El asesinato de Brian Thompson, CEO de UnitedHealthcare, frente al hotel Hilton de Manhattan, puso el foco sobre las prácticas de las empresas de medicina prepaga en Estados Unidos. La investigación sigue avanzando y las autoridades evalúan si el ataque está vinculado al rechazo sistemático de tratamientos, una polémica que rodea a la industria desde hace años.

Thompson fue asesinado a tiros mientras se dirigía a una reunión con inversores. Según fuentes policiales, las vainas de las balas tenían inscripciones como "negar" y "retrasar", lo que despertó sospechas sobre una conexión directa con las prácticas de rechazo de tratamientos que se denuncian en el libro Delay, Deny, Defend (Retrasar, Negar, Defender).

Este es el hombre que mató a Thompson.

El sospechoso, captado por cámaras de seguridad cercanas, es un hombre joven que vestía capucha, máscara y llevaba una mochila. A pesar del intenso operativo desplegado, su identidad aún no ha sido confirmada. Investigadores analizan si el ataque fue en respuesta a las (recurrentes) políticas que UnitedHealthcare viene implementando en los últimos años, en las que se priorizan las ganancias sobre el bienestar de los pacientes.

UnitedHealthcare en la lupa

UnitedHealthcare, la aseguradora más grande de Estados Unidos, enfrenta duras críticas tras este incidente. Informes del Senado señalan que la compañía incrementó su tasa de denegaciones de tratamientos médicos, afectando principalmente a personas mayores y pacientes con enfermedades graves.

Numerosos afectados denunciaron el impacto de estas decisiones, que en muchos casos dejaron a los pacientes sin acceso a atención vital. El asesinato no solo conmocionó a la industria, sino que también puso el foco en la necesidad de regular el sistema de salud estadounidense. En este sentido miles de personas manifestaron que las prácticas de denegación previa o posterior a tratamientos son moneda corriente en el país.

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