Los jubilados rosarinos están en alerta. Luego de que el gobierno nacional anunciara un recorte en la cobertura de medicamentos gratuitos de Pami, una buena cantidad de jubilados y pensionados se acercaron a la sede rosarina con dudas sobre el alcance de la medida e incertidumbre sobre la posibilidad de costear sus remedios. Desde el Frente de Jubilados en Lucha de Rosario, manifestaron su preocupación por el tema. “Hoy hay gente que tiene que elegir entre comprar medicamentos y comer”, planteó Carlos Abruzzo, uno de los referentes de la organización. En la misma línea se pronunció Emeterio Pastor, integrante de la Federación Regional de Asociaciones de Personas Adultas Mayores (Frapam) y miembro ejecutivo de la junta consultora de la Defensoría del Adulto Mayor de Rosario: “Queremos que nuestros hijos y nietos no tengan la preocupación de que su abuelo o padre está pasando un estado de emergencia”.
“La tranquilidad de tener medicamentos gratis”, reza el cartel que da a calle San Lorenzo, afuera de la sede de Pami. El mensaje contrasta con la fila de jubilados y pensionados que se agolpó a primera hora en las inmediaciones del lugar, para intentar despejar las dudas que dejó el anuncio del gobierno este lunes. El escueto mensaje que difundió Pami en redes sociales explicaba que la cobertura gratuita de medicamentos ahora quedó restringida a los jubilados que ganen menos de 388.500 pesos, quienes deberán realizar un trámite de inscripción con el objetivo de solicitar el “subsidio social”. Y que para eso, además, no podrán estar afiliados a una prepaga, ni tener más de un inmueble, ni un vehículo de menos de diez años, ni ser dueños de bienes de lujo.
El anuncio generó ruido en las organizaciones de jubilados de la ciudad, que encendieron las alarmas con la noticia. “Cortarle el medicamento a tanta gente que lo necesita es hacer desastres con los jubilados. Si tuviésemos una jubilación digna como merecemos, sería una medida que tendría menos impacto, pero en este momento no solo que cobramos por debajo de la línea de indigencia, sino que los medicamentos salen cada vez más caros”, evaluó Abruzzo, en diálogo con Rosario/12. “Hoy hay gente que tiene que elegir entre comprar medicamentos y comer. Si esto es una manera que eligieron para terminar con los jubilados lo están logrando”, lamentó.
El dirigente reconoció que hay “mucha incertidumbre” entre los jubilados por la poco que se informó sobre el tema. “Es un corte muy estricto lo que propone el gobierno. Quizás se podría haber hecho más prolongado en el tiempo, para que el impacto en el bolsillo de los jubilados no sea tan drástico”, expresó y agregó: “Vamos a buscar la manera de seguir luchando para que esto vuelva a la normalidad, que es tener los medicamentos sin cargo. Hoy la jubilación mínima, más el bono, llega a 320 mil pesos, con una canasta básica ronda el millón de pesos. En ese contexto vive un jubilado”.
En ese marco, el Frente de Jubilados prepara una serie de reclamos para las próximas semanas, entre los que se encuentra el tradicional “brindis con pan y agua” que tendrá el lugar el próximo 23 de diciembre en la esquina de Córdoba y San Martín. La acción busca visibilizar, de forma simbólica, la situación en la que llegan los jubilados y pensionados a las fiestas de fin de año. “Son medidas que hacemos en defensa de nuestros derechos y el derecho a una vida digna es el principal. Este año, con el precio al que se fue el pan, me parece que vamos a brindar solo con agua”, finalizó Abruzzo.
En tanto, Pastor planteó que se debe tener “una consideración especial” con los jubilados, principalmente con aquellos que cobran la mínima. “Sabemos que muchas personas ya venían tomando la mitad de la medicación porque no le alcanzan los ingresos. Alguien que superó la edad activa tendría que vivir no en condiciones no de privilegio, pero sí con reconocimiento a sus necesidades básicas, como son los medicamentos”, manifestó en diálogo con Rosario/12. “Queremos que nuestros hijos y nietos no tengan la preocupación de que su abuelo o su padre está pasando un estado de emergencia”, añadió.
El dirigente, que forma parte de la Defensoría del Adulto Mayor de Rosario, adelantó que el recorte del gobierno nacional a la cobertura va a ser uno de los temas a trabajar desde el organismo. “Cuando una persona ha superado ya la edad de los 65 o 70 años, este tipo de situaciones generan un estado de preocupación y alerta, porque entra en riesgo la posibilidad de perder un derecho muy importante, y un beneficio que hace a las propias necesidades de seguir viviendo en forma digna, después de aportar durante años”, expresó y agregó: “Seguramente haya un reclamo generalizado”.
Por último, el dirigente de Frapam se refirió a las declaraciones de distintos funcionarios del gobierno, respecto a que las jubilaciones le ganaron a la inflación en los últimos meses: “En realidad el poder adquisitivo no se ha igualado y un jubilado que gana la mínima, cuando va al mercado o a la farmacia, nota que no está mejor. No hace falta ser economista para darse cuenta de eso. El bolsillo alcanza hasta el día 15, o 20 si me limito en un montón de cosas. Esperamos que esto se revierta y que los jubilados puedan vivir sus últimos años de vida en un estado de paz y tranquilidad, no de supervivencia”.