La serie de docu-ficción "Ahatay. El demonio blanco" se exhibierá hoy a las 17 horas en el Cine-Debate organizado por la Secretaría de Mujeres, Géneros y Diversidad, en el marco de los 16 días de activismo contra la violencia de género, una propuesta de @onumujeresar a la que el equipo realizador adhiere.

“La serie es esencialmente un producto educativo a fin de generar diálogo y reflexión con un abordaje interseccional sobre la gravedad de la violencia de género, la racialidad y la discriminación que viven las mujeres y los pueblos indígenas en nuestro país; y que se profundiza con el retroceso actual y el vaciamiento de las políticas públicas nacionales que abordan estas complejidades sociales”, manifestó la productora general del docu-ficción, Maru Rocha Alfaro

La productora valoró que desde el gobierno provincial se incluya la mirada interseccional en su agenda política.

La serie de docu-ficción se estrenó por la pantalla de Canal Encuentro en enero último y se emitió también durante febrero en cuatro capítulos de 26 minutos cada uno. Fue filmada en 2022 en Tartagal y Alto La Sierra, en el extremo norte de la provincia de Salta. Aborda las violaciones grupales a niñas y mujeres indígenas del Chaco-salteño, conocidas como “chineo”.

Se basa en la historia detrás del “caso Juana”, una niña wichí de 12 años que en 2015 fue violada grupalmente por ocho varones criollos en Alto La Sierra.

La obra, ganadora del Concurso Nacional “Renacer Audiovisual 2021” por la región NOA, fue producida entera en Salta por Maru Rocha Alfaro (comunicadora feminista), dirigida por Mariano Rosa (director de cine) y guión de Diana Deharbe (doctora en comunicación).

(Imagen: gentileza Emmanuel Moscoso)

En el elenco artístico indígena-criollo se destacan las actuaciones de Justina Ovejero (médica blanca), Jorgelina Jara (anciana wichí), Laura González (la niña wichí), Andrea Verdún y Javier Flores Lescano (fundación). Y con música original “Libre de andar”, de la compositora salteña Andrea Zurita.

En la causa "Juana” se juzgó por primera vez un caso de chineo con una sentencia histórica de 17 años de prisión efectiva a los violadores. La inédita serie televisiva en la que actúan mujeres de distintas comunidades indígenas, en su mayoría chorotes y wichís, aborda la naturalización de una práctica colonial, criminal y depredadora que se silencia y que aún persiste con la complicidad de una sociedad indolente.

“El docu-ficción relata este paradigmático caso de chineo para la justicia salteña a través de una narrativa ficcional, con un elenco indígena y criollo de más de 20 personas de Tartagal y Salta, que da pie a los testimonios documentales de las distintas personas que se vincularon en este caso: mujeres indígenas, familiares de Juana, activistas feministas, profesionales, agentes de la salud y de la justicia, políticos, entre otras”; expresó Maru Rocha Alfaro, productora general de la serie. 

“Ahatay busca ser un humilde aporte al despertar de conciencia colectiva donde la pantalla sensibiliza y se transforma en un ejercicio ético, político y pedagógico contra la crueldad”, agregó. 

Por su parte, Mariano Rosa, director de “Ahatay. El demonio blanco”, sostuvo que “abordar una temática tan compleja y triste fue un gran desafío para la realización audiovisual de la serie, ya que uno de mis objetivos fue lograr una mirada estética narrativa que vislumbre un halo de esperanza a esta cruel realidad que viven las mujeres indígenas de nuestra provincia”. Y también abogó por “el importante rol cultural del cine y la producción audiovisual en provincias como la nuestra, donde las realidades sociales más duras y difíciles, en este caso el chineo, pueden ser abordadas con la mirada propia, local y realizar un trabajo profesional de alta calidad”.

“Ahatay, el demonio blanco” fue guionada por la en ese entonces becaria doctoral CONICET Diana Deharbe y con el desarrollo de proyecto de Dolores Plaza. En 2021 también fue uno de los proyectos ganadores del Primer Concurso Audiovisual Regional “Nuevas Miradas del NOA” donde se desarrolló la idea original que surgió de una tesis comunicacional (2018/19), que ambas dirigieron y co-dirigieron y en la que se analiza el tratamiento mediático del “caso Juana”. En 2020 se decidió llevar adelante como proyecto audiovisual de activismo feminista ante los rumores de rebajar las penas a los violadores de Juana.