En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, Funes será testigo de un anuncio cargado de memoria y esperanza: la presentación del anteproyecto de recuperación de la Quinta de Funes, un espacio que, durante la última dictadura cívico-eclesiástico-militar, fue un centro clandestino de detención y hoy busca renacer como un sitio de memoria. Este momento es el resultado de décadas de lucha incansable por parte de organismos de derechos humanos, sobrevivientes y una comunidad que nunca dejó de soñar con resignificar este lugar de dolor en un espacio de reflexión y encuentro.
El trabajo se intensificó durante los últimos siete meses, en los cuales vecinos, víctimas y autoridades trabajaron con un objetivo común: darle a la Quinta de Funes su lugar en la historia. Ahora, el predio no solo conservará las huellas de lo ocurrido, sino que también abrirá sus puertas para actividades culturales, educativas y artísticas que mantendrán viva la memoria.
Este domingo, a las 18, en el predio de Ruta 9 y San José, la Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe hará oficial el anuncio, en un acto que incluirá recorridos por el lugar y la participación de artistas locales, en un encuentro que busca transformar el pasado en una herramienta poderosa para construir un futuro con memoria, verdad y justicia.
La Quinta de Funes fue señalizada en 2016 como parte del circuito represivo del terrorismo de Estado y expropiada en 2017 con el objetivo de convertirla en un espacio dedicado a la memoria. Sin embargo, años de abandono llevaron al deterioro de las instalaciones, preocupando a organismos de derechos humanos y vecinos de la zona.
En marzo de 2024, la Mesa Promotora Quinta de Funes, integrada por vecinos y referentes de derechos humanos, asumió la tarea de impulsar su recuperación. Desde entonces, se trabajó en conjunto con la Secretaría de Derechos Humanos, el Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Cultura y la Municipalidad de Funes para reactivar este espacio.
Un anteproyecto para la memoria
El anteproyecto presentado contempla intervenciones claves para preservar el predio y resignificarlo como espacio de memoria. Entre las acciones propuestas se incluyen:
Cercado perimetral e iluminación: para proteger las dos hectáreas del predio y detener su deterioro.
Preservación de estructuras históricas: se conservarán inmuebles como el chalet, el quincho donde funcionaba una imprenta clandestina y los vestuarios junto a la piscina, que serán objeto de estudio y señalización.
Un anfiteatro al aire libre: con capacidad para 80 personas, diseñado para actividades culturales y educativas.
Espacios socioculturales: el galpón trasero será reacondicionado para talleres, conversatorios y eventos comunitarios.
Además, el diseño incluirá un sendero curvilíneo que atraviesa todo el predio, simbolizando un recorrido por la historia y la reflexión.
“Recuerdo que en 2017, con la expropiación en mano, se empezó a diseñar la idea de darle vida a ese lugar de tanta muerte. Pero desde principio de este año, que se constituyó la Mesa Promotora, pudimos empezar a trabajar no solo en la idea de una construcción del relato sino de reparar y conservar la propiedad. Sobre todo el vestuario, la casona en donde estaban los grupos de tarea del Ejército, el quincho donde funcionaba una imprenta y la casa donde estaban los detenidos, son los lugares históricos a preservar”, explicó Ramón Verón, director provincial de Memoria Democrática, y agregó que los trabajos se plantearán en diferentes etapas, ya que este lugar permaneció durante muchos años en estado de abandono, sin puertas ni ventanas, sin seguridad, sin luz ni agua. A esto se le suma los actos de vandalismos que fueron muy frecuentes en el predio.
Verón detalló que las obras se realizarán bajo la mirada atenta de antropólogos para que no se elimine nada que se tenga que preservar. “La tarea es multidisciplinaria, transversal a varios ministerios, y eso le da una contundencia muy importante”, afirmó.
Construcción del relato
El proyecto también incluye la elaboración de un relato histórico, “El Memorial”, que cuente lo sucedido en este sitio durante su funcionamiento como centro clandestino de detención. En esta tarea ya participa el único sobreviviente de la Quinta de Funes, Jaime Dri, quien brindó su testimonio en primera persona como parte del proceso de resignificación, tras ser convocado por la Mesa Promotora.
El trabajo, en conjunto con el equipo de Patrimonio Cultural provincial que forma parte de la Subsecretaría de Identidad y Territorio del Ministerio de Cultura, buscará unificar la señalética de los sitios de memoria, acompañándola con leyendas que recuerden y repudien los crímenes cometidos.
Por último, en este contexto se realizarán talleres, conversatorios y actividades que marcarán un camino merecido a la recuperación de la memoria colectiva, para la construcción del relato y la señalización de los Espacios de Memoria.
Un espacio para la comunidad
La Mesa Promotora y la Secretaría de Derechos Humanos destacan la importancia de convertir la Quinta de Funes en un lugar abierto a la comunidad, donde las nuevas generaciones puedan acceder a la historia y reflexionar sobre los valores de memoria, verdad y justicia.
Silvia Barzola, directora de Derechos Humanos y Género de la Municipalidad de Funes y miembro de la Mesa Promotora, expresó: “Tengo muchas expectativas con este proyecto. Espero que contemple las observaciones de los organismos históricos de derechos humanos y se constituya en un lugar de encuentro para todos los funenses”. Y agregó: “Queremos promover el sitio de memoria para que se pueda visibilizar como tal, ya que desde su expropiación desde 2016 quedó cerrado, se fue deteriorando y fue víctima del vandalismo. Queremos abrirlo a la comunidad y que se concrete su uso como sitio de memoria, ese el gran objetivo de la Mesa Promotora”.
Cabe destacar que desde la formación de dicha Mesa, la Quinta fue escenario en los últimos meses de actividades, visitas guiadas y encuentros culturales, pero la concreción de este anteproyecto es para la comunidad la posibilidad de que realmente se perfile como un espacio clave para el aprendizaje colectivo y el encuentro desde la memoria.