Javier Milei pagó unos buenos millones por cada ley que logró aprobar o cada norma que logró frenar en el Congreso con ayuda de gobernadores aliados. Esto se desprende del análisis de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) -es decir, dinero discrecional que el Gobierno nacional asigna a las provincias- y con los que hizo exactamente lo que le criticaba a la casta: favorecer a los aliados, con una lógica de premios y castigos. El mecanismo se agilizó a medida que las necesidades políticas crecían: sobre fin de año, hay una cifra récord: más de 20 mil millones de pesos para tan solo cinco provincias aliadas, cuyos diputados hicieron lo que Milei deseaba en el Congreso.

El estudio de los ATN surge de un trabajo que hizo Politikon Chaco, y revela -con datos oficiales- como fue el mecanismo de asignación de premios y contraprestaciones por las leyes que salieron o bien que no salieron en el Congreso. El caso de noviembre es notorio: ese mes, el Estado nacional utilizó 20.500 millones de pesos solo para cinco provincias. Las beneficiarias fueron Catamarca y Jujuy, que se llevaron 3000 millones cada una; Misiones, que se alzó con 4000 millones; Tucumán, que recibió 4500 millones, y la frutilla del postre: Salta con un récord de 6000 millones en ATN.

Son justamente los gobernadores de estas provincias los que ayudaron a desbaratar distintas iniciativas opositoras, como la que buscaba reglamentar de forma menos laxa el dictado de DNU o la sesión en la que se buscaba rechazar el DNU que le permite al Gobierno renegociar la deuda externa sin pasar por el Congreso y sin estar obligado a que el nuevo acuerdo implique una mejora con respecto al anterior. Los gobernadores son Gustavo Sáenz (Salta), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) y Hugo Passalaqua (Misiones), todos con un historial de apoyos al oficialismo en el Congreso y todos -ahora se sabe- con una contraprestación cortante y sonante en ATNs.

Los ejemplos sobran, pero para tomar solo uno: en noviembre, mientras recibían miles de millones de pesos del gobierno de Milei, sus diputados colaboraron para que se mantuviera firme el veto a la ley que permitía financiar a las universidades nacionales.

El informe releva lo que viene siendo este año en materia de distribución de ATN. Lejos de los discursos de la casta y de que se terminaban los favores políticos, lo que revela el reparto de fondos es que los favores políticos están en auge, como en tantas otras épocas. El total de distribución de ATNs hasta ahora en 2024 fue de 49.800 millones de pesos. Le quedaría un un remanente sin distribuir de 562.830 millones de pesos, que está integrado por todo lo que no le dio a las provincias que buscaba castigar. De hecho, en lo que va del año se distribuyó apenas 8,1 por ciento del fondo total. Es el nivel más bajo desde 2020 y está por encima del 2019, cuando se distribuyó, en el mismo período, 7,6 por ciento.

La lista de provincias beneficiadas por los ATN coincide, no por casualidad, con la lista de distritos aliados a Milei. El ranking de las que más recibieron ATN entre enero y noviembre es elocuente:

*Misiones: 13.000 millones de pesos

*Entre Ríos: 6800 millones

*Tucumán: 6500 millones

*Salta: 6000 millones

*Chubut: 4500 millones

*Jujuy: 4500 millones

*Santa Cruz: 3000 millones

*Catamarca: 3000 millones

*Santa Fe: 1500 millones

*Corrientes: 1000 millones

Son diez distritos sobre 24. Dos son gobernados por el PRO, tres por la UCR, y los otros cinco, por distintas expresiones del peronismo aliado a Milei. Brilla por su ausencia, entre otras, la provincia de Buenos Aires.

En lo que va del año, en el reparto de las transferencias discrecionales en general (entre las que están los ATN) el único distrito que muestra alzas es Ciudad de Buenos Aires (también gobernada por el PRO): 8,6 por ciento devengado y 17,3 por ciento pagados. Esto no ocurre por gracia de Milei a Jorge Macri, sino porque hay un fallo de la Corte Suprema que le obliga a pagar. Todo el resto de las provincias está en un balance negativo. 

Los distritos más castigados son Formosa, La Pampa y La Rioja, donde supera el 95 por ciento de caída de transferencias discrecionales con respecto al gobierno anterior. Casualmente o no, son tres gobernadores opuestos a Milei (Gildo Insfrán, Sergio Ziliotto y Ricardo Quintela).

Estos datos tienen más relevancia aún si se toma en cuenta que, de no cambiar el rumbo, el Gobierno no avalará que haya Presupuesto 2025. Esto dará una materia aún mayor de transferencias discrecionales para el año que viene, lo cual puede -llegado el caso- disciplinar a los gobernadores que quieran sacar los pies del plato.

Entre los reclamos que le presentaron los gobernadores de Juntos (antes Juntos por el Cambio, está el reparto equitativo del remanente de fondos de ATN. Milei se niega a hacerlo, entre otras cosas, porque plantea que eso beneficiaría a Axel Kicillof, y lo que busca es perjudicarlo.