miles de barriles de sirope de arce como botín. Se la podrá ver por Prime Video desde el próximo viernes.