Falleció MIguel Angel Fernández Pastor, uno de los especialistas más valorados por su conocimiento de los sistemas de seguridad social en el mundo. Mantuvo una extensa pelea con un cáncer que, aunque hacía prever su final, no pudo sacarlo del combate permanente que libró, hasta sus últimos días, en favor de los jubilados y de un sistema de seguridad social fuerte y libre de las amenazas de intereses políticos contrarios a su funcionamiento.
"Probablemente uno de los argentinos que más conocimientos tenía sobre el funcionamiento de los Sistemas de Seguridad Social en el mundo. Tuvo una gran influencia intelectual y técnica respecto a la estatización de las AFJP. Una gran persona que nunca dejó de militar por los derechos de los adultos mayores. Siempre nos acompañó", fueron las palabras de Leopoldo Moreau, diputado nacional, para despedirlo.
Para quienes hacemos periodismo en temas económicos, Miguel Angel fue la voz siempre dispuesta a explicar cada pliegue de las normas que suelen modificar algún derecho, alguna asignación, o la aplicación de algún recurso del sistema de seguridad social que se desvía hacia otro destino con algún interés político ajeno al bienestar de la sociedad. Los explicaba como nadie y los peleaba como pocos, con una solvencia además de la paciencia en explicar, que destacaban sus valores profesionales y humanos.
"Yo tengo una manera diferente de ver los hechos, con respecto a cómo los presenta el gobierno", le respondió Fernández Pastor al programa Canto Maestro, que auspicia CTERA, el gremio de los docentes, hace apenas tres meses, el 4 de septiembre pasado. "No hay dudas de que el haber jubilatorio está caído, no hay quien pueda negarlo", decía ese día.
Y agregaba a sus palabras una observación fundamental. "Hay una consecuencia de todo este desbarajuste que están haciendo que es más grave todavía, y es que la gente mayor no tiene plata para viajar y empieza a dejar de visitar a su familia, a sus nietos; entonces, se va encerrando en su casa, apaga la luz lo antes posible para no gastar y pasa el tiempo así sola, a oscuras. Y yo siempre digo: la soledad en un viejo, mata. Y mata mal, porque mata con tristeza, con dolor, sufrimiento. Si a esto le agregás el desastre que están haciendo con los medicamentos y más, entonces la gravedad es muchísimo mayor".
MIguel Fernández Pastor, ex director de la Anses, ex director del CIESS, abogado especializado en Seguridad Social, murió pero no en soledad, ni de tristeza ni encerrado a oscuras. Murió peleando y dando la cara. Como vivió. Como debía ser.
Gracias, Miguel. Una vez más y por siempre.