A pesar de que Duki, Nicki Nicole, Neo Pistea, C.R.O. y Bhavi figuran entre las cabezas de cartel de la primera jornada de la vuelta del Buenos Aires Trap, que se consumará este sábado en el Parque de la Ciudad, Knak se alza como uno de los batacazos de la fecha. Y es que llega al festival en un gran momento, tras pedir cada vez más cancha en esta orilla del Río de la Plata.
Del crecimiento de su convocatoria pueden dar fe el Teatro Vorterix que realizó en junio pasado, o el sold out que protagonizó en Niceto Club en 2023. También se lo pudo ver como invitado de YSY A en la pre-escucha del disco Trampa al tiempo en el estadio Obras, en noviembre.
“Siempre fui de tener un público en Buenos Aires más que en Uruguay”, explica al otro lado del WhatsApp el trapero nativo de Melo, localidad ubicada a 400 kilómetros de Montevideo. “Pero la construcción que empecé a hacer en Uruguay, en base a una industria que no había, fue lo que repercutió en Argentina e hizo que el público mirara un poco más para acá. Siento que, más allá de cerrar un tema y que me fuera bien, fue una construcción más de impulsar a Uruguay como escena. Eso llamó la atención de otros artistas y de la gente, que se terminó sintiendo parte de todo ese proceso. Tampoco es que pasó de la noche a la mañana, desde 2021 que estamos yendo a Buenos Aires”.
- Los iconos de música urbana argentina te admiran. ¿Qué creés que los cautivó de vos?
- En el remix del tema Daily están Neo Pistea, Khea y Davus, y eso se dio naturalmente. Siempre tuve la mejor con Khea. Este año saqué mi primer álbum, que se llama Kápsula, y me imaginé mucho la voz de Khea ahí. Se lo pasé, le gustó y se sumó. Después sumamos a Davus, que es uruguayo, y agitamos a Neo porque sentíamos que faltaba un poco de velocidad. La combinación encajó perfecta. Además, siempre sentí respeto de mis colegas allá, sobre todo por lo que estamos generando con colegas locales como Davus y Zeballos.
- Pero un tema como Tu tu tu ᐸ3 demuestra la lectura moderna que tenés del trap, al ponerlo a dialogar con el drum and bass, muy en sintonía con lo que pasa en Europa.
- Siempre trato de experimentar con la música que hago. En todos mis proyectos, nunca vas a ver temas iguales. Puede que a veces haga trap convencional porque me gusta y lo consumo. Pero trato de explorar nuevos sonidos e ideas. Eso es lo que me hace fresco y me permite cautivar al público joven, que todo el tiempo anda detrás de la novedad. Hay mucha gente joven que se crió escuchando trap. Ahora tengo 23, pero cuando tenía 10 u 11 años no se escuchaba trap, sino cumbia y reggaetón. Y los pibitos de 10 años ahora sólo escuchan trap, incluso hay productores del género de 12 años que la rompen, porque tienen un sonido que no se vio antes, algo que encontraron a partir de su propia búsqueda. Por eso intento relacionarme con productores jóvenes. Eso fue lo que hizo YSY A en el nuevo álbum que sacó.
- ¿Cómo vivís la rapidez con la que te está sucediendo todo esto?
- Estoy procesando lo que está pasando. Salir a explorar el mundo es algo que aún digiero. Hace un mes, casi no estuve en casa porque anduve por Argentina, y antes de eso, por España girando con Zeballos. Hace un año tenía una vida sedentaria, así que me estoy adecuando. Lo llevo muy tranquilo y me encanta, porque es gracias a mi arte.
- ¿Y no te abruma que te vaya a ver cada vez más gente?
- Lo llevo bien porque me venía preparando para eso. Cuando estás sobre el escenario vos tenés que dar lo mejor, sin importar la cantidad de gente para la que estés tocando. Tengo mucha confianza en mis shows en vivo. Es lo que me llevó a estar en festivales como Cosquín (se refiere a su edición uruguaya) y el Buenos Aires Trap.
- ¿Sentís que la música urbana de tu país tiene una identidad distinta a la de la Argentina?
- Hay similitudes por el idioma, claramente. Somos como hermanos, tenemos muchas cosas parecidas, tradiciones similares. Pero en el sonido sí encuentro diferencias, por más que cuesten percibirse. El uruguayo abarca otras temáticas y habla de cosas que quizás el argentino no. Y viceversa. También hay que tomar en cuenta que la escena argentina está mucho más formada. Quizá por eso las ambiciones del artista argentino son diferentes a la del artista uruguayo.
- A manera de muestrario de lo que decís está tu tema No estoy en flex, donde versás acerca de lo que cantás. Tomando en cuenta que venís del freestyle, ¿cómo fuiste afinando el trabajo compositivo?
- En el freestyle estuve muy poco, jamás fui muy bueno en eso. Aunque me fascina esa disciplina. Cuando empecé a escribir, siempre compuse sobre cosas que me pasaran a mí porque luego vos tenés que representar eso que estás cantando en vivo. Y si eso que decís no es verdad, se siente. Justamente en No estoy en flex digo que no necesito flexiar para lograr las cosas que logré. Tampoco necesito mostrar lo que no soy para llegar a la gente. Es el camino que quise conseguir en el tema y como artista.
- Así como lo suben, al artista también lo pueden bajar de un hondazo. ¿Le temés a la “hateada”?
- Al artista se lo pone en un pedestal gigante y a veces lo baja la misma gente que lo sigue. Y el artista es un par. Sólo cantamos sobre lo que vivimos para dejarte algo, ya sea una motivación o una enseñanza. Al fin y al cabo, todos los artistas salimos de una plaza. De todas formas, la crítica siempre va a estar. Hay gente a la que no le gusta lo que hago, me lo hacen saber en redes sociales y está bien, es parte de esto. Siento que tenés que partir de hacer las cosas que te gusten a vos.
- ¿Es cierto que la próxima Bizarrap Session es con vos?
- Lo desmiento categóricamente.
Knak vuelve a Buenos Aires luego de poner a circular en octubre su más reciente trabajo discográfico, el EP Kapsuleo, sucesor del álbum Kápsula, lanzado en mayo. Estas siete canciones -entre las que se encuentra el remix de Daily- ofrecen una justa pincelada de su estética sonora, hilvanada por su atracción hacia el sonido clubber, la veta más sofisticada del reggaetón y ese trap de cuña experimental. “Crear Kapsuleo fue un desafío y, a la vez, fue liberador. Cada canción explora diferentes facetas de mi vida y mis influencias”, comenta el artista cuya discografía está conformada por el álbum debut Orgániko (2023), así como por los EPs en solitario Korta y Korta II, más un EP conjunto con su compatriota Zeballos: Ubi al privado.