Sin sorpresas y todo según el plan trazado por la Casa Gris, ayer el Senado completó por la mañana la misión express que Diputados había avanzado en la madrugada, y le dio sanción definitiva a la ley que declara la necesidad de reformar la vieja Constitución provincial de 1962. El oficialismo impuso su mayoría por sobre el bloque justicialista y la sancionó rápido y sin cambios por 17 votos a favor y 3 en contra. "Es un día histórico para la provincia de Santa Fe", celebró la vicegobernadora y presidenta del Senado, Gisela Scaglia. Más tarde, el propio Maximiliano Pullaro recibió a sus senadores victoriosos, que le llevaron el trofeo legislativo que sus antecesores anhelaron en vano.

"El trabajo de diálogo que hizo el Poder Legislativo en Santa Fe en este año de gobierno, ha sido único", sopesó el gobernador. No era para menos, en estos meses la Legislatura le hilvanó las tres reformas que impulsó. "La inmensa mayoría de los cambios impulsados con respaldo legislativo, con cambios en el sistema de seguridad pública y de justicia, que nos dieron las herramientas fuertes como para tomar el control de la calle fundamentalmente, y posteriormente cambios normativos como la ley previsional para corregir el desequilibrio fiscal que tenía el Estado", festejó en Casa de Gobierno.

La ley con media sanción había salido en la madrugada de Diputados, finalmente con un consenso holgado en el que a la mayoría automática del frente Unidos se le sumaron 4 votos del perottismo, dos del Frente Amplio por la Soberanía, y otros dos del bloque Unite-Somos Vida, quienes al empezar la sesión resultaron expulsados del espacio por orden de Amalia Granata desde Roma, y mano de Emiliano Peralta en el recinto.

Heridos y acusaciones de traición al margen –también en el peronismo–, el expediente llegó al Senado con preferencia y tratamiento sobre tablas. Scaglia enseguida pasó a la votación en general y en particular. Y Unidos bajó su mayoría absoluta de 13 votos, más el acompañamiento del senador departamental de 9 de Julio, Joaquín Gramajo (bloque Unite). Enfrente votaron por la negativa los peronistas Rubén Pirola, Armando Traferri y Osvaldo Sosa. Alcides Calvo y Eduardo Rosconi faltaron a la sesión.

Ahora Pullaro quedó habilitado a convocar en los días venideros a elección de convencionales constituyentes, a realizarse en abril, junto con las PASO provinciales. El cierre de listas operará en febrero: 50 convencionales serán elegidos como los diputados, y 19 como los senadores, es decir, uno por cada departamento.

El Ejecutivo dispuso que la elección de quienes integren la constituyente sea en abril para distanciarla de la elección nacional de medio término, y evitar así que el vendaval libertario le cope la asamblea a Pullaro con convencionales que se la pongan difícil, sobre todo el asunto de su reelección como gobernador. Es que, incluso, se especula que sea el propio gobernador quien encabece la lista de Unidos para candidatos a convencionales constituyentes.

Luego pasará todo el año y la convención sesionará entre noviembre próximo y febrero de 2026, cuando ya deba estar definido el texto de la nueva Constitución.

Pirola fue quien fundamentó el voto negativo del PJ. "Sí, es un día histórico, pero nos toca tomar una posición, votar en contra del proyecto debido a la forma y las condiciones en las que ha llegado a este recinto. Este proceso debía haberse iniciado con un debate profundo y con el tiempo necesario para un análisis adecuado. Con tiempo y transparencia podríamos haber enriquecido el debate”, cuestionó.

Luego, Gramajo fundamentó su voto favorable en cosas como dotar a la Defensoría del Pueblo de rango constitucional, los mecanismos de participación ciudadana y democracia semi directa incorporados. 

A su turno, el radical Rodrigo Borla (San Justo) valoró el consenso logrado, 37 votos sobre 49 en Diputados, 14 sobre 17 en Senado. Contrastó la génesis de la Carta actual con el presente: "En 1962 el hombre no había llegado a la Luna y no teníamos televisión. Hoy estamos convivimos con la inteligencia artificial". Por eso advirtió que "suele decirse que no es el momento, pero lo cierto es que la Constitución nacional como la provincial se dictaron y reformaron en momentos realmente complejos". "Seguramente –agregó– hoy no tomemos dimensión de lo que está ocurriendo, tal vez sí se tome conciencia dentro de muchos años".

Felipe Michlig, la voz de Pullaro en el Senado, afirmó que ayer se cumplió "con algo que se viene intentando hace 41 años en todos los gobiernos, logrando consensuar un texto que permite avanzar en una reforma que es parcial, pero es amplia. Es un salto importante hacia adelante, que no se logró antes por pensar que no era el momento, bueno, ahora llegó ese momento, gracias al trabajo y el consenso de todos”, dijo. Y valoró: "El 77% del total de los legisladores presentes de esta Provincia han votado la necesidad de la reforma constitucional, superamos con creces la cantidad necesaria y además, la avalan 15 partidos o sectores políticos, incluido el del ex gobernador Omar Perotti, Palo Oliver y Balagué también, y dos del bloque Somos Vida, los más pensantes o que por lo menos se quedan a trabajar y no andan de viaje", lanzó en chicana contra Amalia Granata.

El senador de San Cristóbal contestó a quienes reprochan al oficialismo falta de debate en la iniciativa reformista. "Desde 1983 que venimos discutiendo esto, y ahora hubo 10 proyectos para proponerla", opinó. Dicho eso, dedicó largos minutos a ensalzar la mayoría de las innovaciones y cambios que introducirá la reforma en cuanto a régimen previsional, Corte Suprema, neutralidad religiosa del Estado, principios de etc. 

Temas principales

La ley direcciona el sentido de la reforma constitucional en varios temas. Si bien no define el texto final que quedará impreso en la nueva Carta Magna, le encomienda esa tarea al debate y el consenso que deban construir los 69 convencionales que se elegirán en abril. 

Se otorgará la posibilidad de reelección del gobernador, pero los convencionales discutirán si eso le cabe a Pullaro y a Scaglia, o si será a partir del próximo mandato.

Santa Fe dejará de priorizar la religión católica como culto oficial del Estado. En esto, hasta la propia Iglesia ha consentido que así debe ser.

Los jueces deberán jubilarse sí o sí a los 75 años, reflejo de la reforma previa a la Corte Suprema. Otro punto acordado fue la obligación del Estado en garantizar la educación gratuita hasta el nivel secundario, por las dudas que el envión mileísta avance hasta quién sabe dónde.

Se incluyen nuevos artículos relacionados con derechos digitales, y mecanismos de participación ciudadana y democracia semi directa como la consulta popular. Asimismo, la seguridad pública como un derecho más y se lo impone como responsabilidad al Estado provincial.

La Constitución que vendrá también consagrará la protección del medio ambiente, el derecho al agua, el derecho de los consumidores, de mujeres y disidencias, de personas con discapacidad, pueblos originarios y juventudes, la promoción de la ciencia, y la eficiencia estatal en la prestación de servicios públicos como un principio regidor del Estado.

La ley le otorga rango constitucional al Ministerio Público de la Acusación, al Servicio Público de Defensa Penal y a la Defensoría del Pueblo. Y limita al Poder Ejecutivo en cuanto a que no pueda ya dictar decretos de necesidad y urgencia.

Asimismo, se limitará la reelección indefinida de legisladores a solo dos períodos. Y se impondrá el requisito de no tener condena penal alguna para aspirar a cargos electivos, una suerte de "ficha limpia" santafesina. También cambiaría la forma de elegir diputados, de manera que sea con representación proporcional de sistema D'Hont, y ya no con mayoría automática para el partido vencedor. También quedaba a revisión la remoción de magistrados, el cambio de fueros parlamentarios de los legisladores provinciales y las características de la autonomía municipal.