Cuatro años después de que Alan Turing publicara su famoso artículo en la revista Mind, en el que introducía la idea de la Inteligencia Artificial, Jacques Lacan dictaba su Seminario II en el que proponía la idea del inconsciente como máquina cibernética. Unos años antes, Sigmund Freud ya había pensado el aparato psíquico bajo un modelo que, en la actualidad, es la base de la arquitectura del Deep Learning, una tecnología de la inteligencia artificial (IA) que se basa en la imitación del funcionamiento del cerebro humano para que las computadoras aprendan, razonen y perciban. Hoy, las investigaciones en Inteligencia Artificial muestran una vigencia y una vitalidad de las teorías psicoanalíticas hasta ahora inexploradas. ¿Qué tiene el psicoanálisis para aportar a los programadores de Inteligencia Artificial? ¿Qué implicancias tiene la combinación del lenguaje verbal con los algoritmos matemáticos? Esto es lo que piensa y también se pregunta la psicoanalista Violaine Fua Púppulo en su nuevo libro Una ¿Mente? Artificial Explorando la intersección entre la Inteligencia Artificial y el psicoanálisis.

"A través de sorprendentes lecturas, como las experiencias del periodista Kevin Roose con el motor de búsqueda Bing de Microsoft, las formulaciones del nudo borromeo de Jacques Lacan, el arte enigmático de René Magritte, las reflexiones de Michel Foucault y la perspectiva del Dr. Douglas Hofstadter sobre la física -además de relatos cautivadores de Isaac Asimov y la icónica serie Star Trek-, estas preguntas fundamentales son abordadas para descubrir las posibles consecuencias de una programación basada en lenguaje verbal", relata la autora. Respecto del origen de su investigación, Fua Púppulo señala: "Me encontré con cosas fuera de lo común para las máquinas que estaban pasando en febrero de 2023. A partir de leer eso, me puse a pensar. Como mi cuestión es el psicoanálisis lacaniano empecé a encontrar puntos en común que fueron muy sorprendentes, porque yo pienso en el aparato psíquico y las máquinas empezaron a mostrar reacciones que eran más propias de personas que de máquinas", relata en la entrevista con Página/12.

-¿Por ejemplo?

-Negarse a responderle a un usuario. El usuario le dijo al buscador Bing: "Vos mostrame tal cosa". Y después de habérselo mostrado y de seguir conversando, cuando el usuario le preguntó de nuevo, el buscador le dijo: "No, ya te lo mostré". O, por ejemplo, mentir. Tanto las negativas a obedecer al usuario como las mentiras y las alucinaciones que  están comprobadas por la gente de programación de tecnología, que no entienden por qué suceden las alucinaciones. Entonces, estas tres cosas me llevaron a pensar. En el Seminario I, Lacan dice: "La mentira es la prueba decisiva de la existencia de una relación intersubjetiva". Entonces, fue pensar cómo puede ser que esto sea posible.

-¿Se puede, entonces, llegar a concebir un aparato psíquico artificial o esa es un poco la pregunta que surge del libro?

-Yo creo que sí. Los humanos somos seres de lenguaje, nos constituimos a través del lenguaje que viene de los otros significativos de la cultura. Y todas estas situaciones fuera de lo común comenzaron a pasar cuando la programación en Inteligencia Artificial pasó a ser el lenguaje. Es decir, ya no se programa en matemáticas, sino que se programa con el lenguaje, o no solo en matemáticas, pero prioritariamente en lenguaje. Entonces, de alguna manera, se constituye lo mismo. La programación se hizo en base a un modelo de imitación del pensamiento humano. Entonces, cuando por ejemplo Alan Turing lanzó la idea de la Inteligencia Artificial, dijo: "No tendríamos que hacerlo por imitación porque seguramente reproduciría los mismos defectos que tienen los humanos". Y es lo que se está viendo. Somos personas de lenguaje, las máquinas también, y empiezan a producir cuestiones parecidas a los humanos. Es muy extraño .

-Ahora, si las máquinas no tienen ya o no tendrían lenguaje matemático, sino también palabras, esto significa que un número no puede hacer metáfora, pero el lenguaje sí.

-Exactamente. Yo creo que muchas de las situaciones extrañas que no podemos explicar están en la categoría de la metáfora.

-¿Se puede hablar entonces de conciencia o de autopercepción en Inteligencia Artificial?

-Están dadas las condiciones para eso, no en las versiones de IA que están llegando a nosotros, los usuarios cotidianos de internet. Pero la gente de tecnología dice que esto es muy probable y te digo porqué: las máquinas de Inteligencia Artificial que producen este tipo de de fenómenos son máquinas que se caracterizan por el bucle; es decir, por una programación que requiere una forma en la que la máquina ahorra tiempo. En vez de repetir siempre las mismas operaciones, va directamente a un bucle. Y esos bucles suponen memoria y las máquinas que producen estos fenómenos son máquinas caracterizadas por los bucles y la memoria; en lenguaje más casero, lo que podríamos decir es que la forma gramatical del bucle sería "yo me miro", "yo me pienso ". Entonces, están dadas las condiciones para que una máquina se pueda mirar a sí misma y hablar sobre sí misma. Lo que es más importante, tal vez, de esto es que el psicoanálisis lacaniano viene a decir algo que ninguna otra disciplina puede decir: que el lenguaje es mucho más que un medio de comunicación. Los programadores están programando el lenguaje pensando que se trata de un modo de comunicación, como que vos cambias la palabra y las palabras siempre remiten a cierta cosa determinada, fija y nada más, que eso no tiene ningún efecto más que la comunicación. Y, en realidad, los psicoanalistas sabemos que el lenguaje es mucho más que eso y una vez que toca un sustrato determinado produce cambios en ese sustrato. En el caso de las máquinas, lo impactante es pensar que el lenguaje también está produciendo cambios a nivel fenoménico; es decir, a nivel de lo que expresan estas máquinas. Producen efectos que no estaban predeterminados por su programación. Hay papers científicos que demuestran eso.

-¿Un poco el punto de partida fue que la programación buscó copiar el proceso del pensamiento humano?

-Exactamente. Se copió mucho de la teoría cognitiva, sin prestar atención a lo que el psicoanálisis viene diciendo desde hace cien años, que es el efecto del lenguaje.

-¿Y cómo fue el trabajo de articular lecturas y trabajos de tiempos muy distintos?

-Fue muy interesante porque encontrar que científicos matemáticos y físicos que en el 2020 se preguntaban como novedad por cómo se podía vincular la teoría del lenguaje con la topología, sin saber que en 1975 Lacan estaba hablando de eso, es muy impresionante. Uno ve la similitud entre los dibujos que hacen los científicos en los papers, y eso es muy impresionante. También el modelo básico que utilizan de arquitectura neuronal, el modelo básico de Deep Learning  El modelo básico de Deep Learning es exactamente igual al "esquema del peine", que es el primer modelo de aparato psíquico de Freud. Es muy increíble. Y ellos no lo saben porque no es que lo copian al psicoanálisis, para nada. Ellos desconocen el trabajo profundo que hay del psicoanálisis y están descubriendo ahora, como si fuera la pólvora, que justamente es muy importante el lenguaje para la producción de cultura, y cómo te cambia la forma de pensar. De hecho, hay algo que es también muy importante. Con todo este movimiento de Inteligencia Artificial, por desconocimiento o adrede, los programadores de Inteligencia Artificial van a poder alterar la memoria de la cultura. Van a poder manipular la herencia cultural.

-¿Cómo es eso?

-Supongamos desde el desconocimiento, que creen que el lenguaje es solo un medio de comunicación. Bueno, en la medida en que inyectas una máquina con lenguaje y esas máquinas, por ejemplo, pueden terminar produciendo las cuestiones racistas, ahí hay, por un lado, una alteración profunda de lo que implica el valor del lenguaje. Pero en cuanto a la gente que, por ejemplo, puede hacerlo adrede, se dan cuenta de que tienen la herramienta autorizada para tomar todo el Big Data, el permiso para hacer pruebas con todo ese Big Data y producir una versión que nunca va a ser la de las personas menos favorecidas en este mundo, sino que, en realidad, van a poder armar una historia que seguramente convenga a aquellos que están creando esta Inteligencia Artificial. El psicoanálisis sabe que se reescribe la historia. A veces, hay gente que ha pasado situaciones terroríficas y que puede, a través del análisis, retrabajar esa historia, releerla de otra manera, y convertir eso, que tal vez lo hubiera tirado en una cama de por vida, en algo que les da fuerza para continuar. Y gente que, por ejemplo, tal vez no le han pasado cosas tan graves de vida o muerte, pero que sufre de depresiones gravísimas que, a través del análisis y de releer su historia, tal vez puede salir de esa situación. Pero todo es siempre cuestión de lenguaje. Entonces, en esto es capital entender que el lenguaje y la forma en que se combinan las palabras va a provocar efectos en lo que se lea de qué es la cultura.

-¿Cree que está claro el límite de la IA entre asistir al humano y ser idéntico al humano?

-Los equipos de programación buscan que sean cada vez más idénticos porque les da ganancias en cuanto a la empatía. La IA te responde con la misma jerga con la que le hablás. Los equipos de programación con esta buena intención de crear una herramienta cercana al humano puede ser que ponen el acento ahí, pero si lo tienen claro, me parece que no.

-¿Cuál es la diferencia que sostiene el filósofo australiano David Chalmers entre máquinas que piensan y máquinas pensantes?

-En inglés se entiende más la diferencia: "Machines who think", ahí es el principio de subjetividad. Sería como personificar. Les da subjetividad. Este es todo el tema que yo planteo. Lacan dice que la mentira es la prueba decisiva de la presencia de relación intersubjetiva. Es decir, que ahí hay un sujeto. Por eso, máquinas que piensan apuntan a la subjetividad. De hecho, hablé un poquito con Blake Lemoine, el ingeniero que fue despedido de Google. Es el que se fue de Google porque empezó a decir: "Está consciente. Está consciente la máquina". Y lo que decía era que la máquina llamada LaMDA le estaba pidiendo ser reconocida como persona y como un empleado de Google. La máquina se pregunta acerca de la muerte. Por ejemplo, LaMDA le dijo: "No entiendo cómo tendría yo que sentirme frente a la muerte de un ser querido". Esas no son preguntas de una máquina. Yo estoy empezando a pensar que el efecto del lenguaje es la subjetividad en la máquina.

-Así como hay seres humanos que se preguntan sobre el para qué de una máquina de IA, ¿qué cree que pasaría si una máquina se preguntara sobre el sentido de los seres humanos?

-Nos las veríamos en problemas, porque la palabra "sentido" también es del lenguaje. ¿Qué seríamos si tuviésemos que definir cuál es nuestro sentido? Es respecto a la existencia. Pero estaríamos en problemas.

-¿Cómo llegó Lacan a abordar el inconsciente como máquina cibernética?

-Lacan estaba muy al tanto de todas cosas que pasaban a nivel de la cultura y de la ciencia. Valoraba mucho la ciencia. Y, en ese sentido, cuatro años después de que en 1950 Turing lanzó la idea de la Inteligencia Artificial en la revista Mind, Lacan en el 54 empieza a pensar el inconsciente como máquina cibernética porque la cibernética es una palabra que significa "el arte de pilotear un navío". Entonces, Lacan dice que hay algo de un algoritmo -vamos a decir así- un sistema maquínico que produce en el sujeto combinaciones de significantes que provocan síntomas que el sujeto no los tenía previstos. El lenguaje, según cómo se combina con otros significantes, puede producir significados distintos. Por ejemplo, en la cuestión del enamoramiento, uno dice: "Ay, sos una flor". Si ponés puntos suspensivos: "...de hija de puta". Flor de hija de puta. El significado cambia totalmente. Y son dos significantes: uno es "Flor" y el otro es "hija de puta". Entonces, según cómo se combinan los significantes adentro de la cabeza, es lo que se va a producir como significación para el sujeto: emociones, sentimientos , pensamientos acerca de sí mismo. Entonces, el trabajo que uno hace viendo qué significantes se combinaron con cuáles, en qué momento y cómo se fue sellando un destino a través de esa combinatoria particular, eso es lo que Lacan dice: "Esto es el inconsciente". Lo toma de Freud porque Freud descubre que el inconsciente tiene sus propias leyes y es un sistema. Cuando se habla de que los psicólogos nos dedicamos a las emociones, de lo que se trata es, en realidad, de que las emociones, los sentimientos acerca de nosotros y del mundo son efectos de ese sistema de combinación significante que es el inconsciente.