“Lo poético me pone un termómetro vital. Me conecta con lo que veo, lo que siento, lo que palpo” confiesa Elvio Báez, o simplemente Elvis para sus lectores. Oriundo de Villa Itatí en Quilmes, hace años une en su hacer la poesía con el periodismo. Su primer libro, “Consciencia y clase: crónicas de un villero” se acaba de lanzar en preventa y sueña con poder imprimirlo en papel. “El periodismo como formación me dio herramientas para intervenir o pensar la realidad desde otro lugar, pero la poesía me cambió la vida”, agrega, y es que la poesía le dio posibilidades de extenderse hasta donde la realidad no llega.

Baez es hijo de paraguayos. Vive con su madre y su hermano menor. Trabaja como periodista y comunicador popular para Mundo Villa. Fundó dos medios de comunicación en el barrio. Comunicación y reflexión villera nació en la pandemia para informar sobre la cuestión epidemiológica puntual y en donde también se compartían fotografías, noticias y poemas. “Con la pandemia empecé a coordinar planes de acciones, en donde en conjunto con el Municipio, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y el Ministerio de la Nación, se armó un comité. Le ofrecíamos al vecino y la vecina la posibilidad de que apague la tele y que no esté atento a esa manipulación de información, que nos ponía en ese momento a nosotros como los culpables. En ese tiempo yo me ocupaba de informar al barrio cómo estaban los casos y cómo había que cuidarse” relata. El segundo medio que fundó es “Itatí TV”. Ambos son digitales.

Baéz también fue parte desde el 2020 hasta finales del 2023 de La Garganta Poderosa, donde escribía historias sobre Quilmes. Muchas de ellas serán publicadas en el libro que estará presentando a fin de año. En el libro se encuentran y chocan las vivencias de los vecinos y vecinas, laburantes que buscan recuperarse de consumos problemáticos, que intentan salir de la violencia ajena, que luchan contra la desidia del estado, pero sobre todo, contra la censura cultural y el olvido.

Para el escritor hay que mirar el territorio y en vez de que el territorio influya sobre uno, lograr que sea al revés: que la mirada poética transforme el espacio. “Son crónicas poéticas que están aquí como brotes vivos de un jardín que intentan crecer, de manera imperfecta, y luchando por existir” agrega Baéz, que pretende con este libro rescatar la mirada sensible que muchas veces desde el periodismo. “Me parece importante estar atento a los pequeños detalles. Focalizarme en lo que incomoda y duele, porque a mí me duele ver lo que pasa con el paco, por ejemplo. Hay temas que como no son de agenda no importan. Mi intención es hacerles espacio. Desde un lugar que también informe, porque hoy los medios pareciera que quieren solo entretener” dice Baéz.

La información sobre su preventa está en @baezelvioantonio en Instagram.

Su mirada, contraria al que la ve de afuera, es amorosa. Él no se deja ganar por la noticia. Le interesa ser un canal, un medio, en el sentido literal, para que los anónimos del barrio puedan tomar la palabra y hacer suyo el relato. Baéz pondera sus voces cuando nadie la escucha verdaderamente. Podríamos pensar que lo que sucede es como el mito de las sirenas, pero a la inversa. La gente se espanta con lo que “oye” sobre lo que pasa en la villa, pero a medida que se va acercando, se da cuenta de que no hay monstruos, sino personas, con sus historias, tanto bellas como tristes.

“En la agenda de hoy de los grandes medios solamente se habla de las villas cuando hay un secuestro, drogas, violencia de género o robos. Y la verdad es que esa mirada no es total. Principalmente hablo por Villa Itatí, que es un barrio con mucha historia, arraigada en la lucha, en la organización y en la esperanza de poder aun seguir teniendo fe de vivir mejor. En los barrios populares, todos los días se escucha que no alcanza para comer, como también que no alcanza para la droga. Pero el relieve verdadero solo se acusa a sí mismo cuando de repente uno puede ver y escuchar y sentir que es posible otra realidad y que se va a dar compartiendo los mundos desconocidos de cada uno. Eso nos hace comprendernos, entendernos, aconsejarnos”, reflexiona Báez.

Y lo lleva a uno de sus poemas cuando escribe: “Toda una vida, Itatí/ una increíble historia/lo que pasamos/y aún seguimos/vivos como la memoria/cuando llegamos a estas tierras no teníamos/nada, ni paz, ni techo. Vinimos para pedirte, Itatí, otra vida, la nuestra y la de los nuestros/por eso la ofrenda al promesero, la existencia para/siempre/¿qué son, cincuenta? ¿sesenta? ¿setenta años más?/con el tiempo nos volvimos impetuosos, nuestros cuerpos se hicieron fuerte como el/huracán/que arrasó nuestra cultura e identidad. La tortura/el pasado y el hoy a modo de examen para evaluar/la muerte del ayer/otra vez, otra vez/acá estamos como ayer”.

“Conciencia y clase: crónicas de un villero” se puede adquirir en formato preventa para ayudar a su autor y financiar la impresión del libro. Para hacerlo se pueden comunicar por mensaje privado a sus redes sociales.

Es un libro que a Báez le gustaría especialmente que llegue a la clase media y alta para que puedan explorar desde una ventana abierta, dice, quiénes somos y qué pensamos. Su sueño es poder seguir comunicando la identidad de Villa Itatí y lograr que las vidas de sus vecinos mejoren. Para él, la comunicación popular no es solo un acto de denuncia, sino una forma de construcción y creación.

Desde su casa, Báez escucha los secretos del barrio y los comparte. Hace lugar en su papel para las esperanzas, los deseos y miedos de sus vecinos, dice que, aunque el techo no le alcanza, sigue frente a su hoja anotando porque le preocupa cómo su comunidad intenta descubrir qué pasó, qué pasa y qué le puede llegar a pasar.

Para contribuir con la preventa y seguir sus historias, se lo puede seguir en sus redes sociales @baezelvioantonio en Instagram.