Una reciente investigación de Amnistía Internacional afirma que Israel está cometiendo genocidio contra la población palestina en Gaza. En el informe titulado “Es como si fuéramos seres infrahumanos”: El genocidio de Israel contra la población palestina de Gaza, la organización denuncia una serie de violaciones a los derechos humanos que configuran un crimen de lesa humanidad.
La investigación, que abarca desde el 7 de octubre de 2023 hasta principios de 2024, sostiene que Israel atacó y destruyó intencionadamente áreas habitadas de Gaza, causando la muerte de miles de civiles, incluidos más de 13.300 niños, con una violencia indiscriminada y masiva. La organización detalla cómo las fuerzas israelíes sometieron a la población palestina a condiciones de vida extremas, lo que generó una crisis humanitaria que, según su análisis, tiene como objetivo final la destrucción física de los gazatíes.
Un informe desgarrador
Amnistía Internacional sostiene que los ataques israelíes no solo fueron brutales, sino que además fueron dirigidos de manera sistemática a eliminar a la población civil palestina, a través de una serie de prácticas que incluyen masacres, desplazamientos forzados y la destrucción de hospitales, escuelas y viviendas. En su informe, la organización revela la magnitud del sufrimiento: más de 42.000 palestinos murieron, y la mayoría de los heridos se enfrentan a secuelas físicas y psicológicas irreparables.
“La situación que atraviesa Gaza es un genocidio en curso, y la comunidad internacional no puede seguir siendo testigo impasible”, afirma Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional. La organización detalla cómo Israel ha usado el pretexto de combatir a Hamás para llevar a cabo una ofensiva militar que, en su opinión, no respeta las normas internacionales de guerra ni la protección de civiles.
La impunidad de Israel y el silencio internacional
El informe de Amnistía Internacional también hace foco sobre la complicidad de los países que le suministraron armas a Israel, como Estados Unidos y miembros de la Unión Europea. Según la organización, estos Estados no solo fueron testigos, sino que contribuyeron a perpetuar un genocidio al no detener el envío de armamento que facilita la destrucción masiva de Gaza.
En este punto, la secretaria general de Amnistía advierte que esta inacción pone en riesgo la integridad del sistema internacional de derechos humanos y crea un precedente alarmante de impunidad.
Además, la organización expone cómo las autoridades israelíes usaron (intencionalmente) un lenguaje deshumanizante, tanto en sus discursos como en sus órdenes, para justificar ataques masivos a la población civil y el uso de métodos de exterminio lento a través del bloqueo y la restricción de ayuda humanitaria. En el informe se documentan más de 100 declaraciones de altos cargos israelíes que instaron, directa o indirectamente, a cometer estos crímenes.
La devastación de Gaza
Lo que queda de Gaza es un paisaje desolador. Más de un millón de personas fueron desplazadas dentro de la franja, y las infraestructuras quedaron destruidas o severamente dañadas. La falta de acceso a alimentos, agua potable, medicamentos y otras necesidades básicas complejizan el panorama.
"El severo bloqueo, las restricciones de movilidad y la continua agresión militar dejaron a la población sin recursos y sin esperanza", plantea el informe de Amnistía Internacional que sostiene que las condiciones de vida impuestas por Israel no solo constituyen un crimen de guerra, sino que también son un claro intento de exterminar a una población entera.
Un llamado a la acción internacional
El informe de Amnistía Internacional no solo denuncia, sino que exige una respuesta inmediata de la comunidad internacional. “Los gobiernos deben dejar de ser complacientes y tomar medidas contundentes contra Israel, empezando por la suspensión de la venta de armas”, indican. La organización también insta a la Corte Penal Internacional a acelerar las investigaciones sobre genocidio y crímenes de guerra cometidos en Gaza.
