El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, pidió la confianza de los salvadoreños en su Gobierno para permitir la minería metálica, prohibida desde 2017 por una ley que calificó de ser una "tontería".

"Lo vamos hacer bien y vamos, no a cuidar el medio ambiente, vamos a mejorar el medio ambiente", dijo el mandatario a preguntas de la prensa sobre una publicación suya en redes sociales, en la que afirmó la semana pasada que era "¡Absurdo!" que en su país estuviera prohibida esta actividad.

El mandatario agregó que "han confiado en nosotros en las otras reformas que hemos hecho, (...) confíen en nosotros en esto" y "si lo hacemos mal, nos castigan en las elecciones".


De acuerdo con Bukele, cuya partido Nuevas Ideas (NI) tiene los votos para derogar la prohibición de la minería en cualquier momento, en el territorio salvadoreño existirían, además de yacimientos de oro, metales de la cuarta y quinta "revolución industrial".

Dijo que en sus estudios han identificado cobalto, litio, níquel y "tierras raras que son utilizadas para la electrónica avanzada", además de platino, iridio, tantalio, titanio, galio y germanio, entre otros.

"Necesitamos hacer una explotación responsable de nuestros recursos naturales, como lo hacen todos los países del mundo", agregó Bukele, quien citó como ejemplos a Catar, Israel, Canadá y Suiza, y apuntó que "no hay un país que haya hecho una tontería así" de prohibir la minería.

La Iglesia, en contra

Estas declaraciones se dan después de que el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, llamó a no derogar la ley que prohíbe la minería metálica porque generaría la muerte de "gran parte" de la población.

"Esperamos que nuestras autoridades recapaciten y no deroguen la ley que prohíbe la minería, protegiendo la vida y la salud de nuestro pueblo", dijo el principal jerarca de la Iglesia católica salvadoreña.

En El Salvador, la minería de metales está prohibida desde 2017, cuando el Congreso aprobó una ley por considerar que dicha práctica afectaría el bienestar de los salvadoreños por la contaminación que genera.

Diversas organizaciones han rechazado la publicación de Bukele y han advertido que esto pondría en peligro el principal afluente del país, el río Lempa, que abastece de agua al 50 % de la población.