Desde Roma
El centro creado en Albania por Italia para trasladar allí a los inmigrantes destinados a la deportación, está restringiendo su personal dado que por una decisión de la justicia de Roma, hasta ahora el gobierno de la primera ministra de derecha Giorgia Meloni no ha podido instalar allí a ningún inmigrante. Muchos se preguntan entonces si alguna vez llegará a funcionar realmente este centro, y sobre todo, a dónde irá a parar todo el dinero invertido por el gobierno italiano que lo hizo construir.
Según el acuerdo firmado en noviembre del 2023 entre Italia y Albania, y ratificado por el Parlamento italiano en febrero pasado, Italia construyó dos centros, uno en la localidad de Shengjin, sobre el mar Adriático, para recibir a los migrantes trasladados de Italia en un primer momento, y otro en Gjader, como centro de permanencia y rimpatrio a los países de origen. Gjader tiene además una pequeña cárcel para 20 personas donde serían ubicados los migrantes que comentan delitos. La distancia entre uno y otro es de unos 20km.
Se calcula que en los cinco años previstos de gestión de estos centros se gastarán unos 600 millones de euros, según estimaciones de la Fundación Openpolis, un ente que recoge datos para producir informaciones de calidad. Esos 600 millones de euros es más o menos lo que se gastaría en Italia para construir un centro similar.
A esto hay que agregar otros 252 millones de euros para el traslado de los funcionarios de los ministerios del Interior, de la Justicia y de la Salud que deberían ir a Albania, gastos que no existirían en el caso de que esos centros estuvieran en territorio italiano. Además se habla de que el alquiler de las naves que deberían trasladar a los migrantes de Italia a Albania costarían en torno a los 95 millones de euros.
Otros visión de estas cifras fue revelada por la agencia Euronews, que indicó que el acuerdo prevé un fondo de 89 millones de euros para el 2024 y de 118 millones para cada año que va del 2025 al 2028. En total unos 561 millones de euros.
Se sabe hasta ahora que casi todos los operadores de la cooperativa social Medihopes, que se debían ocupar de los migrantes, volvieron a Italia en la última semana de noviembre. De la cooperativa Medihopes quedaron en Albania sólo 7 miembros que se ocupan de cuestiones administrativas. También seguiría allí el personal albanés contratado por Italia como operadores sanitarios. Hace pocos días además fue anunciado el retorno de 50 policías italianos, de los 220 presentes en Albania.
Según el ministerio del Interior italiano, el centro sigue siendo operativo aunque el personal ha sido reducido en base a las necesidades. En efecto por ahora no hay migrantes alojados allí porque la Justicia de Roma se manifestó contra la deportación a sus países de origen de unos 20 migrantes, que fueron llevados a Albania en dos distintos viajes. La justicia dio la orden de reportarlos a Italia porque los países de origen de esos migrantes no eran considerados “países seguros”.
El gobierno italiano había anunciado repetidas veces que llegarían a los centros de Albania unas 3.000 personas por mes, sobre un total de 36.000 migrantes por año. Anuncio que, más que una afirmación referida a hechos reales, la oposición al gobierno entendió como una bandera a favor del voto de los italianos antimigrantes que quiere ganar la derecha.
Una decisión importante, que podría ser decisiva, tomará la Corte Suprema el próximo 4 de diciembre. Ese día está previsto que la Corte dé a conocer su evaluación sobre la decisión de los jueces romanos y la definición de los llamados “países seguros”. Si se demuestra que el inmigrante proviene de un “país seguro”, es decir donde no existen guerras, ni conflictos, ni persecuciones - aunque exista el hambre -, el gobierno italiano tiene derecho a no concederle el asilo y devolverlo a su territorio. La Corte Suprema deberá expresarse porque el Ministerio del Interior del gobierno de Meloni fue quien presentó un recurso contra la decisión de los jueces de Roma.
Políticos de derecha piensan que medidas como la creación de este centro de deportación en Albania podría contener la llegada de inmigrantes a Italia. Otros hablan de dinero gastado inútilmente. Los datos oficiales dicen que hasta el 21 de noviembre de este año llegaron a Italia 60.509 migrantes a través del mar Mediterráneo, mientras el año pasado fueron 151.000. Pero el centro de Albania todavía no funciona.
País seguro
La Corte de Justicia Europea, por su parte, el 4 de octubre pasado, había aclarado el significado de “país seguro”. Para calificar a un país como seguro es necesario que la seguridad esté difundida en todo el país, sin excepciones de regiones territoriales o categorías de personas, dijo la Corte. Teniendo en cuenta este criterio, muchos consideran que los estados incluidos en la nueva lista de “países seguros” adoptada por el gobierno italiano no pueden ser considerados seguros.
La lista de “países seguros” no tiene todavía validez europea por lo cual cada país miembro de la Unión Europea (UE) ha hecho la suya. Y en Europa son sólo 19 países de los 27 miembros de la UE, los que tienen esa lista.
La lista de “Países seguros” de Italia, que será actualizada periódicamente según dijo el gobierno, comprende: Albania, Bangladesh, Bosnia-Erzegovina, Cabo verde, Costa de Marfil, Egipto, Gambia, Georgia, Ghana, Kosovo, Macedonia dle Norte, Marruecos, Montenegro, Perú, Senegal, Serbia, Sri Lanka y Túnez, de donde llegan muchos migrantes a Italia. Fueron eliminados de la lista actualizada por Italia a fines de octubre, Camerún, Colombia y Nigeria.
El concepto de “país seguro” ha recibido críticas de parte de las organizaciones de derechos humanos como la Asociación Europea de Derechos Humanos (AEDH), Euro Med Rights y la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), que sostienen que “ningún país puede garantizar que un estado sea seguro para todos sus ciudadanos” y temen que el uso de estas listas puedan producir discriminaciones y violación del derecho de asilo.
En Albania la gente protesta
Es importante recordar que Albania no forma parte de la Unión Europea -aunque es candidata para entrar a la UE-, lo que la libera de ciertas obligaciones que en cambio debería respetar Italia. No obstante esto, sectores de oposición al gobierno del primer ministro socialista de Albania, Edi Rama, han pedido a la Corte Constitucional la anulación del acuerdo con Italia, dado que en el acuerdo se está entregando una parte de territorio albanense a Italia, dijeron. Mientras tanto en Albania han habido manifestaciones contra este acuerdo. Dos mujeres, que desde un balcón mostraban un cartel que decía “Italia-Albania. Noviembre 2023 como abril de 1939” haciendo alusión a la invasión fascista de Albania durante la Segunda Guerra, fueron arrestadas. Otras manifestaciones están previstas en los próximos días.
"La Guantánamo del Adriático"
Según Marash Logu, del Partido Democrático Albanés y opositor del primer ministro, “en Gjader y en Shengjin no es posible respetar el derecho humanitario europeo, por lo cual los inmigrantes serán transformados en prisioneros”. Gjader por lo demás, fue una base militar, incluso ocupada por la CIA estadounidense hasta 1997.
Y es por esta razón que algunos han denominado al centro para migrantes creado por Italia, la “Guantánamo” del Adriático, haciendo alusión a la base militar estadounidense creada en la Bahía de Guantánamo de la isla de Cuba, durante la guerra hispano-estadounidense de 1898. Pero pese a que la isla se independizó de Estados Unidos en 1902, la base siguió y sigue existiendo allí. Fue habilitada como cárcel y centro de torturas después del atentado contra la Torres Gemelas de Nueva York en 2001.