Gimnasia de Mendoza y San Martín de San Juan sacaron pasaje este domingo a la final del Reducido de la Primera Nacional, por el segundo ascenso a la Liga Profesional luego del conseguido por Aldosivi de Mar del Plata. La cita clave todavía tiene día, horario y sede a confirmar.
Gimnasia logró vencer 1-0 a San Martín de Tucumán en el Jardín de la República gracias al gol de Luis Silba y buscará volver a la máxima categoría después 40 años, en la definición de la próxima semana.
Pese a que la ventaja (en caso de empate) para el encuentro de vuelta estaba en manos del Santo, producto de finalizar como el mejor equipo en la fase regular, finalmente la alegría fue para el Mensana del Parque General San Martín, al imponerse en condición de visitante luego del 0-0 de la ida en Mendoza.
El dominio fue del equipo de Ezequiel Medrán y logró en la primera etapa conseguir ese gol que tanto se le negó en Mendoza. Espósito lanzó un centro desde la derecha que bajó Romano para que la empuje Silba, que hizo uso de la ley del ex para brindarle al Pituco una merecida ventaja en la serie.
Pese a que la visita coqueteó con estirar su ventaja durante los minutos finales de ese primer tiempo, en la segunda mitad lo supo sufrir y resistió con uñas y dientes ante cada nuevo embate del equipo de Diego Flores, que nada pudo hacer para lograr el tanto que lo meta en la final y evitar la eliminación en su propio estadio por cuarto año consecutivo.
Gimnasia disputó el Torneo Nacional -que se disputó entre 1967 y 1885- en nueve oportunidades, con una última participación en la temporada 1984, donde llegó hasta los octavos de final al caer con Argentinos Juniors en octavos de final.
El Santo también hizo los deberes
Ahora, los mendocinos se encuentran a sólo 90 minutos de regresar a la máxima categoría, aunque para ello deberán enfrentarse con San Martín de San Juan, que gracias al gol de cabeza de Ezequiel Montagna se hizo fuerte como local, batió 1-0 a Nueva Chicago y revirtió la derrota 2-1 sufrida en Mataderos para avanzar a la final gracias a la ventaja deportiva.
El Torito tuvo las suyas para quebrar el marcador, pero ni Facundo Castro ni Iván Maggi estuvieron con la mira calibrada. La chance más clara, y también la más polémica, se dio minutos antes del grito verdinegro, cuando Cardozo se metió en el área y sacó un zurdazo rasante que llegó a puntear el arquero Matías Borgogno.
Si bien la jugada continuó y el N° 1 local sacó rápido, todo el conjunto de Mataderos reclamó que la pelota había cruzado la línea de meta en su totalidad. Pese a las dudas, el árbitro Fernando Echenique no lo consideró gol. Con el pitazo final, el Santo sanjuanino ganó y sueña con volver a Primera División.