El flamante libro La impetuosa irrupción del Sur parte de un hecho fácilmente observable: el modo en que Asia, América Latina y Africa cobran un nuevo protagonismo en un contexto global de fragmentación e incertidumbre. Más difícil, en cambio, es intentar dar con firmeza el paso previo a esa constatación: definir qué es, qué representa, cuántos significantes abarca, en este momento, el llamado "Sur Global". 

Esa discusión es la que atraviesa, bajo diversas formas y desde enfoques no necesariamente coincidentes, el volumen que reúne siete ensayos de sendos investigadores académicos, con la coordinación de Juan G. Tokatlian (autor, también este año, del recomendable Consejos no solicitados sobre política internacional) y Federico Merke (director de la Maestría en Política y Economía Internacionales en la Universidad de San Andrés). Esteban Actis, Elodie Brun, Mónica Hirst, Bernabé Malacalza, Andrea Oelsner, Patricio Yamin y Julieta Zelicovich son los autores de los textos, resultado de un taller sobre el Sur Global organizado por la Universidad de San Andrés y la Universidad Torcuato Di Tella en marzo de este año. 

"América Latina necesita contar con un diagnóstico más riguroso acerca de sus vínculos con esta macrorregión y cuáles son las alternativas posibles de vinculación", expresan Tokatlian y Merke en la introducción. Lejos ya de la convulsionada, asimétrica (y en términos prácticos "fallida") relación Norte-Sur en las décadas del 60 y 70 del siglo pasado, la pelea actual por la hegemonía parece socavar el predominio incuestionable de los Estados Unidos, el gran ganador de la pos guerra fría. El crecimiento exponencial de China y la India, entre otros, ha puesto el foco en esta dimensión geopolítica, renovando el debate sobre una redistribución del poder.

Sin embargo, se analiza en el libro, la emergencia de ese Sur Global se cristaliza en un escenario mundial cada vez más inestable. Los actores políticos de este enorme grupo de países (en términos generales, se incluye en la lista a la mayoría de los estados de Africa, Asia y América Latina, que representan aproximadamente el 85 por ciento de la población mundial y poco menos que el 40 por ciento del producto bruto global) no forman un bloque homogéneo y muchos de sus integrantes ni siquiera se identifican a sí mismos dentro de esta categoría y tampoco convergen necesariamente en el plano económico. Pero, plantean los coordinadores del libro, "resulta interesante observar cómo ciertos comportamientos específicos en el último tiempo continúan atravesados por lo que ha sido una idea-fuerza latinoamericana y una de sus contribuciones al Sur: cómo afirmar el máximo alcanzable de autonomía en un marco de secular dependencia"

Cada capítulo aborda una dimensión diferente del objeto de análisis: Malacalza indaga en las ambigüedades de América Latina en su relación con Occidente y con el Sur Global. Actis pone el foco en la "fragmentación" y en la imposibilidad de darle un carácter unívoco al esquema. Oelsner relativiza y pone en cuestión la idea instalada (desde el Norte) de un Sur en permanente estado de conflicto. Zelicovich expone el modo en que el Sur Global transformó (o no) la dinámica y los flujos de comercio. Brun analiza la cooperación Sur-Sur como proyecto político de los países en desarrollo. Yamin aborda la problemática del cambio climático y sus desafíos dentro de la agenda del Sur Global. Por último, Hirst da cuenta de los desafíos y las contradicciones que surgen en un contexto de transformación en el Sur Global.