Rodrigo De Loredo suele cuidar muy bien su cabello. Sin embargo, no puede ocultar lo inocultable. Es que al presente del bloque de la UCR en Diputados le está creciendo la peluca libertaria y el nuevo corte se confirmó con la designación de su secretario parlamentario Alejandro Cacace, quien asumió como funcionario en el Ministerio de Desregulación, encabezado por Federico Sturzenegger. Cacace será subsecretario de Reformas y agradeció la convocatoria del exministro de la Alianza y el macrismo. Lo extraño es que se trata de la misma persona que parecía estar ofuscada por el veto presidencial al incremento de los haberes jubilatorios y de la modificación de la Ley de Financiamiento Universitario. Sus tuits siguen anclados pero su reclamo parece que se lo llevó el viento.

Tal como lo había anticipado este diario, una de las funciones de Cacace, mano derecha de De Loredo en la Cámara baja y ex diputado por San Luis, será la misma que cumple por estos días para el bloque de la UCR: participar de las negociaciones parlamentarias, pero ahora para hacerlo de forma oficialmente en favor de los proyectos de desregulación que presente el ministro Sturzenegger. Autor del mega DNU 70/2023 --que la Cámara de Diputados aún no trató-- y de la Ley Bases, el ex ministro de Economía y presidente del Banco Central, por el momento, no presentó proyectos relevantes ante el Congreso, más allá de la Ley Hojarasca.

El nombramiento de Cacace es la confirmación de la sintonía fina entre De Loredo y la Casa Rosada. El diputado cordobés forzó el quiebre del bloque de la UCR en la Cámara baja, que se concretó a fines de octubre, cuando doce legisladores encabezados por Facundo Manes formaron el bloque Democracia para Siempre. El motivo fue la negativa de De Loredo de condicionar a los cinco diputados "con peluca", que dieron vuelta sus votos y acompañaron los vetos del presidente Javier Milei a las leyes de fórmula jubilatoria y financiamiento universitario.

Un día antes de que se concretara el quiebre del bloque radical en Diputados, De Loredo estuvo sentado en la Casa Rosada. En la foto se lo ve frente a frente con Sturzenegger, quien sería el nuevo jefe de su secretario parlamentario. En ese reunión, el presidente del bloque radical se unió a los aliados el PRO y el MID para negociar el Presupuesto 2025; que, por el momento, el Gobierno juega a no discutirlo para condicionar a los gobernadores dialoguistas.

En esa reunión en la Casa Rosada, De Loredo también asumió una de las cruzadas de Milei y de Federico Sturzenegger, la privatización de Aerolíneas Argentinas. "Nos llevamos el encargo del tema porque nuestra diputada Pamela Verasay es la presidenta de la comisión de Transporte y le va a imprimir una mayor velocidad al tratamiento", confesó entonces De Loredo. La tarea se cumplió y el Gobierno consiguió el dictamen para avanzar con la privatización de la aerolínea de bandera.

El último favor parlamentario de De Loredo fue negar el quórum para la sesión convocada por la oposición, para tratar el rechazo al DNU con el que el Gobierno pretende eludir el Congreso y negociar la deuda en peores condiciones para el país y un proyecto de ley que proponía limitar los decretos del Poder Ejecutivo, a través de los que Milei está avanzando en sus políticas de ajuste.

Para justificar esa decisión, que fue otra bandera de la UCR durante los gobiernos kirchneristas, De Loredo recordó que la norma había sido aprobada durante el gobierno de Néstor Kirchner, sostuvo que es "una mala ley" y dijo tener "muchas diferencias" con el gobierno de La Libertad Avanza; pero colaboró con Milei: "Cambiarle súbitamente las reglas de juego solo a él no haría más que justificarlo".

"Hay que agradecerte", le dijo Fantino en una entrevista aquel día. De Loredo sonriente habló de institucionalidad. 

Cola de paja

De Loredo trata de hacer malabares para hacer creer que lo suyo es un "oficialismo del cambio". Y en ese equilibrio por ocultar la peluca, a veces suelta alguna que otra crítica a la gestión de Milei. Con el desembarco que significa el nombramiento de Cacace, lo que hubo fue un récord: al cabo de un par de días, De Loredo encadenó varias discidencias seguidas: primero criticó al Ejecutivo por las formas. Esto es, los insultos y calificaciones a todo lo que huela a oposición. 

Luego, en una entrevista a infobae, dijo que el ajuste hecho estaba bien pero que no entendía por qué "a las universidades les ajustaron el doble que el promedio del ajuste del sector público". Y  este jueves, cargó por la decisión de Milei de recortar los medicamentos a los jubilados. "Los jubilados han venido perdiendo sistemáticamente capacidad de compra, con el anterior gobierno y con este. Ninguna política de ordenamiento del PAMI puede implicar un nuevo ajuste en las prestaciones. El equilibrio fiscal que acompañamos no puede lograrse a costas, una vez más, de uno de los sectores más vulnerables", apuntó en Twitter.

¿Cola de paja?