El gobierno de Javier Milei mantiene las negociaciones paritarias pero con un tope: el dato de inflación, de esta manera la mayoría de los salarios van detrás del Índice de Precios al Consumidor provocando un retraso redistributivo, asegura el último documento publicado por Fundar sobre la evolución de los ingresos durante la gestión libertaria.

El plan antinflacionario que implementa el Ejecutivo impacta de manera dispar de acuerdo a cada gremio. "Las paritarias privadas caen el 8 por ciento desde que asumió Milei, pero con muchísima heterogeneidad. Mientras la UTA perdió 21 por ciento y los gastronómicos 19, los bancarios solo el 0,3 por ciento", detalló en conferencia de prensa Federico Pastrana, economista y uno de los autores de la investigación. 

En este sentido, el informe advierte que dentro del deterioro generalizado de los sueldos, hay diferencias notables y un sector en particular que pierde mucho más por encima de los otros. "La caída de los ingresos de las familias que dependen del Estado es una de las características salientes de los primeros meses de gobierno. Jubilaciones, salarios públicos y programas sociales representan prácticamente el 50 por ciento del ajuste histórico que llevó adelante este gobierno", aseguran.

El contexto recesivo que atraviesa el país amplifica las diferencias entre los distintos tipos de ingresos, continúan: "Quienes se pueden proteger a partir de paritarias tienen más capacidad de defenderse de los shocks y saltos inflacionarios, frente a quienes están más vulnerables, sin mecanismos de actualización establecidos institucionalmente".

En la variación anual del promedio de los ingresos respecto del año anterior, durante el período que abarca diciembre de 2023 hasta septiembre de 2024, los datos analizados muestran que la jubilación mínima con bono incluido perdió un 16 por ciento, mientras que las medias altas registraron una baja del 25 por ciento. "Esto se debe a que la base de comparación toma el año anterior. Sin embargo este grupo se recuperó más rápidamente que la mínima cuyo destino está atado al aumento del bono", explicó Joan Manuel Vezzato de Fundar.

Otro factor determinante en el deterioro salarial, según destacan, es el vaciamiento de instancias colectivas como el Salario Mínimo Vital y Móvil o el Salario Mínimo Docente, la eliminación de los fondos Nacional de Incentivo Docente (FONID) y otros destinados a las universidades y la fuerte contracción de los salarios de las trabajadoras de casas particulares. Estas últimas, en el interanual, perdieron 21 por ciento.

"El gobierno para bajar la inflación tiene un ancla y son los salarios. Entonces, permite que las paritarias sigan estando pero con un freno: no negociar por encima de la inflación, que ahora sería no más del 3 por ciento. Así las paritarias no se mejoran por encima de la inflación actual y, en realidad con esta modalidad, la única forma de que los salarios se recuperen es que baje la inflación", cuestionó Pastrana.

De esta manera, todos los sectores sociales, a excepción del ingreso percibido por la AUH, pierden ingreso real en el marco del ajuste libertario pero "no hay ajuste fiscal con compensación por más que haya aumentado la AUH porque no les llega a todos y las changas se perdieron", remarcó Sebastián Etchemendy, politólogo a cargo de la publicación.

Antes del salto devaluatorio de diciembre de 2023, repasan, el salario promedio del sector privado registrado se encontraba en su nivel más bajo de los últimos 14 años. La pérdida de poder adquisitivo, en el marco del cambio en la política económica, representó la mayor caída mensual de los últimos 30 años.

"Los ingresos actualmente están condicionados a la baja de la inflación y por eso no se recuperan porque debería caer rápidamente el índice de precios al consumidor. Y eso no pasa, porque la inflación no va a ir a cero, sino que a bajar gradualmente. Por lo tanto, la recuperación salarial no va a ser muy grande", proyectó Pastrana. 

Como muestran los registros administrativos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en diciembre de 2023, el salario promedio registrado se redujo un 11,4 por ciento en sólo un mes. "Si bien, como veremos, para septiembre de 2024 los salarios ya habían recuperado gran parte de esta caída, el promedio de los primeros 10 meses de gestión (diciembre de 2023 a septiembre de 2024) evidencia una caída del 8,4 por ciento interanual en el poder adquisitivo, situándose en niveles similares a los de 2007", indican.

La recuperación salarial de los últimos meses está dada por la rápida respuesta de las negociaciones paritarias, plantean, y luego del shock devaluatorio por el progresivo descenso de la inflación mensual. Asimismo, analizan que se trata de un fenómeno heterogéneo. Durante el período analizado, los no asalariados experimentaron, en promedio, una caída del 13 por ciento en sus ingresos, mientras que los asalariados no registrados sufrieron un deterioro del 19 por ciento. "No es casualidad que cuando uno ve los ingresos vinculados a la protección social son los peores, en el marco del gran ajuste fiscal", subrayó Pestrana.

Para el caso del sector público y privado, también existe una disparidad clara: en los primeros la caída de ingresos fue 22,1 por ciento entre noviembre y enero, mientras que en los segundos llegó al 12 por ciento en igual etapa.

La publicación sostiene que hay tres características para explicar el deterioro del poder adquisitivo a nivel general desde la asunción de Milei: el fuerte recorte en el gasto público, con un eje importante en salarios y previsión social, la persistencia de las desigualdades asociadas a la alta inflación y la desinstitucionalización de las instancias generales de discusión salarial.