Sofía Cantarini y Marina Bazzolo se conocieron estudiando la Licenciatura en Actuación en la Universidad Nacional de las Artes. La vida las hizo amigas y compañeras de proyectos: juntas desarrollaron el ciclo de artes escénicas “Ciclo hembra”, que comenzó el miércoles y cerrará el viernes 20 de diciembre su tercera edición. Surgió en el 2022 para apoyar y visibilizar el trabajo de mujeres realizadoras del sector escénico, en roles de cabeza de equipo. Este año la curaduría se organizó en torno a obras en distintos estadios de sus procesos creativos: una obra a estrenar, seleccionada por convocatoria abierta, dos obras a reposición, una obra internacional de gira y un work in progress. También ofrecerán una clase de Dirección Escénica, abierta y gratuita, dictada por Maruja Bustamante, en formato virtual.
Cantarini es dramaturga, productora, directora, escritora y vive entre San Martín y Brasil. Bazzolo es oriunda de Villa Martelli y actriz, productora y directora. Ambas pueden registrar que en sus obras y estéticas está de fondo lo fabril. “La fábrica, las avenidas, los semáforos que se pasan en rojo, los pozos en la calle, ese paisaje sonoro, la alarma vecinal a la madrugada, con ciertas peculiaridades muy conurbanescas, por decirlo de alguna manera, calaron, de alguna forma, en mi escritura, en mis producciones, sin proponérmelo”, expresa Cantarini. Para Bazzolo, siempre hubo una curiosidad por las ventanas de los vecinos. “Las casas tienen más ventanas, se escucha y se presta atención a todo lo que pasa afuera. Hay menos ruidos. Yo trabajo mucho con el costumbrismo. Lo quieto y la belleza de lo cotidiano, de lo simple. Concretamente, donde crecí estaba la fábrica de Georgalos. El contraste entre el aroma de vainilla y del humo” recuerda Bazzolo.
Ambas fueron chicas que, como la poeta Juana Bignozzi, se tomaron un colectivo al centro para ver y hacer teatro y se encandilaron con la ciudad de los escenarios. “El ciclo surgió desde la necesidad que teníamos de montar nuestros materiales y de experimentar por primera vez el rol de dirección en un contexto colaborativo, acompañándonos y apoyándonos desde distintos lugares”, relata Cantarini.
No buscaron configurar un proyecto de género, pero se vieron atravesadas indefectiblemente por el movimiento feminista y sus debates cuando se empezaron a cruzar con otras creadoras.
La forma de producción y organización en red es algo muy característico de las mujeres, subrayan ambas. “El nombre casi que apareció como un chiste, como una forma de nombrarnos de una manera antinómica al “macho”. También había algo que nos sonaba bien al oído: corto, claro. Hembra. Teníamos la intención de que lo femenino estuviera por delante, como lo que organizaba la lógica de funcionamiento del espacio. Lo que más nos hace sentido del proyecto es su carácter mutable, las múltiples posibilidades que nos proporciona para encarar cada edición explorando formatos diferentes. Eso es algo que aloja la palabra “ciclo”, más allá de que señala una manera específica de organización de espectáculos, para nosotras se vincula a la repetición, lo cíclico pero singular”, explica Bazzolo.
Ambas buscaron que el ciclo se desarrollara desde una vocación genuina de encuentro y creen que eso fue lo que generó una gran recepción del proyecto en el medio. “No nos interesa posicionarnos desde el lugar de la especulación ni la competencia”, dice Cantarini. “En lo curatorial priorizamos la singularidad de los materiales, la escritura que no responde a mandatos o a supuestos ejes temáticos que debería abordar la mujer”, afirma Bazzolo.
No solo buscan que haya más mujeres en cartel en roles de dirección y autoría, sino también que esas mujeres tengan la libertad para tomar riesgos en esas tomas de posición. “¿Cuál es el precio que debe pagar una mujer por habitar zonas de incorrección? ¿Cómo nos vinculamos con la oscuridad, lo grotesco, lo animal? Buscamos habitar preguntas que nos incomoden. La manera en la que acompañamos a los proyectos que participan nos encuentra en un rol no meramente productivo, sino activo en términos de lo creativo. Nos inmiscuimos en la manufactura de materiales ajenos, lo concebimos como parte de nuestra praxis artística” explican las organizadoras.
En esta edición del ciclo, por primera vez trajeron una obra invitada de otro país. Se trata de “Chica Almodóvar” de la compañía de realizadoras uruguayas “Rosas del Melodrama” y por el que su dramaturga, Maru Trías, recibió el segundo premio de dramaturgia del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay. La función será el sábado 14 a las 21hs.
También realizaron una convocatoria abierta por la que quedó seleccionada la obra “Un rayo de vidrio sobre el muro” de Emilce Olguín. La obra ocurre en una terraza de cemento de un barrio del conurbano bonaerense donde Vera y La Invisible pasan un rato, una merienda, una tarde, una noche, el tiempo juntas. Las funciones serán el jueves 19 y el viernes 20 a las 21hs.
El ciclo también incluye dos reposiciones. “Ensayo para una despedida” de Stefy Sleiman y Alejo Sulleiro. Se trata de una obra unipersonal de teatro-danza que narra la historia de Cassandra, una adolescente del conurbano bonaerense que viaja a diario para formarse como bailarina. En su trayecto, experimenta el amor y las dificultades del crecimiento, explorando cómo las cicatrices del pasado influyen en su presente y “Cecilia y el lagarto” de Jazmín Carballo. Cecilia trabaja en un vivero en Río Cuarto, habla con sus flores, baila en la Fiesta de la Cerveza y se enamora de un lagarto. Pero el lagarto trae consigo un hechizo y ahora es ella quien queda hechizada ¿como hará para deshacerse del encantamiento?. La función será el Jueves 12 a las 20hs.
También quisieron incluir un formato más experimental y menos común: el work in progress o semimontado. Una oportunidad para que el público vea cómo se está creando una obra y, al comprar su entrada, contribuya con su realización. En este formato se presentará “Sempiterna” de Julieta Cassia y Sofia González Scheffer. La obra invita a los espectadores a sumergirse en la ausencia, el amor, la pasión, la soledad, la euforia, el mundo creativo y el vacío más profundo, llegando a los últimos instantes de vida de la cantautora Violeta Parra. Buscando evocar lo mejor de su obra antes de morir en su carpa y tendrá lugar el miércoles 18 a las 20:00.
El “Conversatorio sobre Dirección Escénica” que dictará Maruja Bustamante tendrá lugar el martes 10 a las 19:00 y será gratuito. Para anotarse hay que inscribirse en el formulario que se encuentra disponible a través de sus redes sociales @ciclohembra.
“El ciclo fue posible gracias a Natalia Badgen, productora asociada en las ediciones anteriores, Martín Marcou y Gonzalo Perez de Espacio Tole Tole, que alojó al ciclo en las otras ediciones. Clarisa Oliveri, quien colaboró de una manera muy valiosa con la identidad visual del proyecto a través de sus ilustraciones, y tantas otras personas que acompañaron desde ese mismo espíritu genuino y colaborativo”, concluyen ambas con un brillo en los ojos.
La programación completa y las entradas para las distintas funciones se pueden adquirir a través de Alternativa Teatral. El teatro se ubica en Pasco 623, CABA.