Un joven de 20 años que manejaba alcoholizado y a gran velocidad perdió el control de su auto este sabado por la mañana, chocó contra un cantero y quedó incrustado en el frente de un edificio en el barrio porteño de Palermo.

El accidente ocurrió en la avenida del Libertador al 2778. El conductor del Chevrolet Onix dio positivo en el test de alcoholemia (tenía 2,01 mg/l de alcohol en sangre) y se mostró visiblemente nervioso ante la Policía. Tras ser atendido por el SAME se consignó que no resultó herido por el accionar de los airbags del vehículo.

El mismo auto había chocado momentos antes en la intersección de Libertador con Dorrego, primero con otro Chevrolet Onix, y luego, en Ugarteche, con un Fiat Cronos, según pudieron constatar las autoridades policiales, y en ambos casos sus conductores resultaron ilesos.

Asimismo, se conoció que el vehículo del joven veinteañero ya registraba varias multas por exceso de velocidad, como así también por haber cruzado semáforos en rojo.

“No mató a nadie de milagro, venía a 100 kilómetros por hora como mínimo, no sé qué quiso hacer, pero rompió todo", apuntó Daniel, el encargado del edificio contiguo, a un medio nacional. Y sumó: "Si no pegaba contra las rejas de los canteros, estábamos lamentando una tragedia. Yo estaba regando la vereda y me salvé por 10 metros”, reveló.

Por otro lado, un oficial de la Policía tuvo que calmar una situación de tensión que ocurrió cuando otro encargado de edificio pateó al joven, que quiso fumar un cigarrillo mientras la agente le pedía los datos.

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