Demoras y cancelaciones se registraban esta tarde en los servicios ferroviarios urbanos debido al "trabajo a reglamento" que lleva adelante el gremio La Fraternidad en demanda de "mayores medidas de seguridad", entre otros puntos.
Ese trabajo a reglamento consistió en una circulación de los trenes a una velocidad no mayor a 30 kilómetros por hora, lo que provocó demoras en el servicio. Desde el Gobierno nacional consideraron como "extorsivas" las medidas de fuerza y las atribuyeron a la intención de negociar "un aumento salarial superior al que se firmó con el resto de los sindicatos ferroviarios", indicaron fuentes gubernamentales.
Los conductores de las formaciones mantuvieron una velocidad que no supera los 30 kilómetros por hora, lo cual generó, primero, demoras en las partidas y, luego, cancelaciones, al superponerse los horarios en momentos en que el movimiento es más intenso por la vuelta a casa.
La medida fue informada por el sindicato de La Fraternidad a través de folletos que fueron repartidos en las distintas estaciones, y en los que se reclamaba por "mayores condiciones de seguridad" y se advertía que, debido a la "emergencia ferroviaria", se estaba "ante una de las peores crisis" de ese sistema.
El gremio solicita con urgencia, además, repuestos, reparaciones y obras en las vías para seguridad y confort, así como la actualización del sistema de comunicación y señales.
El gobierno contestó en la línea conocida, de no atender reclamos ni de condiciones laborales ni de mejora en los servicios: "no vamos a ceder ante las extorsiones sindicalistas que para no perder sus intereses ponen en el medio de los reclamos a la gente. Contrario al sector ferroviario con quien firmamos paritaria el viernes y se les dio 3,5% entre noviembre y diciembre”.