La poesía y las imágenes son, probablemente, las dos caras de la misma moneda. Tal vez sea esa la convicción que reúne a una dupla de notables artistas: la plástica Telma Palacios y la escritora Elisa Moyano salen al ruedo, cinco años después de estrenar “Las antepasadas”, con una nueva propuesta.

¿Cuál es exactamente la novedad? Hoy a las 19.30, en 25 de Mayo 465, las artistas presentarán Con-secuencias, una obra creada de forma conjunta que enciende las alarmas sobre la devastación innegable del planeta, que invita a la reflexión, al cuestionamiento, a la acción reparadora.

Precisamente, esa combinación de miradas, se cristalizó en 20 obras plásticas realizadas con técnicas mixtas, como óleo, acrílico, elementos aplicados o lámina de oro. Así, 16 de ellas se usaron para construir poemas visuales o caligramas, mientras que las cuatro restantes -“Primavera”, “Verano”, “Otoño”, “Invierno”- confluyeron en la tapa.

En ese marco, y antes de encontrarse con el público, Elisa Moyano reveló algunos detalles de la trastienda del libro /muestra que, en pocas horas, estará a disposición del público.

-Esta tarde se presentará Con-secuencias un poemario ilustrado, que es el resultado de una labor conjunta con la pintora Telma Palacios ¿Cómo describirías este trabajo de a dos, sus riquezas, sus ventajas, tal vez alguna interferencia también?

-La riqueza está en que tanto el libro ilustrado como la muestra de cuadros y caligramas, que se lanzan ese mismo día, usan dos tipos de lenguaje diferentes para apuntar desde sus diversas propuestas estéticas a un mismo contenido singular.

-No sos primeriza en este tipo de experiencias, en El libro de las antepasadas, de 2019, también dialogaste con las obras de Palacios. Cinco años después ¿qué diferencias encontrás al interior de esa dupla creativa y qué cosas se mantienen, por qué se vuelven a elegir?

-En efecto, volvimos a elegirnos porque nuestras cabezas funcionan conectadas. Durante 2024, retomando la idea del libro que mencionabas, comencé a escribir El libro de las contemporáneas. Con los primeros poemas bajo el brazo, me llegué al atelier de Telma y se los mostré. A pesar de que le gustaron, me dijo que tenía empezado el proyecto Con-secuencias, me mostró los primeros cuadros y me retó a escribir sobre ellos ya que, en el proyecto anterior, El libro de las antepasadas, ella había pintado sobre mis poemas. Ahí estaría la gran diferencia: quién se inspira en quién.

-Según se lee en el prólogo, en ese proyecto inicial ambas se hacían cargo de las infamias que debieron padecer varias mujeres de distintas épocas, y en éste se reflexiona acerca de los daños del ser humano hacia el planeta ¿por qué seleccionaron esas temáticas, de la violencia hacia la mujer y los femicidios hasta la violencia sobre la Tierra y el ecocidio?

-Son temáticas conectadas dentro del marco del brutal avance del capitalismo: el daño a la tierra corre en paralelo al que sufrieron las mujeres de todos los tiempos. El ecofeminismo marca ese paralelismo desde hace ya algún tiempo y es similar al que existe entre la explotación de la tierra y la explotación del hombre por el hombre. Fijate que la palabra explotar viene del campo de la guerra con su secuela de muerte y destrucción.

-¿Considerás que esta obra y la anterior pueden generar un cambio, por mínimo que sea, respecto de estos tópicos tan preocupantes, que la poesía en particular, que el arte en general, puede modificar el mundo?

-En la última película de Almodóvar, La habitación de al lado, uno de los personajes, muy comprometido él con el medio ambiente, dice que nunca un poema detendrá la tala de un árbol. A pesar de eso, es lindo creer que todavía es posible promover una toma de conciencia y pensar que si los discursos acerca del cuidado de tierra y el agua se masifican aún más, tal vez estemos a tiempo de salvar al planeta. Lo mismo podríamos decir de la paulatina toma de conciencia acerca de la situación de las mujeres. No creo que la poesía ni el arte puedan cambiar el mundo, sólo entrar como un granito de arena más en el marco general de los discursos feministas y los que promueven el cuidado del planeta.

-Para este nuevo libro gestaste una serie de caligramas o poemas gráficos, característicos de las vanguardias de principios del siglo pasado ¿qué motivó esta elección puntual, tal vez sea el gesto de ciertas involuciones, no en el arte, pero sí de ciertas conductas humanas?

-La tuya es una lectura posible: mis caligramas, al volver a unas formas usadas hace más de un siglo, acompañan ciertas involuciones de las conductas humanas. Pero no fue esa mi intención. Ese puede ser un efecto de lectura. En un primer momento, yo escribí versos lineales y los imprimí. Al ponerlos junto a las pinturas de Telma, los textos mismos exigieron jugar con el espacio de la página. Entonces comencé a acomodar los versos en otros más pequeños que fueran acompañando caídas y ascensos. En otros casos, las palabras fueron dibujando una explosión atómica, un árbol entre otras figuras presentes en las pinturas. Creo que las formas que tomaban las palabras presentificaban con más fuerza lo que ellas mismas iban evocando.

-Los textos transitan situaciones de alarma, como incendios forestales, la presencia de plásticos en el mar, los daños en la capa de ozono, el calentamiento global, el retroceso de los glaciares ¿a partir de qué lecturas trazaste el itinerario, elaboraste los poemas?

-Más que leer sobre temas de ecología, me ha gustado siempre ver películas y programas de televisión que abordaran estas temáticas: noticias sobre incendios, huracanes y sobre los plásticos en el mar en Filipinas, por ejemplo. Las imágenes de las explosiones atómicas me han llamado la atención desde siempre.

-En esta actualidad, donde las autoridades niegan el cambio climático, ¿este libro aparece como una forma de resistencia?

-Correcto. Este libro aparece como una forma de resistencia ¡Sos la primera periodista que advierte esta cuestión! Nos hicieron varios reportajes y ninguno de ellos lo había percibido.

-¿Qué encontrarán las personas que asistan a la muestra/presentación de Con-secuencias?

-Quizá, y lo digo así porque nadie puede prever los efectos que tendrán los textos en sus espectadores, se promueva una reflexión sobre el deterioro del planeta. Ojalá sea así.